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Competencia oficial

Comedia En busca de trascendencia y prestigio social, un empresario multimillonario decide hacer una película que deje huella. Para ello, contrata a los mejores: un equipo estelar formado por la celebérrima cineasta Lola Cuevas (Penélope Cruz) y dos reconocidos actores, dueños de un talento enorme, pero con un ego aún más grande: el actor de Hollywood Félix Rivero (Antonio Banderas) y el actor radical de teatro Iván Torres (Oscar Martínez). ... [+]
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Críticas 43
Críticas ordenadas por utilidad
25 de mayo de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me daba cierto reparo ver esta película protagonizada por Banderas y Cruz. Bueno, Cruz y Banderas, ya que la carrera de esta última está por encima del malagueño en cuanto a prestigio.
Su última aparición juntos fue en la desastrosa "Los amantes pasajeros", aunque en forma de cameo, y nunca he visto en la carrera de ambos títulos que revaliden su condición de estrellas más allá de un par de títulos, aunque ambos sean considerados los dos actores españoles más internacionales.

La carrera de Banderas en Hollywood ha sido un completo despropósito pese a los esfuerzos del actor, y sin embargo aquí le tenemos como el gran embajador del cine español en las Américas. Salvo sus película con Almodóvar, su participación en Entrevista con el vampiro y la primera entrega del zorro, no veo nada en su carrera que me resulte destacable.
Cruz no le ha ido a la zaga, y al igual que Banderas, parece que siempre ha de venir Almodóvar para darles impulsos en los premios, ya que el resto de sus películas pasan sin pena ni gloria.

Este es el caso, otro de tantos. Es una película que ha pasado de puntillas por la cartelera, lo que confirma que hace falta algo más que dos estrellas para llenar las salas españolas. No obstante, se trata de una película interesante, con un humor afilado en muchos momentos y en otros algo más grueso, pero equilibrado y en su conjunto llevado a buen ritmo. Los diálogos están bien hilados y los dos protagonistas, junto con Óscar Martínez conforman un trio de lo más rocambolesco. Si quieres entrar en su juego, te divertirás.

La distribuidora de la película no confiaba mucho en ella, por lo que el trailer muestra algo que no es. No se trata de una comedia loca ni mucho menos. Se trata de una comedia con un punto ácido con una puesta en escena teatral donde priman los diálogos sin muchos aspavientos. Así que los que piensen que se trata de un "Actúa como puedas" o una nueva comedia loca de los mejores tiempos de Almodóvar, se llevarán una decepción.

Pero me pareció mordaz y crítica con los estereotipos del mundo del cine. Incluso parece que Banderas se interprete a sí mismo. Por eso quizá esta vez sí resulta convincente con todos sus tics y tono de voz atenuado. Penélope Cruz hace de directora de cine con ínfulas y también resulta convincente. Más que en la película "Madres paralelas", que es la que sin embargo le ha dado los premios.

Vamos, que deberías darle una oportunidad, sobre todo si has vivido de cerca el rodaje de una película o los ensayos de una obra de teatro. No es "Quo Vadis" de los Cohen, pero vale la pena.
DoctorHausen
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9 de agosto de 2022
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante el ejemplo de como una actriz puede destrozar una interesante película.

Una vez más Penélope Cruz vuelve a estropear un buen guión con sus “actuaciones”, es algo que duele y mucho, pero una vez más los críticos nos dicen lo gran actriz que es, y nos lo tenemos que creer, recordemos que los medios suelen ser los grandes manipuladores, y vuelvo a decir lo mismo, hay que aprender a pensar por uno mismo.

La idea de la película es muy buena, una crítica al mundo del cine, de los premios, de la sociedad...me gusta la visión y como se quiere plasmar en la pantalla y sus buenas intenciones.

Es un regalo para cualquier actor, tienen la posibilidad de poder actuar en unos papeles poco frecuentes, con muchos matices y diversidad de movimientos, creo que los actores lo hacen bastante bien y saben sacar partido a todo el guión, pero Penélope Cruz no sabe sacar provecho a este papel, pero era de esperar, es una actriz muy cortita.

Ella representa a una directora alocada y extravagante, pero no se ve ni tampoco lo muestra, su vestuario y pelo no concuerdan con su actuación plana y vacía y llega a un momento de la película, al final sobre todo, donde su actuación es bastante dolorosa, es una pésima actriz, pero no tiene la categoría ni para llamarla actriz, eso demasiado para ella, ella es una gran trepa, eso si que es.

Me meto tanto con ella porque actrices que son mil veces mejores que ella no tienen ni la mitad de reconocimiento que se merecen, y llega esta trepa y hace carrera a nivel internacional, y además destroza películas que podrían tener un gran potencial.

La película tiene mucho potencial, en muchos momentos se hace un poco larga y monótona, pero me gusta el fondo que tiene, aunque no esté bien aprovechada la idea.

