Un hombre lobo americano en París

La película hace tiempo estaba tratando de verla y al fin pude conseguirlo un Viernes, siempre se buscan comparaciones con la anterior que hubo del licántropo en Londres y bueno ya que no he visto aun esa, no tengo amaneramiento. Comienza lenta y luego ingresan escenas comicas y romance pasa poco a poco al suspenso con la dosis de las esperadas trasformaciones, y la escena del amigo que vuelve para aconsejar al protagonista, no se por que vuelven e insisten más tarde con la chica muerta y escarban el recurso del humor, un humor negro que no viene al caso a estas alturas.
Lo mejor para mi las escenas en las discos cuando salen los licántropos y esa primera secuencia de ellas.
Aveces la edición me recordaba las películas de blanco y negro de los años 30 por sus cortes y sus planos de París pero en general entretiene y cumplo así un deseo, aunque esperaba más terror, ahora toca ver la tan afamada antecesora y comparar.

Esta película combina el terror y la comedia, y por momentos lo hizo medianamente bien, haciendo reir de vez en cuando al público, pero poco a poco pierde el sentido, la trama se vuelve absurda, cansa al espectador y la verdad acaba siendo muy mala. De ella, rescato unos muy buenos efectos visuales, pero el guión fue malísimo, las actuaciones dan vergüenza y acaba siendo una mala película que será fácil de olvidar. No nos aporta nada nuevo, y no la recomiendo a nadie.

Los actores son adecuados, aunque no dejan de reflejar los típicos adolescentes con hormonas revolucionadas que se ven metidos en graves problemas por sus ansias de saciedad sexual.
La cinta tiene un sabor a clasificación B, los efectos son muchas veces inadecuados pero generalmente aceptables, y la música, como no podía ser de otra forma, va desde composiciones orquestales con tintes góticos hasta punk-rock americano clasificadísimo en este género.

Cuando el género de Terror en donde los hombres lobos eran los villanos ya estaba muy explotado, Anthony Waller hace una brillante secuela de una película de culto, pero ahora ya no es en Londres si no en Francia.

El terror pasa a segundo plano y esta versión deslumbra con la comedia absurda que abunda, donde cada escena son momentos originalmente hilarantes. Esta película es el sarcasmo en su máxima expresión. Cabe resaltar que no todo fueron momentos graciosos, también hubo un poco de erotismo con el toples de Serafine (Julie Delpy) y el escote de Amy (Julie Bowen).

La trama nunca perdió ritmo, debido a un guión sólido y el soporte de las fabulosas actuaciones de los personajes: Tom Everett Scott (Andy McDermott) y Julie Delpy se lucieron de principio a fin, nada que Crepúsculo y huevadas, esto sí es cine.

Si te ha parecido interesante lo que acabo de escribir y tienes un poco curiosidad de que trata, déjame contarte un poco la historia: un grupo de tres jóvenes norteamericanos viajan a Francia. En plena Torre Eafel, Andy arriesgando su propia vida, salva a una hermosa rubia llamada Serafine. Andy queda perdidamente enamorado de ella y empieza a buscarla junto a sus amigos. Luego de asistir a una misteriosa reunión secreta, descubren por qué ella se quería suicidar aquella vez: ella era un hombre lobo y lo peor fue que no era la única.

Muy muy muy buena nueva versión sobre la clásica. Se sabe que la original londinense es obra maestra, pero ésta, la versión parisina, consigue que la veamos con interés sin pensar en su predecesora.
Muy cómica y con unos efectos muy buenos.
Obligada en la filmoteca de los que nos guste el cine sobre Hombres-lobos.