Noche de miedo 2

Segunda parte de Noche de miedo de Tom Holland, la cual no llega ser ni una mera sombra de su predecesora.

Una irritante continuación que no llega a transportar al espectador al mundo de los vampiros en el que se ambienta la película. Teniendo en cuenta los fugaces momentos de comicidad que presenta el film no sabemos muy bien si se ríe de sí misma porque lo pretende o porque quizás es tan ridícula que simplemente nos parece que se burla de sí misma.

Lo más destacable es la delirante continuación de la vida del caza vampiros Peter Vincent. Por el resto de personajes poco más que añadir que un leve bostezo en su nombre.

El que no termine de congeniar con las películas de terror de los ochenta es un hecho; si bien la que nos ocupa tiene momentos divertidos y buenos efectos especiales, me abruma el oportunista juego de ingenuidad y casualidades al que se ven sometidos los personajes, y siendo este el único motivo por el que una película con una premisa tan simple pueda extenderse de la hora y media. Además todo es muy tópico y demasiado visto. Resulta tan entretenida como vacía.

La primera me gustó mucho siendo un clásico de culto vampiresco y ochentero que tenéis que ver y esta la tenía que ver al menos por la curiosidad. Tiene cosas chulas pero pienso que se podrían haber aprovechado mejor porque no llega a estar a la altura. Suspense, humor, hombres lobo, vampiros en patines, una sensual vampiresa que despierta cierta tensión sexual en Charley. Esto podría haber dado más juego, crear un triángulo amoroso. Por otra parte, la banda sonora, maquillaje y efectos especiales sigue siendo algo destacable.

Técnicamente superior pero mucho menos viva. Prueba de que el guion lo es todo. Aquí los vampiros no tienen el carisma del anterior.
Un guion chocante al no conservar a la novia de Charlie de la primera entrega y ni siquiera se explica su ausencia.
Se toma más en serio esta secuela, en detrimento del humor.
El espacio también es menos acertado pues se pierde la cercanía y familiaridad de ese barrio residencial tan spielbergiano.
En fin, no consigue cautivar pero alegra volver a ver a sus personajes protagonistas.

He aquí la inevitable secuela de un clásico menor de los 80. Pero en esa época, la mayoría de secuelas eran inferiores al original en todos los aspectos.
Ahora tenemos a un nuevo grupo de vampiros. Hay una que parece una mezcla del Michael Jackson de "Thriller" con los otros chupadores de sangre de aquel otro pequeño clásico llamado "Jóvenes ocultos". También sale el mítico malo de "Cobra" y una jefa de grupo que está de muy buen ver.
Pero esta vez, la mezcla de cine fantástico (que no de terror porque no da miedo ninguno), vampiros y leves toques de comedia (bastante patética, la verdad), no funciona tan bien como lo hacía en la primera. Hasta Peter Vincent ha perdido algo de chispa.
Aunque la parte más interesante tarda mucho en llegar para mi gusto, tampoco importa demasiado porque es corta.
En realidad, si no se compara demasiado, tengo que reconocer que me resulta entretenida como película muy ligera.
También me gusta la música de Brad Fiedel, no muy escuchable por sí sola, pero que encaja muy bien con la película.
Los efectos especiales, totalmente artesanales, están muy bien conseguidos.
Le sobra la escena de la bolera y algún otro momento cómico de vergüenza ajena.
Le doy el aprobado raspado, pero prefiero la primera claramente.