The Relic

Personalmente me gustan mucho este tipo de películas. Desde pequeño he visto todas las que he tenido oportunidad (Alien, Depredador, ...), por lo que esta sin llegar al nivel a las grandes del género cumple sobradamente.

Si te gustan las películas de terror de bichos resulta interesante y no defrauda. Tiene todos los tópicos vistos en este tipo de películas.

Recomendable para amantes del género.

Estamos ablando de un thriler basado en una novela del mismo nombre del director Peter Hyans. Como adaptación no se asemeja mucho a la novela pero eso no la convierte en una mala película porque si. La película es intrigante, te mantiene con tensión, un guión aceptable y unos efectos especiales sumamente excelentes incluso para la época. En mi opinión es un excelente largometraje ideal para entretenerse.

... pero no de risa sino de miedo. La adaptación cinematográfica de la novela homónima de Douglas Preston y Lincoln Child se lleva palos hasta en el carnet de identidad por la nula fidelidad con el texto original, pero si dejamos al margen esta particularidad, "The Relic" es un llevadero entretenimiento que mezcla el terror, el thriller policial, la aventura y el cine de catástrofes. O dicho de otro modo, viene a ser un cruce entre "Alien" y "Mimic" (1997). Por cierto, aclaro que cuando me refiero a Alien, lo hago si no digo nada en contra a las dos primeras, la de 1979 y 1986. Posiblemente le sobren minutos al principio, incluso le cueste arrancar, pero una vez estamos encerrados en el Museo de Chicago este terrible bicho nos deparará una larga segunda mitad decididamente animada.

Y ahora vamos a hablar de otras cosas interesantes. En un momento dado explican lo que es la Teoría de Calixto, que aunque nunca la había oído mencionar, de hecho creo que no existe, me parece una acertadísima explicación sobre el desarrollo de la vida en la tierra. ¿En qué consiste? Pues que, según he entendido, a veces se producen unos saltos que marcan el paso de una especie a otra, de imposible explicación científica o al menos no desde la teoría gradual de la evolución por todos sabida. No puedo acabar mi crítica sin lanzar un elogio a la superstición, entendida según el DRAE como "creencia extraña a la fe religiosa y contraria a la razón". Es decir, un pensamiento heterodoxo confesionalmente e irracional pero no por ello equivocado, sino tal vez lo contrario.

Un grupo de científicos encuentra la talla de un enigmático dios adorado por la tribu kothoga en el amazonas. El extraño ídolo es enviado al Museo de Historia Natural de Nueva York envueltos en las hojas de una planta desconocida antes de morir toda la expedición. Al cabo de un tiempo la policía encuentra el barco con las cajas y toda la tripulación muerta, se encarga del caso el teniente vincent d'agosta y las cajas las envían al museo donde al poco tiempo aparece un monstruo, como el representado en la estatuilla de la tribu, que empieza a asesinar de una manera un tanto....especial.
Como película en sí es algo entretenida pero un poco flojilla. Eso sí, para los seguidores de los geniales Preston y Child como yo, esta película es un insulto, a raíz de esto lo he votado con un 1, ya que creo que es la peor adaptación de una novela a la gran pantalla.

Algo se esconde bajo el suelo del Museo de Historia Natural de Chicago. Es peligroso, su origen es desconocido, se mueve rápidamente, no hay testigos cuando aparece, porque todo aquel que lo presencia acaba con la cabeza separada del cuerpo y sin su correspondiente hipotálamo en el cerebro...

Esa es la amenaza que se nos presenta en "The Relic", la película con la que Peter Hyams, tras la peripecia que supuso "Muerte Súbita" junto a Van Damme, llevó al cine la exitosa novela de mismo nombre escrita apenas dos años antes por Douglas Preston y Lincoln Child. Ambos autores habían ideado una historia que combinase elementos de terror y suspense apoyados en bases científicas y biológicas muy en la línea del estilo de Michael Crichton, centrando la acción en el museo de New York.
Un "techno-thriller" que contó con varias secuelas y que sin duda cobró importancia entre la comunidad científica, por su crítica tanto a los peligros que entraña la manipulación genética como al papel que toman los museos y aquellos que los dirigen de cara a la sociedad, y Preston sabía bastante del tema, ya que fue el relaciones públicas del mismo Museo de Historia Natural de New York. Pues ya está, como siempre permaneciendo en alerta a todos aquellos libros de género asequibles para trasladar a la pantalla, la industria cinematográfica no podía aguantarse ante una historia de terror con monstruo tan jugosa como "Relic".

