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Testigo Silencioso

Thriller. Intriga Días antes de navidad, un ladrón disfrazado de Santa Claus (Plummer) ve frustrado su asalto a un banco. Un humilde contable (Gould) se queda parte del dinero sin que nadie se percate, excepto el atracador. Al verlo, éste le persigue para que le dé su botín. (FILMAFFINITY)
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Críticas 23
Críticas ordenadas por utilidad
6 de marzo de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En vísperas de Navidad, un tímido pero perspicaz banquero aficionado al ajedrez (Elliot Gould), encuentra una nota en un autocopiativo de la sucursal que indica que el banco será atracado. Pronto identifica la caligrafía de un Santa Claus que trabaja en el centro comercial junto al banco, por lo que se anticipa al robo guardándose para sí parte de la recaudación en efectivo.
Cuando el ladrón (Christopher Plummer) perpetra el atraco, el botín no resulta ser tan abultado como esperaba y descubre que ha sido burlado por el contable.

A partir de entonces asistimos a un thriller de tensión, salpicado de toques gore, en el que el aburrido banquero comienza a hacer cosas de las que se creía incapaz mientras es perseguido por el estremecedor atracador.

Las protagonistas femeninas (Susannah York y Céline Lomez) actúan como meros adornos de relleno, salvo algunos momentos clave bastante puntuales.

La película no pasaría de ser un entretenido juego de suspense si no fuera por la escalofriante interpretación de Plummer, que eleva el filme hasta lo sublime en algunas secuencias. En sus ojos nos invita a ver a un pringoso y vengativo bandido, a veces patético pero siempre perverso, cegado por la codicia, resentido y desquiciado, reconvertido de cutre ladrón de bancos a perturbador asesino, sin desprenderse del todo de su fascinante embrujo.
Nashville
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27 de junio de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es la típica película que se desarrolla entera en un universo temporal (la vida dentro de una oficina bancaria durante unas Navidades) y de localización muy concreta (dicho Banco está dentro de un centro comercial en Toronto, Canadá), en la que el protagonista es un terror, suspense, o como se le quiera llamar, con un tufillo a acción ochentera tipo Tiburón, Superman, E.T., en la que el happy end está clarísimo antes de que desciendan las cortinas, (bueno justo en esta de Testigo silencioso, esto del Happy end no lo tengo yo tan claro).
Es cierto que es una película totalmente imposible de encontrar en DVD o Blue ray, que yo sepa. Solo la he podido grabar desde la televisión en Junio del actual 2022 emitida desde el Toro TV, emisión Madrid.
Así que ya saben, música maestro, apaguen el ordenador, enciendan el televisior, no lean más críticas y empiezen por lo menos a ver o disfrutar de esta joyita de la década más putrefacta del cine.
P.D. Para quien quiera seguir mi trayectoria como cinéfilo, hay dejo otra lista de las mías:
Si tuviese que elegir una película por cada década que pudiera catalogar como simplemente entretenida, lo cual en cine significa mucho, pues equivale a maravillosa, eterna, perfecta, etc, etc, en mi caso, que llevo vistas a mis 51 años, unas 1.400 películas, las siguientes:
Años 20, Ladrón de Bagdad (muda, 1924, Walsh)
Años 30, Sucedió una noche (34, Capra)
Años 40, El bazar de las sorpresas (40, Lubitsch)
Años 50, Pero … ¿quién mató a Harry? (55, Hitchcock)
Años 60, El apartamento (60, Wilder) o Blow – up, deseo de una mañana de verano (66, Antonioni)
Años 70, Esta que nos ocupa hoy, Testigo silencioso (78, de un tal Daryl Duke, desde Canadá)
Años 80, Jó que noche (85, Scorsese)
Y de los 90 hasta hoy ya no voto, pues en mi opinión el cine de verdad falleció el año 1975 con la maravillosa Alguién voló sobre el nido del cuco (Milos Forman dirige a Jack Nicholson y su maravilloso resto del reparto coral).
Piano y yo
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25 de junio de 2012
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Insisto en que me parecen bastante pobres las actuaciones. Un Elliott Gould que hace bien su personaje, pero me imagino lo que podría haber hecho un Ray Milland en este papel...
Las chicas están bien, pero la empleada del banco podría esforzarse más. Es notable la belleza de la devenida en amante del asaltante...
En el asaltante. ahí si que veo un buen actor, calculador, cínico, frío, con una mirada que asusta. y finalmente el guión, el cual me pareció excelente, levantó el puntaje de la película a poco menos que 10. Para verla más de una vez. Lo que hice.
Sigfrido2
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19 de diciembre de 2018
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
163/01(05/12/18) Entretenido aunque sobrevalorado en su puntuación FA, thriller canadiense dirigido por Daryl Duke, primera producida por Carolco Pictures y una de las primeras películas del país en aprovechar el plan de incentivos "Capital Cost Allowance" del gobierno canadiense, otorgó a las compañías de producción incentivos fiscales para hacer películas comerciales en Canadá. Remake de la película danesa “Think of a Number” (Tænk på et tal) de 1969 escrita y dirigida por Palle Kjærulff-Schmidt, basada en la novela de 1969 Tænk på et tal del escritor danés Anders Bodelsen. El guión del posterior director Curtis Hanson tiene algunos ingeniosos picos (probablemente remanentes del libro), con duelo psicológico estimulante a ratos, con ciertas dosis de humor, con algo de mordacidad, con algunos giros inteligentes, y con algo de erotismo (el hermoso cuerpo de Céline Lomez), y una actuación palpitante de Christopher Plummer en el rol de un villano psicópata que borda, protagonista de una escena de violencia salvaje impactante. En el territorio de los peros está su ritmo desequilibrado, algunas lagunas argumentales, y sobre todo un desmedido metraje que hace que se alargue demasiado, perdiendo gas hasta llegar desinflada a un final ramplón, quedando en una cinta funcional.
El relato se convierte en un clásico juego del gato intentado atrapar al ratón, donde el ratón (Miles Cullen encarnado por un correcto Elliott Gould) es en este caso un personaje blanco en su bondad y nobleza, de hecho es un tipo que en unas determinadas circunstancias se convierte en un ladrón de guante blanco que intenta “robar” (mediante4 una casualidad, aderezada por mucha sagacidad) a un atracador, este por supuesto es el gato (Harry Reikle actuado por un aterrador Christopher Plummer), estableciéndose entre los dos un tour de forcé psicológico con buenos momentos, siendo notable el del primer entente entre ellos, cuando el “gato” telefonea al “ratón” a su apartamento, y le pide que se asome a la ventana, entonces Miles lo hace y ve a Harry en una cabina mirándole mientras le habla, en una secuencia turbadora en el modo sardónico en que le amenaza para le de dinero. Estos enfrentamientos son la salsa del film, pero se pierde mientras nos cuela los relaciones amorosas de Miles, puro relleno comercial de cara a mostrar bonitas caras con sus respectivos cuerpos (Susannah York y Céline Lomez), como si faltaran ideas para que avanzara, y que solo sirve para extender un metraje más allá de lo deseable.

