Mi casa en París

Creo que esta película me hubiera gustado (quizás hasta me hubiera gustado mucho) de no haber sido por Kevin Kline. Y no es que sea un actor que me haya disgustado nunca, más bien entra dentro del saco de actores que ni fu ni fa, sin opinión definida al respecto pero en esta película lo encuentro tan fuera de situación: patético cuando debería ser cómico, ridículo cuando dramático. Y mira que el pobre Sr. Kline tiene apoyos (la siempre eficaz Mrs Smith, la arrolladora Kristin Scott) pues nada, el sr. Kline se carga la película él solito sin ayuda de nadie.

Esta película tiene cosas que me gusta: un París melancólico, unos personajes fruto de las malas decisiones de los demás, una historia sobre la soledad y el intento de convivir con ella y una casa antigua que es el escenario perfecto para la historia pero pese a todos estos elementos el sr. Kline se eleva sobre todo y arruina la función.

Entretenida y se deja ver. No veo que tenga nada de comedia, más bien es un drama.
Muy bien interpretada por sus grandes actores, Maggie Smith, Kristin Scott Thomas y Kevin Kline. Se deja ver. Esperaba más.

La película está bien estructurada, los actores creíbles, el guión comienza bien, pero el último cuarto de película me resultó insoportable por el mitin sobre la superioridad de la familia (tradicional, por supuesto) sobre el amor verdadero de los amantes. Un niño puede no sentirse amado por muchos motivos, pero a los 57 años ya es hora de que asuma la responsabilidad de sus decisiones. No es desgraciadito ni alcohólico porque su papá le era infiel a su mamá, quien siempre andaba por las esquinas llorando. ¿Qué es eso de "estaba atrapada por mí"?, pero ¡qué antiguo y qué moralista!, ¿no tenía la posibilidad del divorcio? No, parece que en su ideología la familia es "hasta que la muerte nos separe". Estuve a punto de abandonar el cine, por primera vez en mi vida. Reiteración continua del mensaje: los valores de la revolución francesa y su "libertinaje" son una mierda. Es pecado ser infiel a tu marido / mujer y, si eres soltero-a no debes amar jamás a un hombre-mujer casado. Por supuesto, la sexualidad es siempre heterosexual, otras posibilidades ni se contemplan, ya la infidelidad entre heterosexuales se muestra como insoportable, como para hablar de otras cosas.
Este mensaje me parece muy antiguo.

Una excelente, inteligente y emotiva película, en la que su origen teatral no es un lastre sino una virtud.
Las dos actrices protagonistas contribuyen en muy gran medida, con su encanto y personalidad, a elevar la calidad de la película; y Kevin Kline, aunque a veces se acerca a su estilo histriónico, no llega nunca y cumple bien.
La historia se desarrolla de forma amena, a ratos divertida, con muy buenos diálogos, y más sustancia de lo que en principio se podía pensar.
En fin, muy recomendable. Y mejor verla en versión original.

Horovitz, autor teatral y guionista consagrado, a sus 75 años se estrena como director (si exceptuamos un mediometraje sobre su monologo "3 Weeks after Paradise" en el 2002), con esta versión de su exitosa obra "My old lady" / 2002 de proyección internacional (en España se estrenó en Barcelona sin demasiado éxito con Lola Herrera como cabeza de reparto y con el título "Querida Matilde).
El autor, muy relacionado con Francia, vive en París a menudo, sitúa este folletín con toques de ligera comedia en la ciudad marco que siempre acaba robando protagonismo a las historias que suceden en ella.
El trío protagonista es de muy alto nivel contrastado, pero es Kevin Klane quien saca mayor partido a su personaje en un difícil y extenuante equilibrio entre el patetismo, la comicidad y el desgarro traumático de una vida marcada por los conflictos de sus progenitores.
Horovitz no se luce especialmente como realizador y sabiamente deja hacer a los actores que acaban por sustentar un drama algo pasado, a veces pretencioso, de ambiente teatral y aderezado con secundarios tan notables como Dominique Pinon o Michael Burstin. El buen resultado teatral a la postre no ha tenido su reflejo en la gran pantalla.