Amor idiota

Pretende ser tan inteligente todo el rato a cada segundo, original, extravagante, transgresora, brillante, estupefaciente que resulta o es, sí, idiota, terriblemente estúpida, forzada, artificiosa, insufrible, pedante, repelente, cargante, a lo que no ayuda mucho, desastre, precisamente el horroroso doblaje.
El amor fou, surrealista, dadá, kamikaze, el sexo contra la corriente lobotomizada de toda la gente, el amor como único asidero o idea absoluta ante el caos reglado absurdo del mundo, ante la muerte que acecha, la pasión fortuita, azarosa, podías haber sido tú como cualquier otra o quizás solo ella, quién sabe, indistinguible, casual, encontronazo, saboteador, dinamitero, contranatura, anticonvencional, gagá, todo eso.
Ella no está ni mucho menos tan buena como aparentan o nos dicen quieren dar a entender aunque lo hace mejor de lo esperado pese a lidiar con semejante papel/coso, tiene garbo garbancero choni. Él... vaya. Pero lo peor son esos parlamentos subnormales del colega, qué pelma, válgame Dios. Y el argentino amigo pelotudo también tiene lo suyo.
Cincuenta sombras o soles de Grey antes de tiempo. Un poco más tarde hubieran arrasado, hay que estar en el sitio justo en el momento exacto, se lo hubieran llevado todo por delante, la gloria, la pasta, el taquillazo, qué duda cabe, qué pena, no acertaron, desacompasados.

El amor es ciego, como justipreciar la calidad del resto. "La Verdad", ante la visible presunción de invencibilidad, sólo me viene a la mente "Aquella imbecilidad valiente" que, por suponer, recriminaba al pastor la suelta de las simples ovejas al monte, dejándolas al designio de lobos y demás rapaces.

Su eminencia no alcanzaba a comprender que la naturaleza, como el todo para la nada, es "Control Ordenado", no tiene necesidad de las aprensiones humanas. El hombre incordia, puesto que su genoma o conjunto de genes de un individuo, le predispone a la necedad, tanto en cuanto su espíritu, quizás débil (¡Siempre pusilánime!) le sume en un constante ridículo.

Más prepotencia insistente e infantil, como pintarrajeada careta de sus múltiples canguelos, sólo denuesta a su reflejo, ya que no puede esconder la "Intención" de erigirse el amo del establo. Poder se puede, amigo. Uno ya me lo anunció hace un par de años, sólo la mediocridad unta al mediocre, como sólo el anonimato maquilla fuerza al cobarde.
Tutancamón maldijo a los hombres por aventurarse a respirar su aire, sólo esto era una afrenta punible. A nosotros nos puede parecer su medida desorbitada, quizás, pero siendo sincero, sólo es necesario un caprichoso ungüento para asquear a los humanos, ¿os imagináis el celo que provoca todo ese poder?

Sólo lamerse las heridas cura al insensato, incluso las de amor escuecen más según el espumarajo. Uno: Memoria. 2: Irresponsabilidad, ya que no sirve de nada exigir locura al cuerdo, tampoco perdáis tiempo negándole al pirado su deseo de normalidad. Según muestra esta película, los tontos desaprovechan su vida soñando que su idiotez no es óbice ni estorbo.

Amén

¿Alguien me puede explicar cuál es el proceso de selección de guiones cinematográficos?¿Cómo es posible que un guión tan estúpido, que parece haber sido escrito por algún idiota en su happy hour, haya podido pasar todos los filtros, hasta convertirse en una película? ¿Alguien se puede creer que si no lo firma el señor Pons, ó cualquier otro de la actual cuerda cinematográfica, no hubiera acabado en la basura (muy probablemente sin haber sido leido)?
En esta película no se salvan ni las escenas de sexo, único reclamo en muchas de las películas españolas, por ser rodadas con el mismo talento que se escribió el guión y tener unos protagonistas poco agraciados para esos menesteres.
En fin, otra ocurrencia a cargo de los presupuestos del Estado.

Regular, tirando a mal...Hay escenas que uno se pregunta que de dónde salen y cómo se le ha ocurrido a Pons poner eso ahí. La voz en off, termina cansando y hay mucha repetición en el guión. Se salva por ver a la Cayetana en plan sexi, pero poco más.

Estimado Domiciano,

Lo malo de Ventura Pons es que se siente un ser iluminado que ve más allá de lo que vemos las personas corrientes. Y eso, además de que no es cierto, a veces le sale bien y otras veces le sale mal, como ocurre con "Amor Idiota".

Además, los actores mal escogidos, no son buenos, como casi todos los que elige este director, a excepción de Rosa María Sarda (en ésta no sale) que es una habitual de Pons y siempre lo hace bien.