True Detective (Miniserie de TV)

La historia de una pareja de detectives marcados, marginados cada uno a su forma, perdedores que se complementan, se necesitan, que solos son destructivos pero que unidos forman una pareja excepcional, se complementan y necesitan.
Esta serie es magistral, como nos muestra sus personalidades y terribles consecuencias.
Su ambientación rural es maravillosa, te envuelve, te atrapa, el miedo se siente, se palpa, me parece en ese aspecto tenebrosa y otro de sus puntos fuertes.
Una de las mejores series que he visto. La recomiendo, un placer.

Cuando me la recomendaron no puse muchas esperanzas. Pensé que se trataba de algún pastiche americano de los que echan en la tele por la tarde o de una especie de CSI famosillo que se había puesto de moda.
Cómo me equivoqué.
La historia, que acaba siendo un tanto decepcionante, consiguió engancharme no por su desarrollo (que está muy bien cocinado) sino por la humanidad mostrada por los personajes que le dan vida. Los dos detectives y sus problemas emocionales y existenciales consiguen hacer interesante una un tanto mediocre* trama de sucesos oscuros.
Mención especial a Rust y su aparente nihilismo. Éste fue el único personaje que pensé que sobraba ya desde el primer capítulo y acabó siendo para mí el único que merecía tener un final feliz.**

McConaughey y Harrelson encarnan dos detectives muy distintos que deberán escapar de la locura para atrapar a un asesino en serie.

La herencia del escritor de Providence descansa en paz. El duo Pizzolatto y Fukunaga ha mimado esta serie con una decadencia gris que nos absorbe y atrapa. Nada ha quedado al azar. Cada detalle que veas importa, tiene su significado y su proposito.
Los dialogos, medidos al milimetro, te cautivan y te esconden la verdad. Los planos, intencionados y enigmaticos con detalles a la vuelta de la esquina (especial mencion al soberbio plano secuencia del episodio 4).

Una obra maestra que todo seguidor de Lovecraft sabrá apreciar. Por su ambientación, simbolismo, detalles...

Una de las mejores series que he visto, una de las mejores en todas sus sentidos, contando actores, dirección, guion, fotografía, etc.

Nic Pizzolattoo nos muestra un mundo oscuro en el que nadie se salva de pecar, un mundo que esta siendo investigado por dos policías totalmente distintos pero profesionales en su trabajo, por un lado tenemos a Rust Cohle un odioso de la sociedad, soltero, frió, calculador, manipulador y odia tanto a los criminales como a si mismo y por otro lado tenemos a Martin Hart, padre de familia, serio, infiel, ordenado y de corazón abierto, ambos muy distintos en sus vidas pero a la hora de investigar un caso hacen todo lo posible para salvar la cantidad de gente posible.

Contada a modo de recuerdos ya que vemos varios intervalos de tiempos, 1995, 2002 y 2010. sonara un desastre para cualquiera pero tiene una dirección exquisita que aun así lo hace ver impecable y borra todos nuestros interrogantes de la cabeza.

La serie no goza de muchos personajes, la mayoría del tiempo solo son Rust y Martin pero a la vez de encontrar un personaje secundario o terciaria es tan importante y misterioso que nos enamoran o aterrorizan.

No es una serie copia de otras, es distinta, aquí vemos asesinatos por la religion, incestos, pedofilias, videos snuff y muchos mas, como una version mas cruda de 8mm de Nicolas Cage, mediante avances los capítulos sentimos un odio ante el culpable, culpable que lo descubrimos al ultimo ya cuando nos sentimos aliviados de creer que se había acabado, fue un mal tan potencial que se necesitaron mas de una década para recien verle la cara y eso hoy en día perturba y demasiado.

Como ultimo párrafo, la serie es interesante y oscura. Vemos el mundo visto de dos formas en las que nadie se salva y cualquiera puede ser el culpable, un mundo en donde nadie se anima a entrar. La recomiendo

Serie magistral. Sus ocho episodios casan más como una película épica y larga de alto presupuesto, antes que como una serie concebida tal cual. La dirección y las actuaciones son magistrales. Elegantes aún en la cota más descarnada de la trama. Su historia esconde sorpresas y revelaciones dramáticas. Sus horas finales son un remate perfecto. Imprescindible.