22 balas (El inmortal)

No será la mejor película francesa que me habré visto, del género, pero he de reconocer que está lograda. Jean reno, ya sea por que me encanta este tío, o las películas francesas del genero gangster o policial, ya sea por eso o lo otro... Esta película me ha gustado, ¿dos horas?, pues no se me han hecho largas, y eso que aun estoy sin comer desde anoche, y ya son las 16:00 del día siguiente... eso quiere decir, que la película engancha, tiene fondo, tirón, y un gabacho que da la talla... ¡Desde Godzilla!
Es entretenida, efectos tiene, tiene tiroteos, tiene vendetta, tiene la dosis del buen género negro... ¡Estos gabachos parecen jankies! ¡Y ESO ME GUSTA!
Los vecinos aprietan duro. :) Un saludo y a recomendarla.

Charly Mattei (Jean Reno) es un gánster que ha decidido retirarse del negocio para dedicarse a la vida familiar, pero luego de tres placenteros años de jubilación, uno de sus antiguos compañeros, Tony Zacchia (Kad Merad), hará todo lo posible por darle muerte.

Ahora Charly no tendrá más remedio que regresar a su antiguo oficio y desatara una guerra sin cuartel contra todos aquellos que participaron en el fallido intento de su muerte.

El film está basado en parte en un hecho real. Jacques Imbert (1929- ) es un antiguo miembro de la mafia marsellesa de los 70s. Este decide abandonar su oficio para dedicarse a vivir en paz y tranquilidad con su familia.

Tres años más tarde se le dio por muerto en un estacionamiento tras recibir 22 balazos por la banda del sicario Tony Zampa de la mafia marsellesa.

El hombre, luego de haber sido atendido de emergencia, reconstruido su rostro, su cuerpo y una vez recuperado casi totalmente, fue vengándose de cada uno de sus fallidos ejecutores.

El film es uno repleto de acción y suspenso, basado en venganzas y ajustes de cuentas. Es el clásico film en donde el líder de una banda tiene miedo de que algún día su antiguo socio lo mude al cementerio, por lo tanto le madruga primero. Un film al mejor estilo de "The Godfather" (1972), "Goodfellas" (1990) y "The Last Don" (1997).

La ventaja de este film es la actuación de Jean Reno, su tranquilidad y sosiego con el que interpreta un personaje con una filosofía de vida sencilla, pero con un pasado complejo. La película tuvo un presupuesto de €18 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de €19 millones.

¿Es esta también, una vez más, la peor película de la historia del cine con meridiana claridad? Diría que no, me pierde el rigor, pero (muy) cerca le anda, al palo, da.
No mata a uno chivato y por eso, a consecuencia, matan, con aberración incluida, al amigo. Es un hijodeputa. O más tonto que Abundio.
No mata a muchos y por eso una cascada de desgracias y agonías y horrores, a la orden, se suceden. Es un cabrón con pintas, un sádico miserable. O no tiene luz ninguna.
Teniéndolos a huevo, a todos y cada uno, a punto de caramelo, sin ningún motivo los deja vivos, por tus huevos morenos, por razones tan idiotas o estúpidas que solo de pensarlas un segundo te salen granos por todo el cuerpo, ronchas como salmones noruegos, sarpullido, adelante, amigos. Como si te dieran la opción de llevarte un millón de euros a cambio de nada y dijeses que no, que prefieres coger uno solo y que el resto ya te lo llevarás cuando toque, algo más adelante, cuando tú a ti mismo te encuentres, que mientras tanto se lo dejas para que te lo guarde a buen recaudo, para que te lo cuide a Rockefeller que él seguro que no se lo lleva que ya tiene mucho y a los ricos es bien sabido por todos que el dinero se la sopla, con lo que además así le pones a prueba, le tientas de esa mala manera, le jodes vivo, ansia que le come, gran idea.
Bueno, pues con todo eso quieren que arrees o tragues los responsables de tanto estropicio de esta mala cosa, que te pongas en esa situación ignominiosa, asquerosa, en ese lugar concreto de mierda.
Y eso que hicimos el esfuerzo sobrehumano denodado soberano por pasar por alto, correr un tupido velo, ese inicio afrentoso asesino churrigueresco, y para aceptar como si tal cosa la resurrección de la carne, ande o no ande, caballo grande, qué cine es el glande.
Nos merecemos un monumento por intentarlo.
Y además nos endiñan, como regalo, definitivo, grandilocuencia solemne operística francesa en mala hora para rematar la faena, sin venir a cuento no pega ni con cola. Un caso serio clínico, hay que ver cómo son estos jodidos gabachos.
Muy violenta y muy oligofrénica, pretenciosa y completamente mamarracha, psicotrónica.
Un horror verbenero carnavalero grotesco. Un puto infierno.

Este film de Richard Berry si bien domina los elementos del thriller, la historia entretiene pero no deja de estar llena de chiches sobre aquellos héroes enfrentados a su propio destino en el nivel de la inmortalidad metafóricamente hablando. En esta ocasión y gracias a la caracterización de Jean Reno como Charlie Mattei, en el contexto de lo verosímil, la trama está garantizada.

Por lo demás, en esto de reticencias entre mafias, ya todo parece está dicho. La historia del cine da muchos ejemplos y unas salen mejor libradas que otras. En la película “L'immortel”, el guión salva una historia y la hace entretenida. Al menos el cine policíaco francés sigue vivo.

Película violenta de esas típicas donde un tipo duro recibe balazos y más balazos, golpes, desgarros de carne, etc., y sigue adelante como casi nada, de ahí el nombre de "El inmortal". Trata sobre la mafia marsellesa y uno de sus matones retirados al que le intentan matar dejándolo vivo de pura casualidad. Luego toda la película es un relato de como el protagonista va vengándose uno a uno de quienes quisieron matarle, a la par que a él también le cuesta lo suyo en dolor y deterioro físico.

En fin una película para violentar el alma y dar malos ejemplos a mansalva. La película en sí es casi un potencial curso a como torturar y bestializarse.