Hermanos por pelotas

La pelicula en si tiene un argumento malísmo, con el guión mas de lo mismo, los actores igual, ect, ect.
Además cuenta con el doblaje al castellano de Santiago Segura y Florentino Fernández, y a mi parecer es el peor doblaje al castellano que he escuchado en mi vida, si juntamos una pelicula bastante mala con este doblaje pésimo da una película verdaderamente indigerible.

Tampoco esperaba gran cosa de esta pelicula pero si un poco más.

Un saludo.

La peor película de la factoría Apatow, (la formula comienza a estar agotada), se lo habrán pasado muy bien rodándola, pero si este es el humor que le pone a Will Ferrell, (perpetrador de este ¿guion?, junto con Adam McKay), lo que venía sospechando hace tiempo, toma visos de certeza, este tipo no es que se haga el idiota, es que lo es en grado supino. La peor de Mariano Ozores, le da 40000 vueltas a esta memez. Los abundantes ¿gags?, no te hacen esbozar ni una puta sonrisa, lo que se te provoca, es la vergüenza ajena más intensa que recuerdo haber sentido viendo una película. No sé qué pinta Mary Steenburgen en este bodrio, los demás actores, no sé, pero ella se supone que debió de quedar bien forrada cuando se divorció de Spielberg.

Me temo que esta crítica me quedará demasiado obvia y es que "Step Brothers" no es ni más ni menos que lo que uno puede intuir con la información aunque sea escasa que uno tenga. Lo que pasa es que teniendo el sello del señor Apatow cabe como poco conceder un márgen a la sorpresa agradable como sucedió en "Knocked up" o en "Dewey Cox". Pero si ya empezamos a hacer balance parece que la balanza se le está veniendo abajo al de Nueva York. Si atendemos también al nombre de Adam McKay tenemos un referente importante como "Anchorman" también con Ferrell. El caso que nos concierne se resume rápidamente en que Ferrell y McKay tuvieron una idea más o menos original, la de dos cuarentones frikis viviendo en casa con sus padres que tienen que vivir juntos cuando sus progenitores se casan. Esto lógicamente da para algunos gags con gracia, algún momento de risa liberadora pero tiene un recorrido muy corto y sus excentricidades sean escatológicas o absurdas no pueden tapar un vacío argumental importante. Una vez que te introducen en su juego se les olvida alimentar su trampa, dar forma a un ente cinematográfico que nunca acaba de cuajar deslizándose por los senderos de lo flojo, inconsistente, pasajero.

A día de hoy esta comedia se ve con otros ojos, e incluso a ciertas personas, muchas de las cosas que se ven... no les hace ni pizca de gracia. Hijos con cerca de 40 años y vagueando aún por casa, es la nota predominante. El problema está en que por un lado, estos no ponen nada de su parte, ( es un chollo vivir del cuento ) y por otro lado, cuentan con la colaboración de unos padres permisivos, ( que no es lo mismo que unos buenos padres ).

Pues yo lo veo desde los ojos de la comedia y no de la realidad, ya que a mi esto me queda bastante lejano en mi vida. A los 23 años me independicé y a los 29 ya tenía mi coche, mi casa y mi trabajo fijo. Muchos se verán indentificados en muchos aspectos, aunque no en la personalidad de los protagonistas.

Centrándome en la peli, es una comedia un tanto absurda, pero divertida. Es muy exagerada la torpeza de ambos hijos, una cosa es vivir del cuento, y otra es comportarte la mayor parte del tiempo como un niño. La comodidad no está asociada con la inmadurez, por lo menos bajo mi punto de vista. La historia va directa al grano, el guión pasa muy de puntillas por la relación de los padres, para trasladarnos rápidamente al meollo de la cuestión... la disputa entre ambos hijos. Con escenas muy ridículas, otras muy, muy divertidas... donde no te da tiempo a terminar con una carcajada, para continuar con la otra. No soy seguidor asiduo de Will Ferrer, ni de John C. Reilly... así que no voy a entrar a valorar su trabajo con otros anteriores, pero aquí están cumplidores y poco más. Me ha hecho más gracia las caras de panolis... que sus formas de actuar.

Y esa moraleja que deja el film... no dejes que nadie acabe con tus sueños... lucha por ellos hasta el final y en las condiciones más extremas. Yo sin duda, lo pasé muy bien.

Parece que a los productores norteamericanos les da vergüenza acercarse a los problemas sociales, y cuando tienen que hacerlo, en vez de hacer una reflexión, hacen una comedia para adolescentes estúpidos y a correr. Venida de la factoría de Apatow, el director y productor que se ha inventado el término de "comedia romántica masculina" -o su traducción, películas con cierto toque sentimental pero plagadas de chistes escatológicos y sin gracia- es la historia de dos vagos cuarentones que siguen viviendo con sus padres (pero uno le falta su madre y al otro el padre) y tienen que cambiar su cómoda existencia cuando sus respectivos padres se casan entre sí, y tienen que vivir juntos. Personalmente Will Ferrer me parece un cómico realmente brillante y divertido -desde sus inicios en el Saturday Night Live hasta su participación con Woody Allen en "Melinda y Melinda"-, pero aqui está demasiado pasado de vueltas. John C. Reilly, en cambio, me parece un magnífico actor, con una gran capacidad... menos para la comedia -quizás el único elemento cómico que realizó bien fueron algunas secuncias de "Boogie Nights"-. Película realizada a la medida de Ferrer por McCay, que ya lo dirigió en "Pasado de Vueltas" y "El Reportero: la leyenda de Ron Burgundy" con dispares resultados, es un film bastante estúpido, tópico y previsible: prácticamente ningún chiste funciona. No tiene interés alguno. Una prueba evidente más de que la producción norteamericana de grandes estudios para su distribución mundial cada vez tiene peor calidad y cada vez gusta menos al espectador medio de fuera de Estados Unidos y con una mínima capacidad intelectual. La lástima es que este film tiene un planteamiento interesante, lo suficientemente inteligente como para poder ironizar sobre la sociedad, la felicidad y la familia, pero el resultado es de lo más lamentable, macarra, falto de imaginación y grosero. Las burradas y groserias están bien, pero cuando tienen un mínimo de originalidad. De no ser así, llegan a resultar sencillamente insoportables, fuera de lugar y sin gracia alguna.