Los del túnel

El humano es un ser social. La necesidad de interacción mueve su conducta, y su felicidad queda supeditada al éxito en estas maniobras. Todo miedo es un deseo oculto; en este caso, el temor al rechazo es un reflejo de esa ansia por ser aceptado. Para aumentar las probabilidades de éxito social, el ser humano se mueve en círculos reducidos, los grupos, un terreno de seguridad que otorga esa anhelada sensación de pertenencia a algo. Ya sea en el mundo real o en el virtual, los grupos –de amigos, de trabajo, de padres– son una muestra de estudio de la sociedad, esa placa de Petri vista a través de un microscopio, gracias a la que todas sus características se amplifican. Y, para los responsables de “Los del túnel”, poco hay de honroso en lo que se observa.

Los grupos humanos son un pozo de mezquindad, de roles prefijados y de reglas asfixiantes. La hipocresía, el egoísmo, los gestos de cara a la galería, o la corrección política y sus castradoras secuelas, son sólo unas de las múltiples perversiones de la interacción social, y todo ello viene recogido en esta película. A través de la comedia, la cinta funciona en dos niveles de profundidad: por un lado, el del humor sin pretensiones, explícito y de corto recorrido; por otro, el de la lúcida disección social. Maidagán y Montero sacan el hacha a pasear y arrasan con todo lo que se encuentran, pero la clave oculta está en la profundidad de sus tajos. Una profundidad que, ya sea por prejuicios, por carencia de toda expectativa en esta obra, o por ir al cine con la crítica ya escrita, para muchos pasará desapercibida.


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Hay películas que tienen al enemigo dentro de casa y ésta es una de ellas: el tráiler de la película (como ocurre en películas como Señales o El bosque) engaña al espectador y promete algo que no va a encontrar en la película.
Sin ser mala (un pelín rara es) tiene sus virtudes pero su mayor carencia puede que sea no saber definirse.

El trabajo de los actores es correcto, pero parece que estén en películas diferentes. Merece la pena ser vista pero lamentablemente no merece una gran atención.

Interesante comedia española que no cae en los tópicos de la propia comedia española. Una manera diferente de afrontar el género aportando originalidad sin dejar de lado la diversión y las risas.

Extraordinarias interpretaciones por parte del Elenco, con mención especial para Arturo Valls, Para Natalia de Molina, y para Raúl Cimás, sin dejar de mencionar a todos los demás que hacen un trabajo impecable.

Una comedia seria, bien ideada por Pepón Montero que no defraudará a aquellos que se acerquen a verla. Un viaje por el dilema humano en tono de humor. Por su originalidad y singulares maneras que se apartan de las comedias al uso vistas hasta ahora le pongo un 9.

Creo que existen más buenas películas con ideas corrientes que malas películas con ideas notables. El éxito reside en los actores, el guión, la publicidad, el momento... pero si se tiene una buena idea, hay que explotarla. Esta película, bajo mi punto de vista, tiene unos actores decentes. Se le ha dado una publicidad adecuada y el momento de su lanzamiento es bueno. Sin embargo, el guión es francamente mejorable.

Pienso que nadie hace el papel de gañán enrollado como Arturo Valls. Pero se le quita cierto protagonismo en favor de personajes cuya aparición hubiese sido mejor gestionarla a la baja. Algo semejante le pasa a Neus Asensi, una actriz inteligente que tal vez no se haya valorado ni utilizado en su justa medida.

Considerablemente mejor que cuerpo de elite y villaviciosa de al lado, este tipo de cine muy español y que esta claramente en deriva, sigue siendo una película floja pero esta por lo menos nos da un mensaje.
Tiene un trasfondo, la felicidad de uno a traves de la infelicidad de otros, el sentirse antisocial , desgraciado, infeliz. El querer ser protagonista, el alma de la fiesta, el sentirte importante, lo que acarrean las nuevas amistades, pero en el fondo seguimos siendo los mismos, somos miserables, somos humanos. Aunque tiene un buen momento, sobre todo por un buen Arturo Valls, es una película pasable sin más. Un placer.