Adaptada por nada menos que cuatro guionistas, y sufriendo cambios a mansalva, "The Relic" se convertía en largometraje bajo la producción del equipo del tándem Frank Marshall/Kathleen Kennedy y la dirección de Peter Hyams. Empezando como una de las aventuras de Indiana Jones, la trama sigue la mala experiencia del antropólogo John Whitney con una tribu sudamericana para pasar a una breve secuencia de investigación policial en el barco que tenía que trasladar los objetos del doctor al museo, y que si hacen memoria les recordará un poco a la de "Sospechosos Habituales".
Donde conocemos al cáustico y supersticioso teniente Vincent D'Agosta, encarnado por un Tom Sizemore en su primer papel principal en el cine, y a su equipo. Más tarde nos metemos en el mundo de las batas, los animales disecados y los ordenadores cuando seguimos a la atractiva doctora Margo Green, a la que da vida la guapa Penelope Ann Miller, muy activa y eficaz en su trabajo, incluso la vemos protagonizando las típicas rencillas con compañeros de trabajo, como ese Dr. Greg Lee (en la novela es japonés, pero se ve que a los productores un chino les resultaba más gracioso). Como podemos ver, todo personaje que hallamos y que va apareciendo luego, responde a todos los estereotipos de estas películas.

Llevar a la pantalla una historia así supone mucho, la verdad, sobre todo si la mitad del argumento se trastoca en pos de lograr una mejor respuesta de público. "The Relic" logra acumular suspense y tensión en muchos momentos, y Hyams sabe mezclar la sensación de angustia que se vive en el museo con grandes dosis de violencia y acción, además del buenísimo trabajo de efectos visuales y ese detalle de que el terror esté conducido por lo científico, por unas bases tangibles y creíbles, más que por lo sobrenatural; sí, todo eso está muy bien...lo malo es que este director es demasiado comercial para una historia así, y en consecuencia el resultado será de las misma pasta.
El problema del film es que, al menos a mí, no me llega a asustar como debiera; es inquietante pero no aterrador, se ahoga en las concesiones del mundo hollywoodiense, porque eso sí, espectacular desde luego es. Los errores de la trama son los relativos a los cambios de la novela; los personajes son arquetipos del género y la película acaba recordando a mil y un títulos de similar propuesta, sobre todo a aquellos que incluyen monstruos o bichos gigantes que van matando a los personajes uno a uno, como "La Bestia bajo el Asfalto", "Parque Jurásico", "Depredador", "La Cosa" (ese "¡vete al Infierno!" ya lo había oído yo en otro lado) y en especial "Alien", porque la escena en la que vemos cómo la bestia le pasa la lengua por el cuerpo a Miller está directamente sacada de la tercera parte de las aventuras del bicho espacial, que dirigió David Fincher.

Por si fuera poco, el giro de la trama que debiera ser la sorpresa final se sabe casi media hora antes de que nos lo digan, y en mi opinión el monstruo no tendría que haberse descubierto hasta el mismísimo final. En fin, son cosas como estas las que hacen que este tipo de adaptaciones no lleguen a impresionar a los que de verdad esperan algo más que la típica película americana de horror y ciencia-ficción destinada al consumo fácil, de rápida asimilación y olvido.
Le podría haber dado más puntuación, pero no después de ser testigo de esa carrera que se pega la prota delante del monstruo en llamas mientras todo el laboratorio está explotando...y aún así, ¿la tía se salva? Venga, por Dios, qué manía la de esta gente de Hollywood de tratar al público de subnormal. Además, Margo Green no es la que lo mata en el libro, sino el agente Pendergast, que, para más inri, no aparece en la película.

Por lo menos podemos disfrutar de la que seguramente es la más graciosa estampida de la Historia del cine protagonizada por gente de clase alta.