Vuelvo a decirlo, pensad por vosotros mismos, no os dejeis llevar por la influencia de la crítica y ved con vuestros ojos, teneis que ver como esta “actriz” ha vuelto a destrozar una película con mucho potencial.
manuel
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25 de marzo de 2022
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acabo de salir del cine de ver "Competencia original" y la verdad es que no me ha gustado para nada. Las actuaciones de Penélope Cruz, Antonio Banderas y Oscar Martínez están muy bien, pero no lo suficiente para levantar una película que cae por su propio peso.

Los directores Gastón Duprat y Mariano Cohn han abordado en sus películas el arte en varias de sus vertientes: la literatura con "Ciudadano ilustre", la pintura con "Mi obra maestra" y ahora era el turno del cine con "Competencia original". La más lograda de las tres es, sin duda, "Ciudadano Ilustre". Rescato, eso sí, algunos diálogos en los que se reflexiona sobre el cine como obra de arte, en detrimento de las películas "pasatistas" o "pochocleras" que nada tienen que ver con la naturaleza del arte. Yo, al igual que el personaje de Iván (Oscar Martínez), desprecio las películas de entretenimiento banales. ¿Que son necesarias, a veces, para pasar un buen rato cuando estamos cansados y tenemos ganas de ver algo simple, sin pensar demasiado? Puede ser. Pero no me digan que ese tipo de películas tiene alguna relación con eso que llamamos "arte". ¿Que en el arte, como indica la película, no tiene sentido la competencia o la comparación? Lamento decirles que sí: nadie, en su sano juicio, pondría al mismo nivel una película boba de comedia romántica (de esas que protagonizan Adam Sandler o Jennifer Aniston) con un film de Kubrick o de Hitchcock. Nadie osaría comparar una obra de Rembrandt o de Vermeer con la banana pegada con cinta adhesiva a la pared, ridículo por donde se lo mire, del "artista" Maurizio Cattelan. Nadie se atrevería a cotejar un tema de reggaetón con Bohemian Rhapsody. En los diferentes tipos de arte hay, gracias a Dios, verdaderas obras maestras. Eso también se da en el cine, aunque sea ocasionalmente, y son las películas que verdaderamente vale la pena visionar.
Bruno Alvarez
Brunito
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28 de abril de 2022
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
127/24(20/04/22) Muy divertida sátira sobre el mundillo de los divos del cine, dirigida por el tándem argentino (en su quinto largometraje) Gastón Duprat y Mariano Cohn, guión de ellos junto al hermano del primero Andrés Duprat (como siempre en la filmografía del binomio), teniendo de sobresaliente baza/reclamo (sub género consistente en poner en cartel, normalmente dos súper estrellas que lo copan todo, en obras de reminiscencias teatrales, me viene a la mente de ejemplo “La Huella” con Laurence Olivier & Michael Caine) nada menos que el formidable trio de protagonistas a los hispanos Penélope Cruz (como la extravagante directora Lola Cuevas, especie de alter ego de Lucrecia Martel) & Antonio Banderas (solo habían aparecido previamente juntos en cine en una secuencia de apertura de dos minutos de "Los amantes pasajeros" de 2013), y al argentino Oscar Martínez (Duprat y Cohn habían colaborado con Martínez en la sátira cinematográfica “El ciudadano ilustre” de 2016).

Con la excusa epicentro de los ensayos para el rodaje de una película megalómana, “Rivales” (proyecto impulsado por un poderoso empresario que a sus 80 años quiere dejar una herencia perdurable con una magna película), se hace un mordaz fresco sobre el hipócrita comportamiento de los artistas (da igual de actuación, canción, e incluso deportes), hedonistas, demagogos, fatuos, arrogantes, egocéntricos, narcisistas, petulantes, siendo el duelo entre los dos actores estando en el centro la directora un sensacional juego de toma y daca constante, ello en una estructura narrativa de encadenado de set pieces (en este sentido puede faltar solidez narrativa) formado por el modo surrealista de motivar la realizadora a sus dos divos, pruebas a cual más absurda, y siempre rebosando humor ácido en los métodos irracionales que solo parecen estar ahí por su aparatosidad, y por medio las puyas que se lanzan los dos intérpretes con muy diferentes personalidades, habiendo entre ambos una química fenomenal que traspasa la pantalla (no tanto con la Cruz), en sus envidias, celos, demagogia, carrusel de mentiras. Teniendo de acicate que los directores no crean solemnidad en la historia, se rien del cine dentro del cine sin querer ser serios, de hecho el humor siempre es lo más serio que hay (¿?). Una feria de las vanidades con mucha mordacidad, regando el metraje de una rivalidad sutil.

En busca de trascendencia y prestigio social, un empresario farmacéutico multimillonario, Humberto Suárez (José Luis Gómez) decide encargar una película que pasará a la historia del cine. Para ello su asistente, Matías (Manolo Solo), compra los derechos de una obra de un Premio Nobel, “Rivales”, contrató a la célebre cineasta ganadora de la Palma de Oro, autor Lola Cuevas (Cruz) y a los dos reconocidos actores Félix Rivero (Banderas) e Iván Torres (Martínez). Ambos actores tienen un gran talento, pero no son los mejores amigos. Félix ha actuado en películas de Hollywood como un galán romántico. Iván es considerado un artista escénico radical y considera a su colega un "idiota". Ambos se interponen en el camino del otro con sus grandes egos y amenazan con dejar que el proyecto cinematográfico fracase. La excéntrica Lola decide someter a los dos hombres a una serie de pruebas en las que compiten entre sí. Estas pruebas adquieren proporciones más locas con el tiempo.

