Haz click aquí para copiar la URL

La vida es un milagro

Comedia. Romance Bosnia, 1992. Luka, un ingeniero serbio de Belgrado, se ha instalado en una casa aislada con su mujer Jadranka, cantante de ópera, y su hijo Milos. Luka está preparándose para construir una vía ferroviaria que hará de la región un paraíso turístico. Pero, cegado por su trabajo y por su natural optimismo, Luka no presta atención a los persistentes rumores de una guerra civil inminente. (FILMAFFINITY)
<< 1 2 3 4 5 6 >>
Críticas 29
Críticas ordenadas por utilidad
30 de enero de 2010
6 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Leyendo, leyendo y escuchando críticas he tratado de variar las impresiones que me dejo esta pieza; pero ya no pude y tengo bien merecida la decepción al esperar tanto de la peli y de E. Kusturica. Aparentemente El director gusta de ataviar sus películas con simbolismos zoológicos o simples fetiches animales, de verás confieso; fue lo que más gracia y simpatía me hizo, además que en mi mente sirvió para casi balancear (Casi!) las irritantes contrapartes humanas.

Si bien reconozco algunos aspectos estilísticos bien manejados (principalmente la música y algunos escenarios) también diré que el tono de comedieta circense, pretenciosamente surreal, los irrelevantes diálogos, los Bufones; que no personajes y el contradictorio mensaje de la obra terminaron por malograr la experiencia y hastiar mi alma; efecto que se reforzaba con un constante cavilar-divagar: ¿cuanto extenderá el chiste del Burro en los rieles, del Lanzacohetes al revés o las forzadas caídas de la vieja loca? – No escucho a nadie riendo, Estando en medio de una guerra ¿no se les ocurre comentar algo que valga la pena? –Si me hubiera quedado en casa habría avanzado aquel curso, ¿Esa es la verdadera idiosincrasia Bosnia, Serbia o lo que fuera? – Las personas de este planeta son puro despiste; tengo que ir a ver Avatar en Imax 3D, ¿las guerras Balcánicas fueron tan ridículas? – mmmhhh…. La otra semana hay $, invitaré al peluche a cine; pero teniendo más precaución con cierto cine de autor y pues bla bla bla bla ……….

En alguna ocasión escuche de un admirador de Kusturica que éste gustaba de criticar algunos abusos del cine gringo, bueno pues si no es por la escenografía en este film casi que le diría al Director que no se arrime tanto a la candela.

Y como dice mi madre: “El tiempo perdido lo lloran los Santos”
Hetrigan
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
21 de julio de 2008
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se trata de un film que como otros de Kusturica, es un reflejo de la peculiar trayectoria biográfica y vital del director: el tantas veces definido como director "serbio", nació en realidad en Sarajevo y fue criado en una familia musulmana laica de la ciudad. Ese cosmopolitismo queda recogido en toda su filmografía y justifica que sea catalogada como "yugoslava" o incluso "bosnia", pero no específicamente serbia. El film, como otros del mismo director, no contiene tantos símbolos y escenas surrealistas como se han querido ver. En realidad, Kusturica siempre está reflejando unos personajes y situaciones bien reales y cotidianos en toda Yugoslavia o incluso en los Balcanes: el machismo, el gusto por las armas, esas indomables mujeres, los paletos, el cariño hacia los animales, personajes entrañables que continuamente hacen de intermediarios frustrados: un anciano cartero, gitanos, un médico ruso... Otra cosa es que Kusturica recurra un tanto en exceso a lo que en España se denomina el "esperpento", que no es tan específico de aquí y sí más de la cuencia mediterránea en su conjunto. En ese sentido, Kustirca (como otros directores del Este) peca de haber caído en la creación de productos culturales al gusto del público occidental: coloristas, abigarrados, folkloristas y con falsos guiños para que el intelectual de turno se jacte de entender el drama yugoslavo a partir de films como éste. Sin embargo, se agradece enormemente la actitud vitalista y hasta optimista de Kusturica, que supera los dramones desgarrados, pretenciosos y muchas veces artificiosos que se han filmado sobre la historia reciente de los Balcanes (no sólo las guerras de Yugoslavia)
Aleph
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9 de agosto de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Maravillosamente extraña, durante las por momentos interminables 2 horas y media de película se suceden escenas de un increíble realismo y de un verosímil surrealismo. Drama y comedia al mismo tiempo. Música y ruído de disparos. Kusturica.
Es una película llena de contradicciones como la propia historia que relata y como la propia vida. Como la propia vida a veces aburrida y en el instante siguiente llena de emoción.
Un estilo muy propio con gran protagonismo del simbolismo encarnado en los animales (gato-perro, burro). Un estilo muy determinado que puede hacerla pesada o excelente, según gustos, pero definitivamente: extrañamente maravillosa.
arceibe
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9 de noviembre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde el nacimiento de un polluelo hasta el amor que surge en medio de una guerra cruenta, la vida es un milagro, o eso parece querer concedernos su director con esta película que es un himno al optimismo frente a la adversidad, al amor frente a la barbarie y sobre todo a la bondad por encima de las dificultades.
En un tono jovial, casi humorístico, disparatado y surrealista, se esconden todo tipo de personajes en un retrato desprovisto de dramatismo pero no de realidad. Todos y cada uno se muestran tal cual son, unos, con sus incomprensibles contradicciones y sus expuestas bajezas; otros, con su inocente nobleza y su capacidad de perdón. Pero todos, los mas nobles y los mas villanos, los mas vivos y hasta los muertos, componen una pieza necesaria de este puzzle que retrata una historia sencilla, o no, en medio de una guerra, la de Bosnia en el 92.
Porque la vida es un milagro, esta historia se ve con la sonrisa encendida y los ojos del corazón.
isasanvil
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
12 de diciembre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Zivot je cudo (La Vida es un Milagro, 2005) es una película dirigida por el prestigioso director Emir Kusturica, sobre uno de los episodios más lamentables del S.XX que él tuvo que vivir en primera persona, como fue las Guerras de los Balcanes. Sabiendo esto, podríamos pensar que la película sería un drama de tomo y lomo, donde las lágrimas esperan al espectador a cada minuto. Pero lo cierto es que no es así, y Kusturica siguió siendo fiel a sí mismo, construyendo una comedia surrealista que de manera trágica nos cuenta los avatares de unos personajes que se ven atravesados inesperadamente por la guerra, pero nunca pierden sus ganas de vivir.

