Open Windows

Vista en 2D. La nueva cinta con guión y dirección de Nacho Vigalondo tras Extraterrestre es esta Open Windows protagonizada por Elijah Wood (intentando hacer olvidar su personaje de Frodo Bolsón en la trilogía de El Señor de los Anillos de Peter Jackson, y del cual me falta por ver Maniac, su film anterior al que nos ocupa) y la ex estrella del porno, del cine para adultos, la guapa Sasha Grey (no he visto The Girlfriend Experience, muchos dicen que está muy bien, aunque yo la tengo aún pendiente de visionado). Una cinta de tensión, suspense, secuencias explosivas y algunos momentos subidos de tono, los cuales quieren alegrar la vista al personal. Al menos, en mi caso lo han conseguido.
La película hace honor a su título, Open Windows, vamos, traducido al español sería Ventanas Abiertas, y es que durante todo su visionado es lo que vamos observando. Las peripecias del personaje de Nick Chambers, muy bien encarnado por Wood intentando salvar a Jill Goddard (Grey), una de las actrices más importantes del momento, aunque vista durante los primeros minutos del film, resulta algo egocéntrica y borde.
La verdad es que me no me ha desagradado del todo, me ha gustado un poco más que Extraterrestre (2011), pero no llega a la altura de su gran Los cronocrímenes (2007). Yo la dejaría en mitad de las dos. Le daría la nota que le puse en su momento a Extraterrestre, pero la acercaría a lo que me atrajo Los cronocrímenes.

Que Vigalondo es un buen director que con el tiempo tendrá mucho prestigio, es algo que ya se vio a las claras en "Los cronocrímenes".
En este thriller consigue algo que muy pocos logran en el género a las alturas que estamos: Sorprender e innovar.
Es muy difícil que una intriga mantenga el suspense durante todos sus minutos como lo hace esta. Y además, es virtualmente imposible adivinar el final por parte del espectador. Es algo muy estimable.
Pero por si no tuviéramos bastante, la forma de la película todavía es mejor. A ver quién tiene narices de montar un film entero a base de ventanas en una pantalla de internet. Es un recurso que ya se ha utilizado antes, pero nunca ocupando todo el metraje desde el principio hasta el final. Considero que ha tenido que ser realmente complicado desarrollar todo el argumento para que siga este formato todo el tiempo. Pero en ningún momento las situaciones se ven forzadas. La historia está al servicio del formato y viceversa, de una manera perfectamente encajada.
Estoy seguro de que muchos espectadores no aceptarán la propuesta y se cansen de cómo es la película cuando lleven un rato viéndola, pues puede llegar a poner nervioso si no se entra en su juego.
Aparte de todo eso, los actores están realmente bien. Elijah Wood le está cogiendo el gusto al thriller, y la verdad es que no le sienta nada mal. En cuanto a Sasha Grey, para venir de donde todo el mundo sabe, no lo hace nada mal. Se nota que quiere ser reconocida como actriz convencional, y que no se le señale siempre como una ex estrella del porno, cosa que tiene difícil, pero que con el tiempo quizás lo consiga.
Si se hubiera filmado de forma convencional, le daría un 7 de nota, pero como aprecio el trabajo y el esfuerzo del formato, por su originalidad y mérito, subo la nota al notable.

Mucho se ha hablado del filme de Vigalondo, que al parecer ha arrastrado un compleja postproducción durante un dilatado margen de tiempo. Pero bueno. El largo del cineasta nacido en Cabezón de la Sal ya está aquí.

Y los resultados, al menos para el que aquí escribe, son ligeramente decepcionantes. Pese a su loable intento de hacer un thriller apropiado para la era digital, su pieza de cine hipermoderno no es tan interesante como se pretende.

Porque, a pesar de tanto ir y venir entre ventanas, iconos o texturas de imagen, algo que por cierto le da variedad de edición al metraje, haciéndolo dinámico, queda claro, mirando entre líneas, que el material de fondo no es tan intenso como se pretende.

Los eventos que presenciamos no tienen gran escala. La acción está limitada por el ajustado presupuesto.

Se quiera o no, esto es algo que, pese a su ingenio, está más cerca del VOD visto en EEUU (además, la particular naturaleza estilística del material lo hace más adecuado para ser visto en un IPad o un Pc que una sala de multicine).

Por si fuera poco, Sasha Grey no está precisamente atinada interpretativamente. aunque Elijah cubre el expediente sin problemas (el oficio de este tío está más que demostrado).

Finalmente, está el tema de los giros narrativos, las sorpresas y la coherencia. Algo peliagudo: Vigalondo es tremendamente listo, sin duda - concatenar tal cantidad de vueltas de tuerca al final es complejo.

Pero, si se rasca bajo la superficie narrativa, se descubre una trama con motivaciones poco explicadas, saltos de credibilidad y gran cantidad de trampas algo gratuitas.

Mi conclusión -- irregular. Quedará sumergida entre blockbusters y no recaudará grandes cifras.

