Alpha Dog

A veces, oímos hablar del típico tío que insulta a sus padres, fracasa en prácticamente todo, no es capaz de parecer normal en ningún momento (siempre tiene la necesidad de llamar la atención) y se pasa la noche de fiesta en fiesta, de tía en tía, metiéndose de todo y bebiendo sin parar. Bien. Sentímos cierta lástima por esa persona, y decimos: "Vaya. Se juntó con quien no debía, y ahora es la oveja negra. Hay qué ver el daño que pueden hacer las malas influencias, las amistades peligrosas..." En esta película podemos ver a un grupo de colegas con casas de lujo gracias al negocio de la droga, que se pasan el día viendo videoclips de raperos, fumando (ya sea tabaco o maría), bebiéndose hasta el agua de los floreros y tirándose a toda tía que pasa por delante suya (ya sean novias o, simplemente, una chica guapa que había en la fiesta). Pero gracias a la influencia de sus padres (y ahí es a donde quería yo llegar). La mayoría de ellos fumadores habituales de porros, malhablados y alcohólicos. Con unos progenitores así, ¿cómo no van a salir esos hijos? A mí esas personas me han producido sentimientos contradictorios: lástima, y vergüenza ajena. ¿Cómo pueden preguntarse por qué sus hijos son así cuando ellos son los que les han inducido a llevar ese tipo de vida? A mí me ha sorprendido más esa especie de "moraleja" que se puede sacar de los padres que la de "a veces las cosas que empiezan como tonterías se pueden ir de las manos y acabar en tragedia", que ya la tengo muy vista.
El elenco de actores no está tan bien como debería: la mayoría está simplemente correctos y, en ocasiones, hasta fríos y sin gracia. Emile Hirsch no me ha acabado de convencer, tal vez porque pensé que tendría más protagonismo o porque tenía mejores expectativas en su personaje. Justin Timberlake hace un papel bastante bueno, lo tenía infravalorado. Ben Foster está impecable, al igual que Bruce Willis y Sharon Stone (ella sobre todo hacia el final de la película).
Puede que la película, a simple vista, parezca otra historia más de yonkis malhablados en la que reinan el sexo, las drogas y el rap, pero yo creo que tiene algo más que merece la pena descubrir. Y a pesar de que no es ni mucho menos una gran película, tiene sus momentos de genialidad que se te quedan grabados, y no es la típica historia de colgados... es algo más original.

Película que aunque se estrenó en el 2006 y quizás la mayoría habrán visto, viene a colación por la recién estrenada “Los Niños Salvajes” de Patricia Ferreira. Nick Cassavetes nos mostraba en Alpha Dog como unos jóvenes de un barrio bastante solvente en Los Ángeles hacían de “gánster” incluso a los ojos de los padres de estos mismos chicos. Por el nivel de vida los chicos y las ostentosidades de las que están rodeados se pensaría que el director se pasa tres pueblos reflejando la vida de estos privilegiados, pero cuando te enteras que está basada en la vida Jesse James Hollywood, un traficante de droga que se convirtió en el hombre más joven de la lista de los más buscados del FBI tu punto de vista cambia. Lo que tienen de parecido las dos historias es que ambos casos la educación, los valores y el respeto hacia los demás no están presentes y con esto tenemos a unos padres con poco tiempo para los chicos que compensan esa carencia de una forma materialista. Cassavetes dirige con fuerza un film con actores entonces un poco desconocidos pero que dieron buena muestra del talento que tenían y ahí están los frutos. Un Ben Foster (“Contaband”, “30 Días de Oscuridad”) que nos recuerda a Edward Norton in "American History X" o un Timberlake ( “In Time”) haciendo de un alocado amigo de Truelove ), a Emile Hirsch (“Hacia rutas salvajes”, “Los Amos de Dogtown) que ya despuntaba así con un Willis y una Stone a la altura de los papeles.
Banda sonora con las canciones del filme. Entre ellas, "Over the Rainbow" (Eva Cassidy), "Enemy and I performed" (Lazarus), "Bullet & a Target" (Citizen Cope), "Jake Breaks In" (Paul Bushnell), "Caribou Lou" (Tech N9ne) o "Revolving" (Paul Bushnell)


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Un buen reparto y un buen guión son los que hacen que esta película no aburra ni un instante.
Engancha desde el principio.
Las situaciones son desde desesperantes a cómicas.
No parece gran cosa, pero dentro tiene algo que no se definir...
Puede que sea Justin Timberlake, que actua realmente a la altura de las circunstancias. O puede ser Ben Foster, a quien se le coge un especial cariño.
De todas formas es una buena película, totalmente recomendable.

Pues Alpha Dog tiene puntos buenos y malos, sin embargo la ligera lentitud de su historia no es nada comparada con la crudeza de una historia que es real (por dificil que sea creerlo).
Es una cinta bien lograda y con un gran manejo del humor negro y el drama. Las actuaciones son en general bien logradas, y la historia es desgarrdora.
Al final, los puntos buenos vencen a los puntos en contra y nos dan una buena película.

Nick Cassavetes, un director interesante, cambia el drama romántico de El diario de Noah por la tragedia pura y dura de las luchas por drogas en California y las terribles consecuencias que acaban trayendo a los implicados.
Valiéndose de eficaces trucos de cámara (como la ya clásica pantalla partida a lo De Palma, que puso de moda de nuevo la serie 24), Cassavetes mantiene el pulso de la narración maravillosamente, consiguiendo que Alpha Dog sea una película cuanto menos entretenida, con un buen diseño de personajes y algunos momentos de gran intensidad. Son estos, sobre todo, los protagonizados por unos excelentes Anton Yelchin y Justin Timberlake, quienes consiguen que la insólita amistad entre sus personajes resulte emotiva y sincera entre tanto crimen y hostilidad. No se puede olvidar tampoco el soberbio trabajo del siempre fantástico Emile Hirsch, que clava la parte monstruosa de su Johnny Truelove sin que en ningún momento el espectador olvide que a pesar de todo se trata de un joven inseguro y perdido (porque ahí radica lo más terrible de toda esta historia real... todos los implicados apenas pasaban de los 20 años), o las presencias de los hoy muy populares Olivia Wilde, Amanda Seyfried y Vincent Kartheiser.
No es una película que entusiasme, no es una obra maestra, su estructura es algo errática y confusa (y afecta por ello a la credibilidad... los motivos de la decisión final de Truelove son imposibles de entender) y no pasará a la historia, pero es ciertamente una buena película de género que demuestra la excelente salud de la cantera de actores y directores jóvenes que se mueven hoy por Hollywood.

Lo mejor: Timberlake, Yelchin y Hirsch.
Lo peor: No llega nunca al sobresaliente, porque el guión no logra clarificar bien lo que sucede en pantalla.