Dragon Ball Super: Broly

41 años atrás, en el Planeta Vegeta, el rey Vegeta, soberano de los Saiyans, expulsa a un planeta remoto al niño Broly, hijo del coronel Paragus, temeroso de que este tenga un potencial de combate muy superior al de su propio hijo, el Príncipe Vegeta. Años después, ya sucedida la destrucción del Planeta Vegeta a manos de Freezer y el envío de un infante Kakarotto a la Tierra, Son Goku y Vegeta entrenan duro en la actualidad ante la mirada de Bulma y los Dioses Bills y Whis. El resucitado Freezer está reuniendo las Bolas de Dragón, con un ejército en formación al que se incorporan unos rescatados Paragus y Broly con ansias de venganza. Una historia ambiciosa extendida en varias décadas que rememora con nostalgia y homenajea lo que vino, recupera y modifica sucesos icónicos de otras películas y sagas de la serie y, ante todo, integra al personaje de Broly en la narrativa oficial de la serie enriqueciendo notablemente al personaje. El carisma y espectáculo de Dragon Ball están presentes, pero lo que eleva a la película es el tratamiento de personajes, su buen guión y su logrado sentido del humor. La animación, muy lograda, de las mejores en una película de este tipo. La banda sonora, vibrante y marchosa, un excelente acompañamiento. El prólogo que abre el filme es poderoso, y los primeros instantes de presentación y desarrollo de personajes conocidos y nuevos (de agradecido añadido) se ven con mucho agrado. Y los personajes que captan el foco son Goku, Vegeta y, como no, un Broly de traumática infancia, perdido sin objetivos propios e incapaz de canalizar su ira. Los fans de la saga se pondrán las botas con el filme.

La película, por lograda que pueda estar, es un evidente producto de nicho. Si el espectador no conoce Dragon Ball Z y no ha visto Dragon Ball Super o las dos películas previamente mencionadas, no encontrará aquí nada para disfrutar o comprender. La batalla final era obligatoria, y resulta bien diseñada y creativa a nivel visual, pero es tan larga y ruidosa que provoca que la película descarrile en este punto, pese a su creativa conclusión. Si bien es la narrativa lo que me seduce, es también obvio que la película no cuenta realmente nada nuevo, sino que aporta una perspectiva distinta a hechos conocidos. Una película, en suma, disfrutable, pero que no presenta una valía tan evidente como producto independiente y libre de una familia de relatos.

Épica, divertida y reflexiva, Dragon Ball Super: Broly dejará en el camino a extraños, pero ofrece, posiblemente, la mejor película jamás integrada en la franquicia.

La introducción comienza en el Planeta Vegeta y coge elementos de la serie y de algunas OVAS y las mezcla y cambia la historia sin ningún tipo de rubor. Mancilla la historia original de Bardock y le pone como un padre modelo, ahora Sacha es abiertamente su pareja, que como "buena mujer" está en casa haciendo la comida y esperando a que vuelva su marido de trabajar, además de ser tierna y cariñosa; ¿en serio? Se supone que los Saiyans son una raza de bárbaros, cuyas mujeres luchan junto a los hombres y son tan brutas como ellos, o así al menos nos los presentan en la serie original y en la OVA "El último Combate".

La nueva historia de Broly y de su padre sí me ha gustado, aunque le falta algo más de drama y de contenido. Pero que Broly se haga amigo de un monstruo gigante me ha parecido absurdo, y lo de la oreja también, de nuevo se vuelven a olvidar de que los Saiyans son bárbaros y no unos sentimentales como nos muestran aquí. Por otra parte, Broly no tiene ninguna motivación en esta película, su padre Paragus desea vengarse de Vegeta, pero Broly no tiene personalidad, no ansía nada, simplemente está porque tiene que estar, es un autómata controlado por su padre (que por cierto, el mecanismo de control de la película original me pareció mucho más creíble). A Broly le encuentran unos esbirros de Freezer cuando andaban buscando reclutas para el ejército, hasta ahí bien, el problema es que estos esbirros son unos buenazos y no me parece creíble que sirvan a un tirano genocida que conquista planetas y asesina a su población. En la serie original los esbirros de Freezer siempre eran malvados.

Una vez llegan a La Tierra empieza la lucha y ya no acaban hasta que termina la peli. No me parece creíble que Broly, de no saber convertirse en Super Saiyan, en cuestión de minutos se vuelva más fuerte que un Super Saiyan Blu, con la cantidad de años que a Goku y Vegeta les llevó alcanzar ese poder. Por mucho Super Saiyan legendario que sea no tiene sentido. Pero lo peor es cuando en lugar de matarle le dejan con vida, porque en el fondo Broly "no es malo", solo estaba siendo controlado por su padre. ¿Cómo que Broly no es malo? Broly tiene que ser un villano, no tiene sentido un Broly bueno.

La pelea empieza con una buena coreografía, buenos movimientos de Vegeta, pero poco a poco se empieza a volver más tosca y cada vez le van metiendo más CGI de forma innecesaria. Al final terminamos presenciando una aburrida pelea sobresaturada de CGI, con muchas lucecitas y efectos, pero olvidándose por completo de la coreografía, que es lo que realmente importa.

Durante la pelea, Vegeta sufre un cuadro de amnesia y se olvida de que ya se había fusionado con Goku en la película "Fusión", y de nuevo nos vuelven a mostrar exactamente lo mismo que pasó en aquella película, pero de forma mucho más cutre y metida con calzador; a Vegeta le da vergüenza el bailecito, al principio no quiere pero luego accede, las dos primeras fusiones salen mal y a la tercera va la vencida. Luego Gogeta le da una paliza a Broly, y antes de que este muera sus amiguitos del alma piden al dragón que transporten a su planeta para salvarle la vida, y después se van allí a vivir con él. En fin...

Película totalmente prescindible e innnecesaria, no aporta nada nuevo, es otro refrito más de lo que ya habíamos visto en otras películas. Me gustaría que dejasen de hacer eso y nos ofreciesen cosas nuevas y originales, nuevos villanos más poderosos, sin tener que recurrir a viejas glorias como Broly. No creo que sea tan difícil.

(*) Razones por las que es más emotiva:
-Broly odia a Gokú desde el nacimiento, haciendo imposible para él controlarlo, ya que es un trauma inevitable, haciendo del conflicto una sentida tragedia.
-Vegeta termina aceptando ayudar a Gokú para derrotar a Broly, dejando su orgullo de lado, y a último minuto.
-El resto de los personajes ayudan y luchan, a pesar de la diferencia de poder, mostrando que están dispuestos a morir por la causa, en vez de dejar pelear sólo “a los fuertes” como ahora, quitándoles relevancia.