Los que no perdonan

Texas, 1850. Un lunático siembra la inquietud entre una familia de colonos al afirmar que la hija que adoptaron de niña es en realidad una piel roja. La tribu a la que supuestamente pertenece no tardará en reclamarla.

Western sobre el conflicto interracial y el horror de la verdad, muy bien dirigido por John Huston aunque en parte malogrado por la productora, que cortó varias secuencias dejando incompletos algunos personajes secundarios. Destacan las fantasmagóricas apariciones del viejo loco y la batalla psicológico-musical de la matriarca al piano contra los indios. El reparto, la banda sonora y la fotografía son excelentes.



"Yo soy la espada del Señor, su fuego y su venganza."

Uno de los más grandes directores de cine, John Huston, nos regala una muestra de su buen hacer con una historia más cercana al drama racial que al western al que nos tiene acostumbrados.

Es la historia de los Zachary, una familia de ganaderos que adoptaron en secreto a Rachel (Audrey Hepburn), una niña kiowa. La chica crece feliz en la finca hasta que un día, un misterioso hombre pregona la ascendencia india de la muchacha, lo que supondrá un conflicto con la comunidad. Además, los kiowas aparecerán reclamando lo que es de su pueblo, y se producirán los altercados propios de cualquier película del oeste que se precie puesto que los Zachary no dejarán que los indios se salgan con la suya.

Obra menor en la filmografía de Huston, no carece a pesar de ello de interés debido a los temas que trata. Más lejana del western puro y duro de otras obras suyas, aunque llena de sus tópicos, “The Unforgiven” cuenta una historia de conflictos raciales, de discriminación y de amor incestuoso entre Rachel y su hermanastro Ben (Burt Lancaster). Huston aprovecha al máximo la gran calidad de sus actores, destacando el papelón de Burt Lancaster y las no menos importantes interpretaciones de Audie Murphy, la recta y decidida señora Zachary, y por supuesto, la siempre encantadora Audrey Hepburn.

El filme cuenta con escenas rodadas con gran efectividad. Los momentos dramáticos se muestran con pulso y tensión, y los momentos costumbristas y alegres se muestran con gran naturalidad y realismo. Pero Huston no consigue hacer despegar el filme hasta que pasa la bucólica primera hora, a partir de la cual la acción dramática se muestra en todo su esplendor.

Recomendable.

Película del oeste, que nos pone sobre la mesa el racismo existente de los colonos blancos hacia los indios nativos, hasta donde podía llegar.
El rechazo del entorno cuando se enteran que la hija de la familia no es lo que aparenta, los intereses, el egoísmo humano, el racismo. Da igual lo que hayas hecho antes, como te comportaras o lo felices que hagas a tu entorno, solo importa el color de piel.
Me gusta como esta tratado la atracción de los hermanos, lo que al comienzo es protección y cariño se convierte en atracción y amor. Buena película del oeste otra más de un maestro. Un placer.

Magnífico western que narra la época dorada en la que John Huston dirigía historias en el oeste americano verdaderamente buenas, en las que el honor, el talento, la dignidad humana, el racismo, el dolor, el enfrentamiento por tierras y la lucha por la supervivencia eran contadas con la actuación de los mejores, esos actores clásicos.

En resumidas cuentas es un western verdaderamente entretenido donde Burt Lancaster, el cabeza de familia deberá luchar por los suyos ante un grupo realmente cruel e interesado sin olvidarse del gran amor que tiene delante y no ve.
De las mejores de Burt Lancaster, pero ¿qué digo? Como si tuviera películas mejores...todas las que ha rodado y cada una de ellas son las mejores. Estupenda química con Audrey Hepburn, desconocida aquí en el buen sentido. Un velo cae espero ver más de este corte, ya me doy por vencida con la porquería de cine actual.

Western complejo del gran John Huston que trata de temas profundos como el amor y el odio racial, ambos enfrentados en una historia en la que hay que elegir entre lo bueno y lo malo.

Tuvo muchos problemas durante su rodaje a la hora de enfocar la temática de la película. Mientras que su protagonista y productor se decantaban por un western con más acción y entretenimiento, su director prefería una visión más reflexiva sobre el racismo en Estados Unidos. El resultado es algo desigual y de ahí que el público no respondiera con mucho entusiasmo, en cualquier caso, la mano maestra de Huston y el gran trabajo de su pareja protagonista hacen de ella una gran película.

No se trata de una película racista y el que diga lo contrario es que no se ha enterado de nada. Trata sobre el racismo planteando una situación en la que todos deben posicionarse.