La película se ambienta en una pequeña aldea en Bosnia. Pero nuestro protagonista, Luka (interpretado por Slavko Štimac), no es bosnio, sino serbio. Ya entramos de lleno en el conflicto (uno de los principales, por no decir el fundamental) que supuso la numerosa diversidad de nacionalidades en la extinta Yugoeslavia y que el espectador necesita conocer para poder afrontar la película. Y es que el país estaba formado por numerosas repúblicas, muchas de ellas con una cultura, lengua y tradición diferente a la de los demás, lo que acentuado por una potente crisis económica, condujo a una guerra fratricida, delirante y nauseabunda. Este es uno de los ejes principales del filme, pues a lo largo de la película se fragua el amor entre dos personajes pertenecientes a etnias y culturas totalmente diferentes (Serbia y Bosnia).

Slavko Štimac interpreta a un ingeniero serbio quien se traslada a una pequeña aldea Bosnia con su familia (mujer e hijo) por motivos laborales (la inauguración de una vía ferroviaria, que además tiene una importancia metafórica, pues el cineasta utiliza las vías del tren para mostrar las idas y venidas de nuestros personajes, que a la vez no dejan de ser las numerosas idas y venidas de la propia vida, así como también para subrayar lo absurdo del conflicto en el tema de de las numerosas barreras que se impusieron con la desaparición de Yugoslavia, las fronteras y aduanas). Sin embargo, la guerra les estallará de pleno, y el hijo del matrimonio, Milos (interpretado por Vuk Kostic) es reclutado por el ejército serbio para entrar en combate.

Podemos diferenciar dos mitades claras en la película, que evidentemente se relacionan temporalmente con el conflicto bélico, con el antes y el después. En la primera parte de la película el cineasta se dedica a registrar la vida cotidiana de la aldea, mediante su personalísimo estilo. Básicamente, la música del filme ayuda a crear un ambiente casi distendido, que es interrumpido con la guerra, que trastocará todos los planes de la comunidad. Los bombardeos y las invasiones llevarán el horror, aunque es cierto que nuestro protagonista parece vivir ajeno en una curiosa burbuja de maquetas y tranquilidad. Ahí aparece un personaje clave, una mujer bosnia (y musulmana) que será cuidada por nuestro protagonista

Hay señas más que evidentes de los rasgos de Kusturica como cineasta a lo largo del filme. Uno de los más evidentes es la utilización del cineasta de la música. Como en muchas otras películas del cineasta, el hilo musical es un leimotiv constante, que se encarga de ambientar prácticamente cada fotograma del filme, y sirve tanto para subrayar la intención del momento concreto como para la elaboración de una atmósfera reconocible e identitaria. Lo cierto es que si tratamos de acordarnos de la película inevitablemente nos viene a la mente la música que la acompaña. Especialmente, Kusturica nos presenta una combinación de música orquestal, muy enraizada folclóricamente con el tema de la película (como es lógico; además también nos encontramos con una gran importancia de la utilización de música diegética, como diversas orquestras o incluso el recurso de la flauta que toca en ocasiones nuestro protagonistas) y que en general subraya el tono alegre y desenfadado del filme. Por supuesto, más allá de la música también hemos de mencionar el corrosivo sentido del humor del cineasta, tan prototípicamente suyo. Kusturica no tiene reparos en convertir temas profundamente dramáticos en absurdos. Incluso de la misma muerte es capaz de banalizar el cineasta, y sólo tenemos que recordar la secuencia en la que uno de los militares muere mientras tenía un frugal encuentro con el onanismo o las secuencias en las que nuestros protagonistas son directamente tiroteados (y en las que incluso el cineasta se sigue permitiendo la ironía, como tragicomedia, en esos delicados momentos).

Esperanzador en definitiva es el relato de Kusturica. El amor en la película se acaba imponiendo a la guerra y al odio mutuo. Ni falta hace decir que la película es totalmente optimista, pues sólo hay que ver como terminó realmente la guerra. Quizá, la visión de Kusturica es muy diferente a la que tenemos nosotros, el resto de europeos, pero lo cierto es que también puede leerse el filme como un mensaje esperanzador, donde el amor sabe anteponerse a las diferencias entre religiones y etnias, no sólo como mensaje de presente, sino también de futuro. No está de más recordar que las heridas que abrió dicha guerra siguen suturando. De momento sólo no queda esperar y confiar en que Kusturica tuviera razón, aunque sólo el tiempo puede decir.

https://neokunst.wordpress.com/2015/12/12/la-vida-es-un-milagro-2004/
Kyrios
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5 6 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here

    Últimas películas visitadas
    A Waltz Through the Hills
    1988
    Frank Arnold
    Gangster
    1999
    Volker Einrauch
    arrow