Love Actually

Predecible, forzada, llena de tópicos, con pésimas actuaciones (a excepción del breve papel de Mr. Bean). Una copia de una copia de una copia.

Esta película se esfuerza a cada escena en gustar, en hacer gracia, en parecer sentimental. Sin embargo está cargada de sexismo, chistes malos y de todo aquello que ya hemos visto mil veces en las comedias románticas americanas y grandes éxitos de Hugh Grant.

Las escenitas de declaración de amor son más que embarazosas y patéticas, se echa mano de todo tipo de tópicos (el presidente enamorado de la sirvienta, el niño tímido que se enamora de la chica popular, el adulterio con la jovencita provocadora...) Endulzado todo ello con los grandes éxitos de la canción romántica, para dar énfasis a ese supuesto sentimentalismo.

Película para pasar el rato sin necesidad de gastar ni una neurona.

De acuerdo con lo de que es bastante ñoña, irreal, y que busca la complicidad del espectador. Dicho esto, en mi modesta opinión, mil virtudes: sentimientos universales, buenas interpretaciones por parte de un reparto coral brutal (parece un coloso en llamas del s.XXI), dirección correcta, belleza navideña, lágrimas en la mejilla... en fin Capra del nuevo milenio, con los inconvenientes del mismo.
Lo mejor: La sonrisa que aparece en tu cara en muchos momentos de la película. Bill Nighy. El presidente pro-lorzas. La sirvienta portuguesa. Emma. Permite varios visionados tipo atrapado en el tiempo. God only knows... la mejor canción de los Beach Boys, y la banda sonora en general.
Lo peor: Cómo acaban las relaciones de Rickman y las de Knightley?

El neozelandés Richard Curtis dirige y escribe esta magnífica y divertida comedia, muy en la línea de otros de sus trabajos anteriores, como "Notting Hill" o "El diario de Bridget Jones" y añado para mí con mejores cualidades como comedia romántica que estas.
Que es ñoña, pastelosa, irreal, (menos mal) porque esto es cine y para realidad ya tenemos Bowling for colombine, el cine tiene que hacernos soñar, despegar en cuanto las luces se apagan y sale un gran logo con fanfarria cha cha chaaaaan vemos el logo de 20th fox y despegamos (y quien dice fox dice otras) eso es el cine.
Otra cosa no, pero los ingleses las comédias románticas las bordan, lo hacen bien y se encantan haciéndolas, con sentido del humor (humor inglés) pero queda muy resultona.
Dicho esto siempre que la veo me salen las lágrimas hasta nublarme la vista.

Hay películas que tienen la maravillosa propiedad de provocar en algunos individuos una especie de reacción química positiva. Love Actually te dejará totalmente indiferente si la reacción no se produce. Pero si tienes la suerte de conectar, sus diez historias penetrarán en ti removiendo algo por dentro que te dejará el cuerpo como un reloj.

Se trata de una de las películas más conmovedoras, bonitas y emocionantes de los últimos años. Un sutil y elegantísimo ejercicio que logra entremezclar con clase algunos buenos momentos de cine. Momentos divertidos, simpáticos, dramáticos y sobre todo emotivos. Momentos que es preferible no contar, que cada cual los vea y los sienta por sí mismo.

Lástima que no provoque esa reacción en todo el mundo. Sería un buen regalo. Pero en esta película la unanimidad es un objetivo imposible. Cada uno tenemos nuestros propios gustos y reaccionamos de manera muy diferente a los estímulos.

P.D: ¿Efectista y manipuladora? Sí. Como muy pocas han sabido hacerlo.

Un popurrí excesivo y untuoso, mezcolanza extrema de gadgets y recursos tópicos de pasteleos de amor y desamor, sin congruencia ni una mínima profundidad en el guión.


Los personajes no te llegan en absoluto, muchos son planos, y aquellos en los que se ahonda un poco más, resultan ridículos e irreales... y te limitas a ver cuál será la siguiente patochada o topicazo en el que recaerá cada uno.



Y que conste que a mí me gusta el romanticismo, y las comedias románticas con encanto las veo con agrado, y disfruto de sus "clímax tiernos" de turno, que afloran con acierto tras cocinarse a fuego lento. Pero Love Actually te coge de la despensa todos los topicazos pastelosos que ha sabido ingeniarse el guionista, y te los mete en la olla a presión y a tomar por saco.

Así no, joder... así no.