Carta blanca

Vía libre. Eso es lo que les ofrecen, por tiempo limitado, Maggie (Jenna Fischer) y Grace (Christina Applegate) a sus respectivos (y salidos) maridos, Rick (Owen Wilson) y Fred (Jason Sudeikis). O lo que es lo mismo, unos días de desenfreno sin tener que justificarse. Pero, lo que se presenta como un generoso regalo pronto se convierte en un tormento (la edad no perdona) y en una complicada carrera contrarreloj en busca de sexo ocasional.

Los hermanos Farrelly continúan en su línea, filmando películas protagonizadas por hombres que se niegan a crecer (a madurar, más bien). Como también continúan explotando el humor soez, aunque éste queda algo diluido en medio de una trama tan convencional como pacata. Al final sólo se salvan Sudeikis y algún momento puntual (véase el colocón en el campo de golf).

Es la típica película de los hermanos Farrelly. Pero algo ha cambiado, ahora hay menos locura en el guión pero también menos golpes. Sigue siendo una película de ellos y al que no le gusta que se bromee del sexo, semen y demás fluidos que no vaya a verla. Es una película que entretiene (tampoco es la más entretenida pero está bien). Los papeles de hombres inmaduros son una exageración que necesita el guión de una comedia de esta índole y la trama por la que se lleva el film es la más lógica y natural. Me parece una comedia correcta y entretenida, pero siempre hay que ir al cine sabiendo a lo que vas.

Y es que en su crítica (incluída en la ficha de Filmaffinity de esta película), el crítico habla del film como un retrato de la "pitopausia". Y sí, acierta, pero luego viene a decirnos que es una buena película. En lo muy objetivo acierta, en el resto, se equivoca, quizá porque ha envejecido ya como crítico y sus opiniones pertenecen más bien a primeros de los años 90, cuando los Farrelly vieron por primera vez la luz en salas comerciales.
De esta "Carta blanca" se podría decir mucho en contra, pero me limitaré a decir dos cosas a favor: no merece su visionado más allá de dos o tres chistes que sí funcionan, pero lo más positivo es que, tras verla, te apetece revisar películas que sí son estudios divertidos y profundos sobre esa pitopausia, como "10, la mujer perfecta" o "Una cana al aire", por recordar al maestro Blake Edwards. Incluso, siguiendo con Edwards, podríamos revisar "Mis problemas con las mujeres", aunque sólo en la versión del director de "La pantera rosa", pues el original francés de Truffaut tiende más a una muy diferente visión de las relaciones hombre-mujer que al simple análisis o retrato de esa crisis de los cuarenta. En cualquier caso, ahí tendrán siempre a Billy Wilder y su dos particulares "Cartas Blancas": "La tentación vive arriba" y "Besame Tonto", tremendamente irregulares pero infinitamente más eficaces que este atontado film de los Farrelly, que debe recurrir....

Sigo sin entender muy bien el éxito de los Farrelly. Ni siquiera su venerada "Algo pasa con Mary" me ha hecho sonreír. Esta película es más de lo mismo o aún peor. El humor de caca, culo, pedo, pis, las conversaciones sobre penes, las masturbaciones en coches o las cagadas en público dejaron de asustarme o resultarme irreverentes a los 10 años. Es como si los Farrelly fueran unos eternos adolescentes fumados de humor fácil. Confieso que es la primera vez que critico una película habiéndola dejado a la media hora. Simplemente no pude. Lejos de hacerme reír, me provoca vergüenza ajena.

Confesaré que tengo cierta debilidad por el cine de los Farrelly, en general me gustan sus chistes y sus gags, y si a esto le agregamos el hecho de que Owen Wilson me parece un buen actor para la comedia, "Hall pass" se presentaba como una propuesta irrechazable.
Y debe ser quizá que tenía mis expectativas muy altas porque no me ha divertido como esperaba, es decir, no me malinterpreten, me ha hecho reír pero no tanto como hubiese querido.

A diferencia de muchos yo creo que los gags de los Farrelly en esta ocasión no están a la altura de sus nombres, ni la escena del golf, ni los calambres de Wilson en el gym, ni la chica con apendicitis, etc.; ninguno me hizo reír demasiado. Sin embargo se nota una maduración porque lo que no me hicieron reír los gags lo han logrado con los diálogos, realmente los chistes y las conversaciones entre Sudeikis y Wilson son inmejorables.

Es bueno ver a Applegate en éste tipo de cine soez porque realmente se luce y Wilson me cae muy bien porque no es el típico galán, incluso cuando le toca interpretar a galanes parece esconder una melancolía en su interior.

En definitiva creo que la propuesta y sobre todo el planteamiento 'reflexivo' sobre la libertad en el matrimonio es muy bueno, la idea de que la libertad sólo te recuerda que no quieres ser libre es muy acertada; el problema es que la puesta en escena es fallida o al menos torpe y no tan jocosa como pretende.

Lo mejor: los diálogos.
Lo peor: las situaciones que no logran hacer reír te recuerdan que el film no es tan bueno.