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Objetivo: Londres

Acción. Thriller Tras el fallecimiento del primer ministro británico en extrañas circunstancias, todos los líderes mundiales se reúnen para su funeral. Pero existen planes para que el acto, que cuenta con la mayor seguridad del planeta, sea una oportunidad para acabar con los mandatarios y sembrar el caos en todo el mundo. El presidente de los Estados Unidos y sus colaboradores del Servicio Secreto son los únicos capaces de evitar la tragedia. (FILMAFFINITY) [+]
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Críticas 85
Críticas ordenadas por utilidad
16 de abril de 2016
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pelicula pura de acción con disparos y bombas desde el primer momento. Película para sólo diversión si te gustan las explosiones y los disparos,
Los efectos especiales dejan que desear (se habrán gastado el presupuesto en los actores)

Si quieres profundizar un poco más, pelicula en la que los americanos son los salvadores del mundo y Londres como muestra de Europa, un desastre.
seculus9
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21 de abril de 2016
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Buenos días, Londres”, ¡cuidado que llegan los yanquis!

Si ¡mira el éxito que tuvimos con la primera!, ¿hacemos una segunda?, el escocés está disponible. Vale, es taquilla fácil, sea la que sea, pero cambiamos Washington por capital de Inglaterra, que son aliados y hablan el mismo idioma aunque, a veces, muy bien ¡no se les entienda!
Y allá que se lanza Gerard Butler, con su previo paso por gimnasio para poner en forma a los músculos previstos - ¡que es agente del servicio secreto!- a este planteamiento robot que, según ficha, ha necesitado de muchas cabezas pensantes para ser redactado, cuando todo lo que se solicita es una acción entusiasta, de ritmo vertiginoso, con una decente trama y algo de estilo inspirador para que ésta no resulte aburrida, repetitiva y desnutrida por lo ínfimo ofertado.
Aunque, tampoco ¡tan bestia y exagerada que se les fuera de las manos! Un termino medio ¿no?
Además, todo el rato con ese impoluto traje, de anclaje perfecto, que no se estropea ¡ni un segundo!, que está ¡en el anuncio de Emilio Tucci! Bueno si, un poquito se ensucia, que incluso a Mike Hammer se le caía el sombrero de vez en cuando, ¡muy, muy a la larga!
“Todo el mundo comete errores”, sin duda alguna, ejemplo de ello es este tour urbano, por la capital del Reino Unido, intentando recrear un nerviosismo, inquietud y adrenalina fallida pues, olvida que su predecesora sólo necesitó un edificio, esa blanca casa como objetivo ¡y punto! Y es que, en ocasiones, la sencillez es un don de enorme aprecio.
“La venganza siempre tiene que ser profunda y absoluta”, y parece haber dado en la clave pues, lo confirma ese estado neutro y apagado de la concurrencia al final de la estruenda, pero hueca, carrera de tiros y persecuciones que apenas motivan o transmiten nada; es “el sonido de lo inevitable”, esa manifestación evidente de una escasa ilusión y pobre apetencia por un argumento de pocas opciones a la hora de agradar, intimar o revolucionar a un espectador que se indigna ante la garrafal bajeza de ideas, para elaborar un relato de acción valedera y digno de ser visto y recordado.
Más que un largometraje ¡parece un videojuego exhibido en gran pantalla!, que ni siquiera posee la facultad grata que estos otorgan; distracción relajante para evadir los problemas, no pensar en nada y salir nuevo de esa ducha de actividad energética que recibe un cerebro atento a cada acto, avance y estratagema para seguir vivos en la partida.
Pero, aquí los hilos los maneja un guión vacío cuya dirección pone mucho énfasis, de escaso provecho, en las volteretas, las bromas dialécticas, las explosiones por doquier y en sacarse motorista a la caza de dónde sea, no importa cómo, pues es la era de internet, de los drones, los satélites y las globales comunicaciones, más un triste planteamiento de quién es el culpable, ese traidor infiltrado a escala superior que lo facilita todo, sin darse cuenta de que ¡podrían haber tirado una moneda al aire!, para ver a quién le toca el marrón de ser el topo porque, al vidente, como que le da lo mismo.
Entretenimiento distendido y facilón, es el objetivo de las películas de acción pero, hay categorías según su efectividad y eficiencia, más cuando existe una sabrosa antecesora que marca el nivel mínimo que, por anticipado, ya se espera de ésta; claro queda que la presente no llega -ello a pesar de que la trampa inicial está bien pensada pero, ¡se les va tan rápidamente la olla!- y que se queda a tanta distancia, en kilómetros reales o calidad cinematográfica, como la que hay entre Washington y Londres; sencilla la comparanza/brutal el resultado que se obtiene de la misma.
Heroicidad en los actos, perspicacia de mente, socarronería de palabra, gracia de estilo, diversión y pasatiempo a cada paso y unánime tensión entre tanto, que se aplaca con ese reír insolente de las situaciones peligrosas que desbordan cualquier argucia pensada, inventiva e inteligencia para superar todos los baches y poder ser, por fin, ese héroe que sonríe ampliamente, lleno de sangre y moratones, por ese trabajo bien hecho; pero, este solitario ha bajado de categoría por la ineptitud, en cuanto a ocurrencias, de los responsables sobre el trazado que debía recorrer en su desbordado trayecto.
Jugar al ratón y al gato, sin más, ¡genial, se espera y acepta, John McClane y su espléndida locura lo llevaban a la perfección suprema, en ese rascacielos de tortuosos cristales -y eso ¡que sólo era un poli de Nueva York!- pero, lo que empieza óptimamente, debe seguir la misma estela y no estrellarse contra un tendencioso correr, conducir, disparar, decir una estupidez, volver a empezar..., tan ecuánime y neutro que, si cesa tan atontada rueda de girar por rellenar minutos, apenas te despierta de tu parsimonia.
Carente respecto lo ofrecido en tierra norteamericana, falta en cuanto a soltura y perspectiva sobre qué hacer en tierra inglesa, menor en cuanto a cinta perteneciente al género de la acción; aprueba, sin duda, pero el thriller de la primera tenía más pasión y enganche, puede que por ser aquella una primera cita a ciegas, aquí es segunda y con pre aviso de antemano.
Por cierto, al entierro no acude ningún ministro español, ¡tan poco valemos!, ¡ni para matarnos como extra!, ¡pero si hasta hay un canadiense!

