Más falsas apariencias

No voy a comentar mucho sobre la película, simplemente pensé que me echaría unas risas y me pasó todo lo contrario, bostezos y más bostezos... Nada recomendable.

Secuela de Falsas apariencias, que intenta repetir mas o menos la frescura y la gracia de su antecesora , llevándose un gran batacazo. Las actuaciones de Bruce Willis y Mathew Perry muy caricaturescas unido a un guión muy flojito y a una dirección chapucera hacen de esta película un verdadero despropósito.

Hay cosas que no se entienden, que se haga una secuela de una historia que no tenia para dar más de sí,, y que encima la hagan cuando ya supuestamente los personajes cambiaron completamente y son personas diferentes, hacen que solo el título recuerde la película de la que esta es secuela.
Pero como siempre se empeñan en tratar de explotar donde no hay con que, la hicieron y bueno lo que dio es un intento de humor negro (el único parecido con la anterior) que tiene todo, menos eso, salvo algún que otro chiste que causa alguna ocasional risa.
Lo peor es que aquí el planteo que podía tener cierta coherencia en la primera, se vuelve un completo absurdo, una especie de disparate grotesco.
Los actores están pésimos, sobre todo Matthew Perry, Bruce Willis, sin ganas, como diciendo, vengo por mi cheque y ya.

No hay más que ver ese comienzo con Bruce Willis vestido de chacha y ese diálogo tonto con Amanda Peet para darse cuenta de que esto no va a estar tan bien como la primera.
El humor ha bajado el nivel. Además, de comedia negra ha pasado a ser una comedia muy tontorrona, con esbirros de nivel intelectual de dibujo animado y pedos de una vieja, por ejemplo.
Curiosamente, aunque la caracterización de Kevin Pollak como padre del personaje que hizo en la anterior es un poco patética, es el que resulta estar más gracioso de todos los que salen.
Hasta el propio Matthew Perry está a medio gas con sus gracias habituales.
El argumento está cogido con pinzas para que puedan llegar a salir todos (excepto Rosanna Arquette).
No es gran cosa. Además, tiene graves fallos de montaje, como cuando están tiroteando la casa y de buenas a primeras el parabrisas del coche recibe un disparo, cuando por la posición del coche y de los malos es absolutamente imposible.
Y lo peor de todo, las lloreras en falsete de Jimmy. Sea por el doblaje o por la mala actuación, dan pena pero de verdad.
Lo único que le queda a la película para pasar la criba por la mínima, son algunos breves momentos que sí que tienen gracia, que es levemente entretenida y que es corta.

Segunda parte de la exitosa en su momento "Falsas apariencias" con un resultado mucho más inferior que su predecesora, con algunos puntos divertidos y con la participación, de nuevo, de gran parte de su reparto, en una secuela que sinceramente, no tenía mucha razón de ser.

Aquí se cambia la localización de Montreal por México y Estados Unidos, y se vuelve a dar protagonismo a la pareja de actores Matthew Perry y Bruce Willis. Este último vuelve a demostrar que no se le dan nada mal los papeles con toques cómicos pero Perry está un poco pesado y repetitivo con sus caídas y gestos.

Las chicas vuelven a ser las guapas Amanda Peet y Natasha Henstridge. El papel de Peet puede resultar algo cansino e intenso pero la actriz le saca petróleo. De Henstridge decir que está mucho más desaprovechada aquí.

Kevin Pollak, fantástico actor secundario, está francamente divertido aquí, al igual que Frank Collison, actor con un físico muy particular y que tiene momentos en los que puede sacar su vis cómica.
Entretenida si no se tiene nada más que ver, pero no para tirar cohetes.
Un slaudo,
Tess