Misterio en el barco perdido

Entretenidísima película, muy bien hecha, con gran recorrido. Una de aventuras de toda la vida, con dos grandes, uno más que otro: Gary Cooper, y Charlton Heston, dos monstruos de la pantalla. También actúa Michael Redgrave, aunque con poco metraje, apenas un par de escenas en el juicio contra el capitan, como abogado de la compañía.
Un guión muy bien llevado, muy desarrollado, con grandes matices, con requiebros y sorpresas, licencias cinematogáfricas y actores muy en sus papeles.
Muy interesante, me ha gustado mucho. Un tecnicolor muy brillante y un desarrollo fílmico de paso a paso, muy bien desarrollado.
Las escenas submarinas están muy bien desarrolladas, con gran técnica.

En medio de las procelosas aguas del Canal de la Mancha un pequeño barco se dedica a recuperar los que quedan varados o encallados en los arrecifes. En medio de la tormenta encuentra abandonado a la deriva el "Mary Deare" sin la tripulación.
Otro "Barco fantasma", un tema reiteradamente llevado a la pantalla siempre con el mismo título. Desde las bromas de Laurel y Hardy (Rogers, 1934) al terror de Beck (2002), pasando por Clift (1935), Robson (1943), Sewell (1952) o los dibujos de Ikeda (1969).
El barco fantasma sin nadie a bordo que navega en medio de la soledad de los mares. ¿Sin nadie a bordo?
Siempre hay alguien. En este caso un veterano capitán con su correspondiente pasado a cuestas, Patch (Cooper), al que da réplica el joven Sands (Heston) que se presta a ayudarle.
Cinta de aventuras marinas bien sazonada con una interesante intriga al comienzo. Excelente enfrentamiento entre estos dos poderosos actores. Sin embargo, el misterio poco a poco se va disipando quedando pronto en una serie de andanzas sin nervio ni tensión.
Mal guion que descuida la cohesión de la trama que se desarrolla de forma un tanto deslavazada, a veces incomprensible. Tampoco la realización se muestra demasiado inspirada en su narración. Suerte al elenco que está a la altura de su fama.
Buenas escenas náuticas en medio de la tormenta. La parte del inevitable juicio, aunque sin el nivel de los grandes procesos, estamos en Francia no en Inglaterra con sus togas y sus pelucas, explica bien los chanchullos que se dan entre armadores, cargas, fletes, seguros marítimos, oficiales y tripulaciones.
Remate rutinario, sin emoción.
En cualquier caso, una digna cinta de aventuras que permite pasar un buen rato con su contemplación.

Ver juntos por primera y última vez a dos estrellas del nivel de Gary Cooper y Charlton Heston, debería ser motivo suficiente para acercarse a esta película dirigida por el inglés Michael Anderson y que lleva por desafortunado y pueril título “Misterio en el barco perdido”.

Pero no quiero venderles la moto, es más, si hoy se encuentra prácticamente olvidada es, por una vez sí, con motivos. Y es que aunque el guión lo firme el reputado Eric Ambler nos encontramos con una historia que no termina de definirse entre el drama marítimo, la aventura, el cine negro, las películas de juicios o simplemente el aburrimiento.

Toda en ella es extraña, no hay ni siquiera historia de amor ni mujeres prácticamente en la cinta, y el duelo interpretativo que se espera entre los dos gigantes queda en una solemne desilusión. Hay demasiada admiración entre ambos como para competir. Es rara por más motivos, fue la única vez que Gary Cooper rodó una película inglesa y la primera de Heston.

Gran parte del fracaso de la cinta la tiene el propio director, que iba a ser decían el nuevo David Lean y terminó sin encontrar un estilo realmente propio, haciendo de todo un poco, aunque hoy algunos tengan como película de culto la infantil “La fuga de Logan”.

Si ustedes quieren visionar “Misterio en el barco perdido” (me recuerda a esas novelas baratas juveniles de los ochenta que vendían) pueden hacerlo como mera rareza en la historia del cine, pero no esperen una buena película, porque se llevarán una profunda decepción.

Nota: 5,6.