Lo mejor; vas a ver tiros, carreras y acción.
Lo peor, el menú guión que une a éstos comensales.

lulupalomitasrojas.blogspot.com.es
lourdes lulu lou
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20 de abril de 2016
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este tipo de películas, como dicen muchos solamente están hechas para entretener y desconectar un poco del mundo real, mirar la pantalla atento hasta que termine comiéndose todo el balde de palomitas y no buscarle fallos ni escenas de acción muy realistas que digamos soló ver y disfrutar la espectacularidad de la serie de ataques que suceden en Londres por terroristas islamicos con un Gerard Butler que tiene carisma y está más que correcto como héroe de acción acercándose al mismísimo Jack Bauer de la gran serie 24. Morgan Freeman digamos que está más que nada de adorno y para agregarle algo a la cinta, se la pasa mirando una pantalla en la Casa Blanca sobre los hechos que van pasando en Londres. Por lo demás las escenas de acción como dije mas arriba están muy bien filmadas y a medida que avanza la película cada vez más espectaculares ( El primer ataque sin duda es bestial con el terrorista tirando con el lanza granadas y cuando derriban el puente sin duda muy bueno y con Efectos más que aceptables) eso si en una que otra escena se nota demasiado el CGI ( Secuencia que derriban los helicópteros por nombrar una). Otra cosa que me gusto mucho fue el nivel de violencia que hay a lo largo de la cinta (Disparos en la cabeza (en su mayoría), Cuchilladas, Trompadas, Choques, ETC) que le agregan algo más de diversión a la cinta y que a todos nos gusta en esté tipo de cine. Agradezco al director que nos regala un plano secuencia en la recta final más que correcto, Todo el tramo final es un no parar de pim, pum, pam aun más que a lo largo de la cinta así que imagínense la cantidad de balas, bombas y trompadas que hay en esos minutos finales. La recomiendo y doy mi aprobado porque la verdad me gusto bastante, para esa gente que sabe lo que va a ver no se arrepentirá de verla en pantalla grande
Adry14
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13 de marzo de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tres años después y ya sin la dirección de Antoine Fuqua regresa Mike Banning a salvar la vida del presidente estadounidense y, por añadidura según los gringos, al resto del mundo, en ésta secuela de ‘Olympus Has Fallen’.

