Clockers (Camellos)

A veces ve uno la pinta de Spike Lee y, si adoras la ciudad de N.Y. por el simple motivo de que te atraen los barrios de negros, esa forma de vida y esa cultura, dices "que va, ese no salió de ahí, lo hubieran matado...", pero cuando lo mira bien acaba teniendo la sensación de que es de los artistas que menos puede esconder sus raíces, y aprecia que, con esa aparente fragilidad, se las ha ingeniado no para sobrevivir, sino para llegar a lo alto del cine mundial, muchos no se explican cómo.

Su cine no son las obras maestras y redondas de W. Allen, volviendo a las pintas, pero igualmente son un continuo homenaje a la ciudad, de hecho, estoy seguro de que la he conocido mejor de manos de Lee, las de Allen hablan sobre algunas personas excéntricas, las de Lee de la calle, son películas contadas por anécdotas comunes y rodeadas de delincuencia, y sin embargo no dejan de ser bellas en la dulzura que se imprime, una buena mezcla para hacer más light y más comercial un producto cargado del drama de la violencia de bandas, de la pobreza y el apartamiento, del dolor y de la humildad...

Richard Price es un reconocido escritor y guionista que ha colaborado con grandes series de la televisión como The Wire o The Night Of. Su pasado en el Bronx ha marcado su literatura, directamente conectada con el barrio y sus gentes. Tras haber colaborado con Martin Scorsese como guionista de El color del dinero y Historias de Nueva York, Scorsese había comprado los derechos de la novela Clockers para llevarla a la gran pantalla, pero otro gran proyecto llamado Casino se cruzó en su camino. El director italoamericano decidió ejercer la función de productor en el film y dejarle la dirección y la colaboración en el guion a Spike Lee. Centrando la historia en la cotidianidad del barrio, en la linea de Haz lo que debas, pero alejándose de los puntuales toques de humor de ésta, Lee puesta por una mirada más trágica y dolorosa para Clockers. El drama que viven las familias de los barrios marginales de Brooklyn por el tráfico de drogas se ve reflejado a la perfección en el film. Chicos jóvenes apadrinados por traficantes de drogas que les ofrecen un camino fácil hacia el dinero y el poder, un imaginario de hip hop que refuerza la imagen de que para ser respetado has de ser un tipo duro que cometa actos deplorables y un mercado laboral que resulta opresivo para los que intentan salir del barrio sin cruzar el umbral de la ilegalidad. Todo narrado a través de una trama de investigación policial un tanto confusa, en el que uno camello conocido por la policía ha sido asesinado. Los sucesos apuntan de forma evidente hacia Strike, el protagonista del film, un joven camello que sigue los pasos de Rodney, un importante narcotraficante que lo ha apadrinado. Delroy Lindo y Harvey Keitel ofrecen las mejores interpretaciones de la película encarnando respectivamente al narcotraficante y al policía que lidera la investigación, pero lo que acaba calando en los huesos tras su visionado es la dirección de Spike Lee. Pinceladas de estilo documental, primeros planos, movimiento constante de cámara, montaje ágil y una elección de banda sonora que resulta impecable para acentuar el drama de la historia que nos narra. Desigualdad racial, marginación y violencia vuelven a ser el epicentro de esta historia sobre asesinatos, tráfico de drogas y vidas truncadas, en el que la mirada de lo que sucede en esos barrios olvidados resulta cercana y comprensiva. La huella del gueto.

Más críticas de cine y series (y algún que otro monigote): https://unhombresinpiedad.com

El señor Lee nos enseña su visión, que considero muy acertada.
Muy real esta película, nadie que la vea quedará descontento.
Visionaré más del señor Lee.

A pesar del rollito best-seller que desprende de vez encuando, se nota que la mano de un director de la categoría de Spike Lee anda suelta y nos cuenta una historia desde un punto de vista mucho más realista de lo que otro podría haber hecho con un guión así. La banda sonora muy acertada. El sello Lee in crescendo. Lo mejor, las interpretaciones de Harvey Keitel y, sobre todo, John Turturro, siempre comportándose como un secundario de lujo, aquí lo reborda. Además del personaje que interpreta Regina Taylor, otro punto más.
No es "Haz lo que debas", no es "Fiebre salvaje" ni tampoco "Summer Of Sam", pero vale la pena echarle un vistazo.

Que pinta una canción en cada escena de la película? Canciones que no pegan para nada... le están dando una paliza a un chaval con música ochentera 'happy' de fondo..... en serio?

La música ha sido lo peor de la película sin duda, junto a alguna actuación, como la del protagonista.

Película floja y aburrida en general.