Sorgo rojo

las otras 2 películas que había visto de este director (ni uno menos y regreso a casa) me habían gustado tanto que no veía el momento de poder ver otro film del director
La película a mi gusto empieza bien con muy bellas imágenes y un filo por lo menos curioso. Así sigue el filo hasta el final en que a mi parecer, Yimou estropea la película con su intento de denuncia de las atrocidades japonesas, aunque al igual que a los protagonistas en la escena final, le sale el tiro por la culata...

"Sorgo rojo" es la primera película del maravilloso Zhang Yimou. Desde luego, no es la mejor (de hecho, es casi la menos destacable salvo por el hecho de ser la primera).
Lo interesante de la película es que muestra el origen de la profundidad humana de "La linterna roja", la dureza de "Ju Dou", la gracia de "El camino a casa", la espectacularidad de "Hero" o la belleza visual de "La casa de las dagas voladoras".
Se trata de un bello comienzo para Yimou que trata la vida rural china y la invasión japonesa mediante su fantástico estilo personal.

Debut en la dirección de uno de los más destacados cineastas de la actualidad: el chino Zhang Yimou, que ultimamente con films como "Hero!" o "La casa de las dagas voladoras" ha conseguido incluso conquistar a un público tan dificil a priori como el nortemaericano, ávido en su mayoría de grandes superproducciones y acción por un puño.
La historia se ambienta en la China interior de principios del siglo XX, narrando una particular historia de amor, rodeada de prejuicios, que parten de la fuerte tradición patriarcal (aun existente hoy en día) y opresión (por parte del más desarrollado pueblo japonés).
En el film se pueden observar planos de gran belleza ya asentados en un fotografía que roza la perfección, un rasgo muy definitorio a lo largo de la excelente filmografía del director.

A los europeos nos cuesta un poco asimilar la forma de vida asiática y mas aun si es, como en el caso de esta cinta, con una mirada retrospectiva de comienzos del siglo pasado, pero no por ello dejamos de sorprendernos cuando un director como Yimou nos muestra la magia de la vida rural de comienzos del siglo pasado en China, con una historia tan sencilla como a la vez verdaderamente fascinante. Esta película es como una montaña rusa, con momentos sencillos mezclados con toques de humor (el canto del vino es genial), y pequeñas pinceladas de crueldad (la tortura del ladrón), todo acompañado de una fantástica fotografía y una Gong Li que se deja querer a medida que avanza la acción. Reconozco que he pasado un rato mas que agradable viendo esta película (que roza la perfección) aunque el final me ha dejado un tanto frío (un poco acelerado para mi gusto). En fin, estupenda cinta para ver, como no, tomando un buen vino...

Fue la 1ª película que vi en un cine europeo del director chino Zhang Yimou. Recuerdo que me impactó, y supongo que a los críticos de Occidente les pasó lo mismo, el exotismo de la cinta, más que otra cosa: un exotismo sorprendente por la belleza de la joven Gong Li, por los sonidos musicales chinos, por el sorgo y la elaboración del vino que de este cereal se extrae, y en definitiva y por la construcción fílmica del director Zhang Yimou, que luego nos presentaría sucesivas películas a cual mejores y más cautivadoras.

A destacar la escena donde la pantalla se llena con una pradera verde de sorgo crecido, mecida u ondula por el viento como si de un mar se tratase y al fondo un horizonte rojizo: preciosa panorámica. Y muy especial la escena donde el jefe de porteadores, haciéndose pasar por bandido, rapta a la muchacha y la hace suya (parece ser que a ella le place, dado que él es joven, fuerte y le gusta), en medio del sorgo, aplastando unos metros en redondo del cereal y empleándolo como cama silvestre.