El hombre bicentenario

A uno le gusta El hombre bicentenario porque tiene una primera parte muy buena.

A uno le gusta El hombre bicentenario porque el Andru del principio mola mucho.

A uno le gusta El hombre bicentenario porque le gusta Robin Williams.

A uno le gusta El hombre bicentenario porque la primera parte es muy entretenida.

A uno le gusta El hombre bicentenario porque es triste y divertida.

A uno le gusta El hombre bicentenario porque es una creación de Isaac Asimov.

A uno le gusta El hombre bicentenario porque le gusta la banda sonora.

A uno le gusta El hombre bicentenario porque le gusta la pareja Andru-Sam Neill.

A uno le gusta El hombre bicentenario porque es una buena alternativa dentro de ese bendito género llamado “cine familiar” que tan bien maneja Chris Columbus.


A uno no le gusta El hombre bicentenario porque la segunda parte de la película es malísima.

A uno no le gusta El hombre bicentenario porque tanta pastelada no es digerible.

A uno no le gusta El hombre bicentenario porque hay prendas y peinados del futuro muy cutres.

A uno no le gusta El hombre bicentenario porque se hace larga.

A uno no le gusta El hombre bicentenario porque el Andru del final no mola nada.

A uno no le gusta El hombre bicentenario porque en algunas de las escenas finales se quiso tapar los ojos y las orejas.

A uno no le gusta El hombre bicentenario porque pintaba bien pero se quedó en el montón.

A uno no le gusta El hombre bicentenario porque la misma actriz hace de abuela, de nieta y de gato si hace falta.

Es cierto que el filme de Columbus a ratos es mejorable y que a menudo tiende a suavizar la trama con comedia ligera, pero también es cierto que fue mal vendido:

Para nada es un largometraje de pedos y chistes fáciles (aunque hay que decir que SÍ hay una flatulencia en una escena concreta, por desgracia). Es mas bien un drama futurista.

Pero bueno...

Con todas las pegas, algo de Asimov queda: el respeto al enfoque humanista del escritor, el tratamiento nauralista de tener un robot, la sencillez narrativa, la ambientación (nada espectacular, pero harto lograda) y la reflexión triste pero prfounda de la obra: una vida que se considere completa ha de acabar.

Para ver en sesión doble con el "Inteligencia artificial" de Spielberg.

Lo mejor: El eficaz uso de los FX y que la historia jamás cae en la ñoñería.
Lo peor: Ciertas concesiones a la rom-com.

El tándem Chris Columbus - Robin Williams se vuelve a reunir cuatro años después para retratar a un personaje ya visto con anterioridad (robot con sentimientos, o, al menos, que sintiera aprecio por la vida humana) que llegaría más lejos que todos los robots 'humanos' de otras películas.

El relato es una mezcla de escenas de comedia, dramáticas y sentimentales (sentimentales para bien y sentimentales para mal) que me ha parecido muy bien llevados. Sin embargo, a pesar de su bien llevada mezcla, no me ha llegado del todo. Alguna risa, algún breve momento sentimental, pero nada más. Curiosidad es lo que he sentido más exactamente, por ver como Andrew pasa esas nuevas experiencias para él.

Así mismo, la película es también una aceptación del ser humano tal y como es (en la escena donde Portia habla sobre como son los seres humanos con sus errores e imperfecciones). Sobre este punto de vista, creo que no estoy del todo de acuerdo con lo que quiere expresar el guión. Desde mi punto de vista, los seres humanos cometemos errores por naturaleza, pero le damos demasiada importancia al corazón (en esta película, Portia le dice a Andrew que se guíe por su corazón), cuando deberíamos ser un poco más cerebrales. En determinados casos, viene bien pensar antes de actuar. Esto no tiene nada que ver con la película, obviamente.

'El hombre bicentenario' es, para mí, una película con un guión inteligente (por su bien llevada mezcla de elementos sentimentales), una buena presentación y entretenida, y tiene elementos para hacer llegar al público; conmigo no lo han conseguido.

No entiendo cómo esta película tiene tan baja calificación. Parece ser que a la gente se le hace lenta. No tiene una trama frenética, pero tampoco veo motivo para tenerla. Es un drama, es lo tenemos claro. Dicen que es más fácil llorar con un personaje con el que primero te has reído, y esta película tiene mucho trabajo en ese sentido: presenta a los personajes con calma, hace que riamos con ellos, y sobre estos cimientos avanza la historia. 'El hombre bicentenario' adapta una novela homónima de Isaac Asimov (o eso me hace deducir la escena de las tres leyes), que reflexiona sobre lo que pasaría si una inteligencia artificial tomase conciencia de si misma y desarrollase personalidad. Esto se aleja de la línea común orientada a la acción cuyo máximo exponente es 'Terminator', que también es una gran película ojo. Una de las muchas virtudes que le veo a este guión es que no pierde el tiempo respondiendo preguntas innecesarias. Principalmente a la siguiente: A qué es debe que 'Andrew' sea tan especial? Fue la caída? Vino así de fábrica? Todos son iguales pero este fue a parar a las manos apropiadas? Nunca los sabremos, y tampoco es necesario, porque a veces es mejor omitir o sugerir que mostrar (No estría mal que le refrescaran este concepto a Nolan). Robin Williams es un actor casi desconocido para mi. Dada su fama como actor de comedia es fácil imaginar por qué los responsables de casting se decantaron por él, y la verdad es que el papel le queda como un guante. A Chris Columbus le conozco por haber dirigido las dos primeras de 'Harry Potter', las mejores de dicha franquicia en mi opinión. Este hombre logró rodearse de un buen equipo en esta producción, destacando la sección de efectos especiales por lograr un robot tan convincente. Me impresionó que, en vez de ser un CGI, una persona lo manejase desde dentro y aun así tuviera tanta expresividad. Pero bueno, luego recuerdo que el equipo de Star Wars logró meter a Anthony Daniels dentro de C3PO y se me pasa.

PD: Cómo voy a tomarme en serio los premios Razzie después de nominar a Robin Williams a peor actor por esta película.

En resumen: Un producto muy redondo. No pasa nada porque una película sea pausada si su trama lo requiere. Vergüenza debería daros que os lo tenga que explicar alguien al que le gusta 'Armageddon' pero odia '2001: Una odisea en el espacio'.

No me molesta ver películas largas, pero sí que se alarguen por ineptitud. Se podría haber lanzado el mismo mensaje en menos tiempo. Se podría haber evitado aburrir al público. Se podría haber prescindido de varios kilos de almíbar.

Tostón interesante, pero tostón al fin y al cabo. Han conseguido hacer de un buen argumento, un telefilm para dormir la siesta un domingo por la tarde.

Si Asimov levantase la cabeza...