El tercer hombre

El Tercer Hombre es una película que se anticipó a sus tiempos. El planteamiento de una trama policíaca marcada por el escepticismo testimonial crea un aura de misterio y de hipnosis: El espectador se ve atrapado a una narración contundente, oscura y, sobre todo, estimulante. La banda sonora es tan inusual como sorprendente, pero se integra muy bien al hilo secuencial. Icónica. Es el ejemplo perfecto de una estructura circular, y pocas películas logran este hito.

Clásico del cine negro y obra maestra inapelable que se resume en dos aspectos incardinados entre sí: la realización llevada a cabo por Reed y el magistral guión del escritor Graham Greene. La puesta en escena (se rumoreó y se rumorea que obra de Welles) es genial: planos angulados, deformantes, utilizados hasta lo excesivo en ocasiones, la acercan al gran expresionismo alemán. Y eso insufla a su realista historia una deformación expresionista que crea una atmósfera sublime y acertadísima, llena de misterio, opresión y putrefacción que lo invade todo. Soberbias interpretaciones, con un Welles que se apodera en su ausencia y en su escasa presencia de todo y dónde la cítara de Anton Karas resuena, una y otra vez, en nuestros oídos. Inolvidable última secuencia.

La vi con 10 años mas o menos y ya me impactó, ahora sigue siendo una excelente película a la que los años han hecho poca mella.
Con una fotografía maravillosa en blanco y negro, esos adoquinados brillantes de una Viena en plena posguerra, una música de raíces griegas que es todo un clásico y un argumento en toda regla con unas interpretaciones memorables hacen imprescindible la visión de este gran clásico del cine de espías.

La vi por primera vez el 23 de noviembre de 2011, y 3 de 4 usuarios les pareció útil la primera crítica que escribí que comentaba: "Estupenda e interesante película que te crea tantas dudas al principio que te engancha y vas viendo como se van solucionando muchas de ellas. Los planos son geniales, la imagen y escenografía estupenda. Los actores bastantes correctos, con la aparición de Welles, que casi ni te lo esperas y ni te acuerdas que estaba en los créditos. Un cine negro bien logrado."

Vista de nuevo, le mantengo los 7 puntos a poco de bajarle 1, porque la música, que aunque se hiciera muy famosa en su día y en los años 50 estuviera en lo más alto de las listas de ventas, a mí me se me ha hecho muy cargante y pesada, y en momentos que la hubiera quitado. Quizás en 1949 era muy novedosa, y lo sigue siendo, viendo películas de esta época, pero... se me hizo cargante.

La aparición de Orson Welles, es una de las mejores presentaciones de personajes que se ha hecho en el cine, según historiadores, y la verdad, que un actor como Orson Welles, que aparezca a la mitad o 3/4 de la película, haciendo su aparición así, pues sorprende.

La imagen tiene que ver mucho con Orson Welles, donde se dice que tuvo mucha influencia, en los planos, iluminación y también en la persecución por las alcantarillas. Y vieron que en Hollywood lo tenía complicado para hacer películas, pues se fue a Europa. Y he aquí, lo tenemos.

Nota: 8,5

Una película en la que se alinearon los astros. Realmente entretenida, bien llevada, pionera, icónica.

Una trama que sabe enganchar y crear el suspense desde el inicio, ofreciendo siempre algo distinto en cada pasaje. Un punto a su favor es la manera en la que retrata una sociedad más oscura de lo que puede parecer a nivel superficial, dándonos la sensación de que siempre se esconde algo en las cloacas. Para ello se toma la molestia de escribir perfectamente los personajes que habitan su mundo, sus dobleces, y lo escenifica mediante niveles físicos de acción (alturas, superficie y subterráneo). Todo ello queda reforzado con un trabajo en lo fotográfico realmente encomiable que destaca en su uso de la composición (equilibrio, simetría…), la inclinación y angulaciones en el encuadre o el contraste, luces y sombras propias del expresionismo alemán. Una puesta en escena que marcó todo un estilo de narrativa visual. Buen montaje, destacando los insertos de planos nocturnos en las calles de esa maravillosa aunque afectada Viena de posguerra. Gran banda sonora y un reparto a la altura de las circunstancias (con la curiosidad de contar entre sus filas con el gran Orson Welles).

Viejas amistades, misterios que resolver, mentiras que destapar. Amores imposibles , femme no-fatale, gatos delatores, noches frías, humo de tabaco, gabardinas y sombreros en un clásico del film noir.

@laquimeracultural