Los perdedores

Antes de ver esta película entera al principio pensé que sólo por el nombre que tenía ya iba a ser de antemano un bodrio, pues de hecho yo una vez vi varías escenas de esta película que no me parecieron gran cosa y cambie de canal, pero hace poco he vuelto a verla (esta vez entera) y después de habérmela tragado puedo decir que no es tan mala como pensaba. No se como sera la novela gráfica en cuyo film esta basado, es más, ni siquiera se si esta traducida al castellano, pero lo que si se de sobra ya es que esta película mola lo justo como para merezca la pena verla, aunque sea una vez, al menos.
No quiero decir que sea un film sobresaliente, pero para los amantes de este tipo de pelis, como yo, por ejemplo, les molara seguro como me ha molado a mí.

Una de las pocas cosas que no me gusta de este film es, como no, el nombre que tiene, pues seguro que muchos pensaran que es muy mejorable (bastante diría yo) pero por desgracia ese es el que tiene, aparte de este detalle por lo demás, la peli engancha, no llegando a aburrir en ningún momento.

Vamos, que es guay, vaya.

Entretenido film de genuina serie B (o más bien C), adaptación de un cómic de la línea Vértigo de D.C., que no tuvo éxito en su paso al cine, pero que visto como lo que es: un tebeo, no está nada mal.
Si no se toma en serio puede hacer pasar un rato divertido.
Todo es intrascendente y, por ejemplo, los malos son de chiste, con escenas inclasificables de lo tontas que son, como cuando el malo malísimo le dispara a la cabeza a su ayudante de cámara, una preciosa chica, sólo por el hecho de que una ráfaga de viento desplaza el paraguas que llevaba ella y con la que le parapetaba de los rayos del sol.
Acción a tutiplén, explosiones, muertes, tiros, cohetes, de todo se ve en esta peli con unos efectos especiales divertidos y con la presencia grata de nuestro Óscar Jaenada, que apenas articula palabra pero parece que se lo esté pasando bien.
Intrascendente.

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Tiene algo Los perdedores que recuerda un poco a Operación Swordfish, de Dominic Sena, en el sentido de que es cine puramente comercial sin complejos. Está hecha para entretener, tiene acción, tiene humor, es sexy, tiene un reparto lleno de caras conocidas y guapas (Chris Evans, Zoe Saldaña, Idris Elba, Jason Patric, un carismático y atractivo Jeffrey Dean Morgan que es lo mejor de la película)... nada nuevo bajo el sol, pero no tiene nada de malo, sobre todo si el resultado final es, como decimos, tan simpático y tan bien hecho con el propósito de entretener.
Cine palomitero para disfrutar sin comerse mucho la cabeza. Nada malo.

El elenco es de gran nivel, con caras y nombres de esos que hacen que te plantees detenerte y ver la película cuando te cruzas con ellos en un zapping o en una cartelera. Y su argumento tampoco está nada mal: en líneas generales se desarrolla en lugares comunes del cine de acción de soldados de élite contra sicarios del narcotráfico, pero introduce giros interesantes con espías, romances y traiciones. Entre todos, en conjunto, hacen que la película resulte atractiva y entretenida, sorprendente por momentos.

Su problema es que siendo una película de 2010, propone una factura con grafismos y coreografías que llevaban ya varios años obsoletos, desde que “Salvar al Soldado Ryan” y “El caso Bourne” marcaron los nuevos estándares del cine bélico y de acción. En otras palabras, explosiones de pega, poca capacidad de combate de los narcos, muchas muertes al primer disparo, heridas limpias, desproporción en la puntería de buenos y malos y comportamientos ilógicos en unos esbirros que se empeñan en buscar la muerte avanzando sin cobertura entre fuegos cruzados. No se aprecia mucha evolución si comparas sus secuencias de acción o de guerrra con películas equivalentes del siglo pasado, ni en el concepto de buenos invencibles vs malos de atrezzo ni en la búsqueda de un mínimo de verosimilitud o rigurosidad táctica. Y como, desde luego no es un tema de presupuesto, me parece que algo ha fallado a la hora de definir el enfoque.

Sólo se me ocurre que la producción dio por hecho que todo espectador sería consciente del hecho de que “Los perdedores” procede de un cómic y entendería que, por tanto, le son aplicables las mismas licencias. Pero no, es como ver una película que trata de contar una historia en serio pero con una completa falta de sintonía con el tono de unas escenas de violencia que tienden al exceso y al espectáculo, sin dejar pasar la oportunidad de colar un chiste fácil donde sea posible. Irregular y desconcertante, “Los perdedores” no consigue esa coherencia entre fondo y forma, el equilibrio entre humor y sobriedad que Stallone ha logrado con sus entregas de “Los mercenarios”. Entretenida a ratos, pero simplemente pasable.

La adaptación de un cómic para mí desconocido, cuyo mayor interés radica en el deleite que produce escuchar los brillantes diálogos de Jaenada en un envidiable English-troll. Visión obligada en VO para una adecuada degustación. También sale la antorcha humana, uno de los watchmen y un Jason Patric particularmente patético. Una mezcla de ‘G.I. Joe’ y la última versión de ‘El equipo A’, entre otras. Vamos, una sandez sólo apta para acérrimos del subgénero ‘comando macarra’ que deja de entretener en la primera media hora. ¿O es en la primera media media hora?

A disfrutar.