Pero a Nacho le sale curro tras esto allende los mares. Eso seguro.

Por no tener tiempo e ir dejándolo pasar no la tengo tan fresca como quería para hacerle una crítica como Dios manda, pero si lo suficiente para comentarla.

A Nacho Vigalondo le pasa lo que yo llamaría "el efecto Shyamalan", que viene siendo hacer una primera película original y aclamada y que eso le pese en exceso para las siguientes. Y eso que el director de El Sexto Sentido para mi tiene películas muy buenas aparte de la del niño que veía muertos y ha recibido palos injustos y en exceso. Vigalondo puso el listón muy alto con Los Cronocrímenes, con Extraterrestre logró una comedia original pero olvidable y esta última que nos ocupa seguramente sea la más floja de todas. Intentar siempre sorprender y ofrecer algo diferente es algo a valorar, pero si uno se obsesiona en exceso con esto, luego las películas pueden cojear por cosas más básicas, más simples y que ese soplo de aire fresco se traduzca en sensación de torpeza, de irregularidad o de la eterna ópera prima que nunca llega a arrancar del todo.

Es posible que gane con un segundo visionado, que su trabajado montaje gane enteros y encaje mejor una vez sepas todo lo que sucede, pero el regusto tras verla por primera vez es agridulce. Dulce por como decía intentar algo diferente, también por mantener la tensión en muchos tramos y que pese a abusar mucho de los giros de guión y que algunos sean predecibles, acabe sorprendiendo. Agrio porque centrándose tanto en el apartado técnico y los giros, lo que sucede es cuanto menos inverosímil en muchos tramos, que personajes que parecen eminencias de la inteligencia de repente sean los más tontos del mundo y tengan comportamientos ridículos o viceversa y que ese aire "friki" que siempre le gusta dar al director (en este caso con los piratas franceses) quede bastante "de pegote".

En la balanza acaba aprobando, aunque por los pelos. De todos modos, y como digo, no descarto un segundo visionado y seguiré viéndome las que saque el director, aunque sea por sus ganas de ofrecer algo distinto y ojalá, algún día de nuevo, hacer otra "cronocrímenes" o incluso mejor.

Internet nos traerá muchas películas y de entre ellas perduraran unas poquitas, como ha pasado con el Lejano Oeste, con la Segunda Guerra Mundial o con el Imperio Romano. En cada momento de la historia del ser humano, ha habido sucesos que han alterado nuestras expectativas. La alteración que prevemos que Internet puede causar en nuestro futuro despierta unas previsiones que estoy seguro que aún no somos capaces de columbrar en todo su esplendor…u horror. Pero mientras, vamos elucubrando y presentando opciones. En cualquier rama del arte.
La película de Nacho Vigalondo no ha profundizado, en cuanto a contenido, gran cosa en ese futuro. Y no creo que perdure más allá de su temporada de estreno y lo que la campaña publicitaria logre arañar. El argumento es de lo más manido: Chica guapa perseguida por maniático obsesivo es defendida por príncipe de la informática. ¿A qué me suena esto? A casi todo. Sólo al final y muy de pasada dos ligeras reflexiones sobre qué está haciendo con nosotros el mundo virtual de internet, y como nuestro afán de cuzos está por encima de cualquier otra consideración ética. Y nada más.
El guionista se ha pasado en su inventiva a la hora de dotar a internet de facultades, como cuando en una película antigua un personaje descolgaba el teléfono y sin dar tiempo a que se pusiera una operadora soltaba su perorata, restando credibilidad. Todos sabemos cómo van las conexiones inalámbricas de rápidas, aquí y en Pekín. Y luego la forma de cerrar la historia me ha recordado a esas películas de viajes en el tiempo que desembocan en un galimatías sobre el que el guionista corre un tupido velo pues el bucle en el que entra la narración con un viajero en el tiempo que debe cambiar algo para que algo no suceda pero que si lo cambia también se cambia él y entonces cómo va a ser posible que pueda viajar en el tiempo si resulta que al cambiar el pasado…en fin, fin. Se corta el bucle de un tijeretazo y a otra cosa. Demasiado liada la madeja.
Me han gustado los efectos especiales, sobre todo los que tienen como ingrediente principal la pantalla de un ordenador, equilibrados y en consonancia con la historia, y lo más creíble de la película, paradójicamente.
No cuaja el intento de reflexionar sobre lo indefensos que estamos ante internet y en fin, una peli para incondicionales de las persecuciones y las inverosímiles aventuras de un James Bond cualquiera. No me explicaba al entrar porque la película estaba autorizada para mayores de doce años. Después sí. Incluso podía haber estado autorizada para mayores de siete o de cinco años.
Los actores están. Que en este tipo de películas es más que suficiente.
¡Ah!, y las comparaciones con La Ventana Indiscreta de Sir Alfred Joseph Hitchcock……. por eso, porque se trata de ventanas, que otra cosa.
Al comienzo pensé que me había equivocado de película y me iba a ir, pero no, era ésta.