Fonda sangrienta

Peculiar propuesta culinaria la que nos ofrece este producto "lumeriano" cuyo mayor regalo es su espectáculo ochentero.

El que guste de personajes tan ambiguos como el mecanismo de un botijo, el que disfrute de un gore tan cutre como cachondo, al que le vayan las tías macizorras, el que busque intelectualidad en sus besugianos diálogos, al que le molen los atrezos psicodélicamente ochenteros o aquéllos que se derritan ante intensos y extásicos finales, acordes al resto de la cinta, no lo dude, éste es su tren. Yo me incluyo en el viaje.

Remake de la película pionera del cine gore "Blood Feast". De nuevo con deidades egipcias, mutilaciones, sangre, humor negro y chicas ligeras de ropa perseguidas por psicópatas.

Soy un enorme admirador del cine gore con comedia de aquella década. De igual forma que considero que el cine de terror de aquellos años es insuperable por su violencia, imaginación y estupendos efectos prácticos, lo mismo digo de su ramificación cómica más salvaje en cuanto a litros de sangre vertidos.

Los años ochenta nos dieron verdaderas joyas de la serie B más cutre, pero al mismo tiempo más gamberra y divertida. Lo cierto es que esta película no es para mí de las mejores, de hecho creo que podría ser todavía más bruta en lo referido al gore, que es bastante simplón en líneas generales, pero es indudable que tiene algunos puntos de humor que resultan tremendos y muy políticamente incorrectos en los tiempos actuales.

La historia es lo de menos y el guion no hay por dónde cogerlo, ya no sólo por situaciones absolutamente disparatadas (que en algún momento te harán soltar carcajadas), sino por los constantes errores y agujeros que este tiene. Está claro que el espectador busca aquí momentos cafres y graciosos, y la película los ofrece.

Destacaría lo gracioso que me resulta que los dos hermanos protagonistas sean propietarios de un restaurante vegetariano, al mismo tiempo que cometen auténticas atrocidades lejos de la clientela. El rubio roba la función y esas referencias a la estética punk, a los nazis y a demás frikadas bajo el filtro ochentero me parecen geniales.

Recomendable para ver con amigos amantes del videoclub y el gore más cachondo. Como en los viejos tiempos.

No se como puntuar esta película exactamente... No es seria, eso está claro, pero paa mi gusto si pretendía ser de cachondeo, debían haber metido algo más.

Está hecha al más puro estilo Troma, cutre adrede, vaya. Más que un remake de "Blood Feast" yo la consideraría una segunda parte... bastante mejor que la original, por cierto.

Mucho humor negro, una historia currada, mucha paranoia y gore cutre pero gracioso. Lo mejor, toda la escena final en la discoteca, es un caos gore fantástico xD

Secuela extraoficial, homenaje, o parodia, o las tres cosas a la vez, de "Blood Feast" (considerada la primera película gore de la historia), "Fonda sangrienta" presenta a un pequeño clan familiar dedicado a las artes oscuras y la comida rápida cuyo cerebro es, literalmente, un cerebro con ojos metido en un tarro que da instrucciones a sus descerebrados compinches a grito limpio (a pesar de no tener boca) para que lleven a cabo un antiguo ritual pagano. Para poder hacerlo necesitarán trozos de chicas, y siguiendo las normas no escritas del género serán chicas guapas y a ser posible ligeras de ropa. Los excedentes los despachan en su restaurante, que por cierto es un restaurante vegetariano, para solaz de pandillas de jovenzuelos imposiblemente horteras (para eso eran los 80). Lógicamente no puede uno esperar de una película así sesudas meditaciones sobre la vida y la muerte, ni oscuras atmósferas de terror y angustia, ni suspense inteligente. Ni falta que hace. "Fonda sangrienta" es lo que es y ofrece lo que tiene: violencia gratuita, tías en tetas, algo de sangre, musiquilla hortera y sobre todo humor, a veces negro, a veces absurdo, a veces sencillamente idiota, pero siempre divertido. Todo ello, eso sí, en cantidades industriales, sin cortarse un pelo, con un ritmo trepidante y sin concesiones románticas ni pamplinas: se nota (y se agradece) que esta no es una película concebida "para toda la familia".

De entre las toneladas de "comedias terroríficas" que se produjeron en los 80 está es una de las más entrañables y divertidas. Y de las más pasadas de rosca. Lo uno va con lo otro. Así que dale la tarde libre a tu cerebro y...a disfrutar.

Le vamos a dar un punto al filme, no es sólo una payasada gore del montón (que también) sino que además tiene un aire sardónico en los diálogos (sobre todo en ese policía jefe al que todo le atormenta y que después de saber que hay un asesinato, prevee que ¨algo malo va a ocurrir´).

Hay un inicio muy correcto y una trama interesante (por ridícula que sea) que desgraciadamente se diluye hasta llegar hacia al final.

Hay que destacar a los policías al igual que a los personajes secundarios (inclusive esa esposa del detective, que es el padre de Connie), la mayoría de escenas tienen un elemento cómico de diálogo que además, no es utilizado como un one liner final, sino que en algunos casos enlazan con situaciones previas (como la coña del ataque al corazón).

Es lo suficientemente gore (aunque hoy día quizás algo desactualizado) y tiene momentos de humor troma desagradable.

Por otro lado, el hecho de tener un cerebro con dos ojos diciendo salvajadas a diestro y siniestro mientras los dos hermanos hacen sus andanzas...son cosas que uno no ve muy a menudo.

Eso sí, no todo es oro lo que luce. La idea del wrestler nazi, se compra, pero el combate en sí y la parte final se resiente. Salvo una o dos bromas, el resto no es siquiera entretenido, es bastante carente de gracia.

Gracias a dios, no dura mucho y ciertos personajes (esa pareja de policías) salvan la papeleta.

Es tonta, ridícula, gore del malo, con una estupidez argumental digna de una parodia que no se toma en serio, que es justo lo que pretende.