Patrick Melrose (Miniserie de TV)

Que B. Cumberbatch sea un muy buen actor no le evita que como alguno de sus predecesores como Peter O'Toole, suela caer en histrionismos cuando falta la dirección y el guión. Este telefilm tine un pésimo guión dividido en dos elementos: causas y efectos. Las causas la desdichada infancia del protagonista, los efectos su carácter autodestructivo y una demasiado obvia intención de los guionistas por remarcar la "repetición". Una historia en Blanco y Negro, sin gradaciones. Aburrida y previsible

Creo que el tema, por mucho que anden mareando la perdiz, es el tener padres muy difíciles de convivir y de la dificultad de aprender como ser persona por ellos. El protagonista (Benedict Cumberbatch, de largo lo mejor de la serie) sufre esto y trata de luchar contra esa nefasta herencia, que sucede en la vida real desgraciadamente.

También da palos a los aristócratas y sus vidas vacías, especialmente en el episodio tres.

Es una serie que marea mucho la perdiz, pero remonta yendo al grano hacia el final. Cumberbatch es, de largo, el mejor motivo para echarle un vistazo a la miniserie, pero no me parece uno de los trabajos por los que le vaya a recordar.

* Comentario del 24/7/2018 que olvidé subir

Aburrida serie de corsé británico que trata de,¿drogadicción? ¿Hay algo más?. Trata de tener momentos divertidos dentro de lo sarcástico, con ambiente dramático, y con los recurrentes -de toda la vida-, flashback sobre su oscura niñez tras un padre amoral y rígido. Nada del otro jueves y tema psicológico del que existen multitud de referentes dentro de la literatura y el propio cine.

El primer capítulo -único capítulo que visualicé-, desvaría a peor en una espiral destructiva donde el desdichado personaje termina perdiendo el control remoto. Lo cierto es que me parece que la serie aporte poco, además de parecerme una completa pérdida de tiempo ver en los tinglados que se mete nuestro pijo amigo culpando, como manda los cánones freudianos, que la infancia marca nuestro futuro.

¿De verdad a alguien le parece tan fascinante (a juzgar por las críticas favorables, puntuación y premios obtenidos) contemplar durante 60 minutos seguidos a una persona inyectándose heroína, esnifando cocaína y caminando sin poder sostenerse?
No sé a qué punto de aburrimiento ha llegado el espectador (y el crítico) de hoy para considerar este bodrio algo digno de ser premiado y ensalzado. Por mi parte, no pienso desperdiciar ni un minuto más con esta estúpida historia de un caprichoso que se droga a todas horas y que balbucea y se cae al suelo constantemente.
¿Es comedia, es drama? No es nada. Es el vacío.