Elektra

Lo único bueno de esta película es Jennifer Garner, lo demás es pura basura.Porque las escenas de acción no serán recordadas por nadie y el resto de las escenas se hacen lentas y muy pesadas.
Nunca había leído los comics pero el argumento de esta película no ayuda para que la gente como yo nos animemos a empezar a leerlos. Una pena que no aprevecharan mejor esta oportunidad para captar gente para la causa.

Un guión común, sin muchas ideas, son los principales causantes de que esta película no me gustara mucho. Las escenas de lucha son muy simples y breves.

Me parece absolutamente lamentable que un cómic creado por Frank Miller para la casa Marvel vea la luz en forma de película de esta manera. "La asesina" llegó a la pantalla con una calamitosa aceptación de crítica y público. Posiblemente gustará a niños de ocho años que vean cualquier cosa por la tele.

El trabajo de Rob Bowman es absolutamente lamentable. Contando con un elenco actor muy bueno, el personajillo se las apaña para hacer una mierda como un piano. El empeño del guión en presentarnos a 200 personajes de golpe es demasiada carga para un Bowman que se empeña en que el 90% del tiempo la que esté en pantalla sea la que da nombre a la película. Eso hace que el resto se conviertan en personajes de cartón que aparecen, desaparecen y nos importa una mierda. Nadie sabe lo que piensa ningún personaje salvo 'Elektra' porque el puto Bowman tiene la capacidad de desarrollo de un bebé de tres meses. A favor, decir que hay un par de escenas que, por el paupérrimo nivel general, sorprenden gratamente. El color solamente se acerca al cómic en la primera escena, donde vemos el rojo del personaje sobre un fondo lleno de sombras y con buena iluminación a contraluz. El resto, basura.

Jennifer Garner está jamona. Como un tren, diria. Pero como actriz, pues deja bastante que desear. Lo que pasa es que fisicamente da el pego como 'Elektra' (aunque hay unas 100 actrices que también lo dan). Flojo trabajo el suyo. Y ahora viene lo mejor, por fin. Goran Visnjic está soberbio. Nada de lo que hace se sale de su personaje. Terence Stamp es un tipo carismático que siempre aporta cosas a las producciones en las que aparece, y aquí no podía ser diferente. Jason Isaacs, otro que tal baila. Siempre metido en sus papeles, da aquí un recital en lo poco que aparece. Por último, la jóven Kirsten Prout, sorprende de manera muy grata con una actuación muy natural que pide ser así dentro de una película tan sobranatural. Sin embargo, por muy bien que lo haga el reparto, el hecho de que sus personajes tengan la misma vida que un sobre de correos hace que no puedan dar impulso a la cinta.

Resumiendo, que es gerundio: Elektra cuenta con un guión flojo pero que, en buenas manos, podría haber llegado a buen puerto. Pero cae en manos del tal Rob Bowman que comete una aberración por la que debería ser juzgado por crímenes contra la humanidad. Garner luce morritos y tipín y el resto destella calidad. Ni lo uno ni lo otro son suficiente.

A ver... para los que les gusten los efectos especiales, pues tendrá su pase. Pero para los que quieren creer una historia, pues como que no. Ejemplo: a un tiarrón que le tiran de todo y no se muere ni a la de tres, va y se le cae un árbol encima y se muere... Pues así con todo. Hay escenas que parece un imposible, pero luego mueren a la más mínima tontería.

El argumento no es malo del todo, pero no está muy bien trabajado. Una lástima.

La falta de ideas en Hollywood, junto con la enfermiza necesidad de las productoras de exprimir al máximo el jugo que dan los superhéroes en taquilla, dio como resultado que viera la luz un producto de las características de Elektra.

El personaje interpretado por la hija de James Garner en la versión cinematográfica de Daredevil, la escultural Jennifer Garner, se convierte en protagonista absoluta de un relato alejado del mundo de Daredevil, desarrollando un breve episodio de sus vivencias. La película es una clara artimaña de las productoras para ingresar dinero en sus arcas, a base de ofrecer un relato intranscendente que tenga como protagonista a un superhéroe para emplearlo como reclamo. Si la propia Daredevil no funcionó como se esperaba de ella con el soso Ben Afleck tras la máscara, Elektra, con Jennifer Garner no se queda lejos de este fallido relato de superhéroes.

El argumento, como su propia protagonista, no da para mucho y ofrece lo que perfectamente podría haber sido un episodio inicial para una futurible serie de la heroína en televisión. Presenta notables carencias argumentales e interpretativas, donde se explota la imagen escultural de Jennifer Garner para desviar la atención de lo que es un relato carente de una base firme. Cae en la reiteración de ideas y situaciones, abusando de las imágenes del paisaje y de las ensoñaciones y recuerdos de la protagonista que, únicamente, sirven para dejar pinceladas de la personalidad del personaje.

Cuenta con unos efectos especiales moderadamente convincentes, con los que intenta ofrecer una batalla entre Elektra y sus grandes enemigos, cinco personajes con notables y fantásticas capacidades para el combate. Algunos de los personajes a los que debe hacer frente Elektra, resultan atractivos e interesantes y prometen más de lo que realmente ofrecen. Los responsables del relato simplifican en exceso los enfrentamientos, y muchos de estos personajes alcanzan un final demasiado precipitado. Jennifer Garner se limita a posar para la cámara y lucir cuerpo, sin lograr dotar a su personaje de la intensidad necesaria ni en el aspecto emocional, ni en los combates.

Elektra constituye un relato de superhéroes tan fácil de ver como de olvidar, totalmente prescindible e innecesario. Paradojas de la vida, Elektra es una heroína, sin chispa.