The Damned United

He visto muchas películas sobre fútbol y muy pocas me han parecido buenas. Sí que es verdad que algunas me gustaron, pero casi por todo lo que no tenía que ver con el fútbol. Aquí, tampoco es que haya demasiado fútbol tal y como lo conocemos, pero sí que es un muy curioso reflejo del concepto de "manager" que existe por las islas británicas.

Bajo una profunda capa de biopic, Tom Hooper nos lleva el duelo entre dos entrenadores que tiene que ver con egos, ambiciones y una extraña sensación de tristeza y deslealtad encarnadas por un excepcional Michael Sheen. The Damned United va sobre los hombres en la sombra que hacen realidad las aspiraciones y sueños de los que están en primera línea, y toca temas quizá demasiado profundos para una película con un público muy concreto. Sin embargo, aunque el target es el que es, The Damned United es una película que puede gustar también a aquellos que no les gusta el fútbol, aunque quizá se pierdan en algunos tecnicismos o en el organigrama funcional convencional del cuerpo técnico de un club inglés.

Eso sí, Tom Hooper se encarga de marear un poco la historia con idas y venidas temporales entre Leeds, Derby County y demás pasajes. No acabé de ver la necesidad de ello, aunque le da a todo una perspectiva más interesante.

Si hay una buena historia, lo más probable es que haya una buena película. La de Brian Clough es una historia maravillosa, la de un entrenador que cogió al Derby County en Segunda División y lo hizo campeón de liga y luego superó la hazaña con el Nottingham Forest, al que ascendió, convirtió en campeón de liga y le hizo ganar dos veces seguidas la Copa de Europa. Nada más y nada menos. Así que sólo había que buscar una manera de contarla para tener una buena película.

Y ahí entra la labor de un tipo absolutamente desconocido para un servidor, como es el director Tom Hooper, que cuenta la historia por su lado más original, centrándose en el fracaso de Brian Clough como manager del Leeds United, por entonces el mejor equipo de Inglaterra. O sea, que narra la historia de un ganador pero centrándose en cuando fue perdedor, en los 44 malditos días en los que entrenó en Ellan Road y su particular relación con este club construida a base de flashbacks.

Al margen de la potentísima historia, la cinta tiene un toque setentero que enamora. Esas camisetas de algodón con los números y el escudo del equipo como único aporte del diseño nos recuerdan que hubo una vez una época en la que el markéting no existía en el fútbol y que el Leeds vestía de amarillo o de azul cuando jugaba fuera y de blanco cuando lo hacía como local, sin más colores raros ni camisetas alternativas. Ese estadio del Derby, el Baseball Ground, comido de mierda y de óxido, con el entrenador limpiando los vestuarios, nos dice mucho de los viejos campos ingleses. Esos capitanes que mandaban más que los managers, esos entrenadores que fichaban sin que el presidente supiera nada y luego se permitían el lujo de criticarlos en rueda de prensa... Todo eso nos recuerda que el fútbol es un deporte muy grande y que, como todo en la vida, está hecho de rotondas y columpios. El Leeds, ese equipo tan grande, hoy purga sus males en Tercera. El Derby y el Nottingham no sé ni dónde andan.

Supongo que hay detalles exagerados, como algunas de las actitudes de los jugadores del Leeds, como el juego sucio, como las declaraciones de Clough, pero la peli es futbolera a tope y engancha desde el primer minuto, desde que se oye ese Glory Glory Leeds United que sale de las entrañas de Ellan Road. Y luego están Clough y su odio visceral hacia su antecesor, Don Revie. Y Clough diciéndoles a sus pupilos que tiren las medallas porque las ganaron de manera sucia. Y Clough peleándose con su asistente Peter Taylor. Y Clough, arrogante y engreído como él solo, en tantas y tantas situaciones propias de uno de los personajes más grandes que ha dado la historia del fútbol.

No se queda corta en lo que leo por ahí sobre que es la mejor película relacionada con el fútbol, creo que nunca han ido de la mano, incluso cuando son cintas sobre la violencia generada por los hooligans, pero en esta ocasión han obtenido un producto altamente entretenido sobre la figura del mister, resumida en la frase del presidente, es lo más bajo de todo, es lo primero que se cambia.

No me parecen adecuados los saltos temporales y no llega a ser polémica ni agresiva, pero promueve una buena lección sobre la arrogancia y la humildad, sobre la ambición y el talento en una relación de amistad entre tantas otras, soy fanático del fútbol, y éste, como me imagino que todos los deportes, está plagado de historias, en cada club ocurren cosas extraordinarias, esta es una más.

A los que les parezcan exagerados los personajes que se molesten en conocer a Mourinho por un lado, o a Preciado, por ejemplo, por otro, el fútbol ofrece noticias de una humanidad límite para bien y para mal, cada semana, da segundas oportunidades o fulmina a personajes importantes en pocos meses, léase Luis Aragonés y su Eurocopa, en el caso "The Damned United", muestra una obsesión, una carrera en la sombra, pero que sin embargo acaba poniendo a muchos en su sitio, el deporte tiene estas pequeños milagros, el fútbol puede ser justo e injusto, como la vida misma.

Aunque sea el tema central, The Damned United no funciona como típica película deportiva sobre la superación personal y el triunfo, sí que habla de ello, pero no de la forma habitual ni desde el punto de vista de los jugadores. Es más, la película puede resultar interesante y amena incluso para aquellos que ni disfrutan ni les gusta el fútbol.

La película está basada en la historia real de Brian Clough (Michael Sheen), un entrenador que pasó de triunfar con varios equipos modestos a hacerse cargo (ante la reticencia de los jugadores) del Leeds United, el más importante del momento. Se hace hincapié en sus altibajos profesionales, en su pasión por el deporte, en su carisma y en su incontenible verborrea, lo cual le provocó muchas enemistades. A destacar la sensacional interpretación realizada por Sheen, quien no sólo se parece físicamente a su personaje, sino que ofrece una actuación intensa y poderosa. Sin duda su trabajo se sitúa entre lo mejor de la película, como también lo es la replica que recibe por parte de Timothy Spall, quien interpreta a Peter Taylor, su mano derecha y amigo. Es más, la película pone más enfasis en dicha amistad que en mostrar el ambiente familiar del protagonista, tema por el que pasa casi de puntillas.

Uno de los grandes aciertos de la película reside en su narración, la cual va adelante y atrás en el tiempo, consiguiendo con ello dotar de agilidad al relato. Lo mismo se podría decir de su dirección. Pero si hay algo que destaca en el apartado técnico en su fantástico trabajo de fotografía. Aunque todo ello queda empequeñecido por el estupendo tono sarcástico de la propuesta (típico de la comedia inglesa) y por la gran pareja que forman Sheen y Spall.

No hace falta ni que te guste el fútbol para verla.
Michael sheen y jim Broadbent, reencarnan físicamente y moralmente el sentir de aquella época en Inglaterra, donde nos cuenta el punto de vista de las negociaciones que se dan en las entrañas del fútbol, muy curiosa y muy entretenida, engancha desde el primer momento