Cine dentro del cine, donde la historia que se va a filmar versa sobre el antagonismo de dos hermanos, esto es notoriamente una alegoría sobre lo que acontece entre ambos protagonistas, donde los puñales vuelan sutilmente entre los dos, que a su vez juegan a ser versiones exageradas de la percepción que el espectador tiene de ellos en la realidad. Banderas como el pomposo divo hollywoodiense, mujeriego y coqueto de su imagen (por contrato nadie puede tocarle el rostro), un frívolo presumido que hace gala de ello. En realidad este hedonismo expositivo es más veraz, no engaña a nadie, mientras Iván sui tiene una careta de hipocresía. Antonio borda esta jugosa caricatura con mucha vis cómica, se nota disfrutando, con ententes chispeantes con Oscar (con escenas tan buenas como cuando se disculpa con una actriz por una probable erección durante un beso); Martínez juega a ser el actor de teatro del método, maestro de actores, reniega de los premios (falsariamente: “No quiero ser el símbolo latino que pone un poco de color en una industria para tontos”, tras lo que lo vemos a solas practicando su discurso de Oscar en el baño para rechazarlo), pregona su (falsa) humildad(Cuando Iván se entera que Felix tiene una enfermedad, busca en internet información sobre esta y a continuación ojea precios de blanqueamientos dentales, pues a continuación se ofrece ‘humildemente’ a hacer en caso necesario los dos papeles protagónicos

; En medio está Penélope Cruz con su rol de directora excéntrica, ya con esa imagen de cabello rizado rojizo mega-cardado, con sus extravagantes ropas, y de comportamiento tiránico impulsando pruebas para los personajes que desbordan aparatosidad en sus ansias de romper la vanidad de sus protagonistas, atomización de lo que hemos escuchado y leído muchas veces (hacer repetir infinitas veces una frase a un actor: Lola exige a Iván repita su primera línea, “Buenas noches”, varias veces antes de que pueda pasar a la segunda. Ella le indica a Félix que esté “resignado, desilusionado y angustiado” todo a la vez ¿?), se nota divirtiéndose en su rol pasado de vueltas (punzante des glamurización verla usando hilo dental), en la seguridad en sí misma (“Las cosas más importantes son las que no se comprenden“), en sus extravagantes bailes, en el beso que da a una chica (Irene Escolar). Aunque la sub trama lésbica que tiene con una chica resulta metida con calzador. En su debe tiene también que está un poco fuera de juego en los choques entre los dos protagonistas masculinos. Aunque ella es ejemplo de empoderamiento femenino al estar a los mandos de todo, en realidad no conecta con ellos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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1 de mayo de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
A un importante miembro de la industria farmacéutica se le mete entre ceja y ceja que quiere producir una película para que su figura gane prestigio. Ha llegado a una edad en la que quiere dejar algo por la que ser recordado y, así, contrata a la directora más histriónica y con más talento que puede encontrar, se hace con los costosos derechos de una famosa novela y el proyecto empieza a coger forma cuando esta le sugiere contratar el reparto: dos actores de distinta edad y metodología.

A partir de aquí, asistimos a las distintas sesiones de lectura de un guión sobre la historia de dos hermanos enfrentados que me termina resultando más atractivo que la propuesta inicial, basada única y exclusivamente en el choque de egos y toda la labor de preproducción de la que el espectador nunca es partícipe y que, según te interese ese mundillo, puede parecerte más o menos curiosa.

Con escenarios inmensos con Madrid que sirve de plató principal, la película no es más que un interesante vehículo para el lucimiento de un trío de actores principales que lleva muy bien el peso de la función y cuyo empuje logra los momentos más divertidos y emotivos del filme, pero que termina divagando demasiado hasta diluirse hacia su abierto y poco satisfactorio final. Se me ocurren muchas formas de terminar la película mejor que esta.

Bastante cómoda en su papel, Cruz sorprende con una interpretación alejada de lo que normalmente nos suele ofrecer, ya sea en España o en Hollywood y su directora “moderna” es divertida, excéntrica y metódica. Además, se entiende muy bien con un Banderas también muy cómodo, pero sobresaliente como ese actor que tiene el visto bueno del público y al que solo importan los galardones, aunque, no sé por qué, creo que por edad (me pega alguien más joven que él para que el “choque” sea mayor) no me termina de encajar. Óscar Martínez interpreta muy bien a la tercera pata sobre la que el filme se siente seguro, un tipo muy personal, académico.

‘Competencia oficial’ es una película entretenida y divertida a ratos, pero que daba la sensación de que podía haber sido muy más.

Más en: https://alquimistacinefilo.wordpress.com/
Hickeystyle
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