Mike Banning (Gerard Butler) está a punto de renunciar a su trabajo y también está por ser papá, una repentina llamada frustra sus planes pues el presidente de los Estados Unidos (Aaron Eckhart) deberá viajar a Londres al funeral del Primer Ministro que recientemente ha fallecido.

Cuando empiezan a llegar los mandatarios invitados, un sorpresivo multi-ataque terrorista acaba con la vida de algunos de ellos, por lo que una vez más Banning deberá sortear mil obstáculos para mantener con vida a su presidente.

Ésta segunda entrega no se diferencia mucho de su antecesora, pues si bien se extraña la buena mano de Fuqua en la dirección, las grandes explosiones, las secuencias de persecuciones, los muchos efectos digitales y el infaltable discurso hegemónico yanqui están muy por encima en este tipo de productos.

Ahora los malos cambian de nacionalidad pero en si la trama es por demás previsible aunque totalmente entretenida, donde lo que mejor funciona es el tándem Butler-Eckhart, el gran soporte que otorga Angela Basset y el infalible Morgan Freeman, en una secuela donde se echa en falta el enfrentamiento cuerpo a cuerpo de la anterior, el suspenso no llega a ser tan efectivo como en aquella, siendo ésta una película de mayores proporciones en cuanto a desastres en pantalla y de mucha más acción.

Cine de entretenimiento de grandes proporciones, donde habrá que desconectar el cerebro para disfrutar lo que se ofrece.


http://tantocine.com/londres-bajo-fuego-de-babak-najafi/
Quique Mex
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24 de abril de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
'Objetivo: Londres' no engaña a nadie, dando menos de 100 minutos de pura y sana evasión cinematográfica, con Mike Banning (Gerard Butler), el otrora héroe caído, reafirmándose como un anti-héroe reacio, un hombre que hace lo que hace porque no hay nadie mejor para sustituirle. Un tipo en la línea de iconos del cine de acción como John McClane.

Este film produce ese “encanto” que es el que consigue que uno rápidamente se dé cuenta de que en ningún momento la película se toma en serio así misma, dando al espectador acción por la acción sin tiempo para la reacción… presentando rápidamente un plan de venganza delirante a cargo de unos vendedores de armas árabes lisiados, para luego centrar su punto de mira en el imposible dúo protagonista que, unidos a la fuerza y a la carrera, acaba funcionando y que todo buen amante del actioner de los 80s seguro lo sabrá apreciar.

Babak Najafi firma el asunto con brío, cierta mala leche y sin una personalidad que remarcar. Najafi se centra en mezclar el viejo cine de acción con las nuevas modas, buscando contentar a los dos públicos potenciales a los que va dirigido el film, insertando la cantidad justa de chistes malos, coreografía de explosiones en sitios icónicos y las dosis de dureza, agradecida y perfectamente representada en la persona de Mike Banning.

Gerard Butler se vuelve a sentir muy cómodo en el traje de (etiqueta del) héroe, clavando un cuchillo a un esbirro mientras retrasmite la jugada por walkie-talkie al jefe, al más puro estilo John McClane. Junto a él, Aaron Eckhart, un actor convincente incluso en las malas y en las imposibles recreaciones, y que soporta estoicamente los ataques de sus enemigos hasta que debe de empuñar las armas e incluso, ya desatado, empieza a soltar chistes.

En definitiva: Un agradecido regreso al cine de evasión tan habitual en los años ochenta y noventa con un protagonista capaz de llenar la pantalla a base de temple y masculinidad. Destaca por su mezcla de comedia intencionada (o no), por su despiporre explosivo y por ver Londres, una gran ciudad derruida y fantasmal, mientras nadie sabe si la propia policía son los buenos o los malos.

-Lo mejor: Butler y Eckhart. Su asalto final. Su despliegue de acción sin mensaje moralista marcado.

-Lo peor: La insistencia en presentar mediante rótulos a las decenas de personajes con cargos importantes que luego no tienen ninguna incidencia en el film. Las escenas de presentación de los diferentes mandatorios que parecen escritas por Seth MacFarlane.

-Más en: www.cineycine.com
Cineycine
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