La mujer del chatarrero

Este pequeño cuento real, interpretado en forma de documental por sus auténticos protagonistas no transcurre en un país muy muy lejano, de hecho está ocurriendo ahora mismo o a punto de ocurrir mucho más cerca de lo que imaginamos.
El autentico cuento es el que los políticos de turno nos vienen contando de que caminamos hacia una sociedad más justa y mejor y que para ello tenemos que apretarnos aún más ese cinturón del que la mayoría carece. La exclusión social cada día es mayor y me temo que las gentes no adoptarán el victimismo y la resignación de esta familia que se juega la vida cada día en un alarde de supervivencia. Apuesta Tanovic por la solidaridad entre los parias de la tierra, esos vecinos que comparten lo poco que tienen sin hacer preguntas.
Tanovic abandona momentáneamente su temática de la guerra de los Balcanes y apuesta por un cine social que no entiende de presupuestos para ser grande. El guión no necesita de añadidos al hecho escueto del incidente en el que todo va implícito.
El estado del bienestar se ha trocado en el bienestar del Estado por encima de sus ciudadanos.

Estoy de acuerdo en todo menos en lo que es la valoración de la película en sí, de manera que mi opinión se va a volver impopular desde esta misma afirmación. En Bosnia y Herzegovina hay marginados, por lo que sea, por culpa de esas chimeneas que echan humo, por culpa de la globalización, por la estela de la guerra... lo importante es centrarse en el hecho incuestionable de descubrir verdadera pobreza en Europa. Creo que es bueno que hayan películas como "La mujer del chatarrero", lo digo muy en serio y no soy contradictorio porque para mí también es indiscutible que como película fracasa porque es un documental disfrazado de película. No trago con estas cosas, ya no se trata de dar un paso más en el realismo social, esto es pasarse.

Lo que definitivamente me ha mosqueado es descubrir que los hechos reales que se describen y que afectan a esa familia gitana no están interpretados por actores tal y como los entendemos, no, por lo visto son ellos mismos los que escenifican lo que les sucedió. El padre, la madre, las hijas, el hermano, la suegra... Hacen de ellos mismos y por ahí no paso. Para eso, haber hecho un documental directamente, ¿por qué hacer una película?

Luego están los gustos por las formas, esa cámara que no para de temblar, que se pone al lado del presunto actor y básicamente lo que hace es molestar. ¿Y las escenas del hombre despiezando un coche o cortando leña? Puestos a recortar la película y hacerla mínima yo suprimiría esas escenas y me quedaría en sesenta minutos...

Así que es necesaria, por su contenido, por su compromiso, por su denuncia, porque agita conciencias y el alma se remueve, porque es un drama real. Su mensaje es conveniente, no diré que no, pero más importante es destacar que la película es fallida... y eso de no usar actores y que sean los propios implicados en la realidad los que se ponen ante la pantalla, pues no, no me gusta.