Hay momentos que se sienten fuera de lugar, solo para enfatizar lo malo que es el villano, me refiero a cunado vemos a Harry golpear a una mujer al principio, nada aporta más allá de un subrayado incensario, quizás inseguridad en el director en mostrar lo malo malísimo que es Reikle, cuando el actor da muestras suficientes con su vibrante actuación.

Elliott Gould da una interpretación plana, sin dejar huella alguna, el guión le pone el detalle de que le gusta jugar al ajedrez consigo mismo, para remarcar su inteligencia, pero esta no va más allá de ramalazos; El que si exhibe energía y una electricidad vehemente es un Christopher Plummer arrollador en su rol de psicópata, su mirada, gestualidad y oralidad poseen un don del terror incisivo; Resto del reparto no pasan de perchas con poca o ninguna alma, como las ya referidas York y Lomez. Si acaso mencionar la aparición de un cuasi-novato John Candy, posteriormente popular por sus papeles de comediante.

La puesta en escena resulta funcional, rodándose en Toronto, siendo el centro el Eaton Centre de Toronto, donde se encuentra el banco. La música es obra de Oscar Emmanuel Peterson, un pianista y compositor de jazz canadiense, llamado " Maharaja del teclado" por Duke Ellington.

El centro de la historia está cogido con pinzas, pues no se entiende que le impide a Miles denunciar el acoso de Harry? Ante las posibles denuncias del atracador hacia Miles, este siempre puede negar la mayor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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17 de abril de 2014
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas ambientadas en los años 70 siempre me han gustado de partida. Esta no necesita ambientarse porque pertenece a esa época.
La interpretación de los actores no es que sea una maravilla pero correcta. El guión no es para tirar cohetes, correcto, la idea original es buena, pero al final le ha faltado un mejor desenlace. Y por último, la puesta en escena de esta película ha sido magnífica, por lo que consigue que la puntúe como buena.

Pero lo que observo es un cierto defecto que devalúa el conjunto: Ver spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Roy Batty
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