10, la mujer perfecta

La frase: La amiga que Webber ha conocido en la barra del bar: ¿Es justo que a los 40 las mujeres nos marchitemos mientras que los hombres se vuelven más interesantes?... barman: No, no es justo.

La escena: George (Doodley Moore) tiene la boca dormida por la anestesia del dentista, se ha tomado un par de coñacs y trata de hablar por teléfono con Samantha que se asusta y llama a la policía que lo encuentra soltando un galimatías.

El momentazo: Webber y su vecino tienen telescopios para espiarse mutuamente en sus por demás espectaculares mansiones de Beverly Hills, en una escena Samantha, novia de Webber se asoma y lo ve a él en la piscina del vecino con 3 mujeres desnudas encima.

La actuación: Además de Doodley Moore destacan Julie Andrews, Robert Webber, Brian Dennehy (el eficiente barman que sabe escuchar), Don Calfa (el divertido y loco vecino que organiza orgias).

Una comedia que lo tiene todo para pasar un buen rato, filmada en California, EEUU (Beverly Hills para ser exactos) y Manzanillo (México), cuenta con una espléndida dirección, un guion original y muy fluido, escenarios muy bellos, se filma por completo al aire libre como se hacían las películas en los 70s y 80s y lo mejor de todo la actuación soberbia de Doodley Moore, actor bajito inglés que irrumpió en escena riéndose de si mismo y demostrando que bajito, maduro y alejado de los estereotipos masculinos era capaz de ganarse a las damas y al público (No perderse “Infielmente tuya” 1984, remake de la película de Rex Harrison en los 40 o "Foul Play" de los 80s donde también borda a su personaje).

La música del maestro Mancini no decepciona, es hermosa y melancólica, los lugares en California y Manzanillo espectaculares, las historias entremezcladas humanas y entrañables (los novios, la chica del bar, el barman, el amigo gay de Webber en su también hermosa casa de Malibú, el cura que quiere ser compositor, la bella pero fría Jenny, Bo Derek), todo ello en un ambiente muy dinámico con “sketches” divertidísimos.

¡Estoy harta de las películas "lo que sea-movie" que hacen gala de un humor escatológico y falto de sentido!
No hay nada mejor que las películas de los 60 y 70 para recordarnos lo que tiene gracia y lo que no la tiene.

El amigo George Webber (Dudley Moore) está pasando por la crisis de la edad, dicho de otra manera, llego a viejo y no se había dado cuenta.

El fenecido actor Dudley Moore (1935–2002) filmo alrededor de 70 películas de comedia, pero en su gran mayoría fueron comedias de ocasión (gags), o sea que en su gran mayoria los chistes son flojos.

La actriz Bo Derek tiene un record un poco despectivo, ha sido nominada nueve veces a los premios "Razzie" ( lo peor del cine ) de los cuales ganó seis de ellos. Pero una cosa no se puede negar de la amiga Bo, aunque es un poco floja actuando, es sumamente sensual y atractiva.

La película genero por venta de taquillas la cantidad de $75 millones, más $37 millones por la venta de alquiler en los videoclubes, además recibió ocho nominaciones a diferentes premios en festivales de cine.

La película entretiene y eso, pero vamos a lo que importa.

Bo Derek estaba buenísima y cualquiera hubiera sido capaz de matar por tan sólo poder lamerle medio culo, entonces…

George Webber (Dudley Moore) es un compositor de éxito, cuarentón y que mantiene una estable relación con su novia actriz Samantha Taylor (Julie Andrews). Pero George ha llegado a unja edad que le condena a la pasividad de contemplar desde su panorámica terraza el Beverly Hills más salvaje, nudista y canallesco representado en las orgías que organiza un vecino… Y es que George echa de menos tener una vida así y no parece querer conformarse con lo que tiene. Hasta que una mañana parece encontrarse a un ángel caído del cielo; una mujer rubia (Bo Derek), bellísima, la chica perfecta,… Y la seguirá incluso en su estancia de Luna de Miel en una playa mejicana.

Blake Edwards parecía estar todavía en plena forma cuando rodó “10”, tal vez porque contaba a su disposición con dos grandes actores ingleses en América como su esposa Julie Andrews y el cómico y músico Dudley Moore, del que pretendía sacar provecho como el nuevo Peter Sellers de los ochenta. Pero precisamente no fue una década favorable (a excepción de “Victor o Victoria) para el director de “La Pantera Rosa” (The Pink Panther, 1963), “El Guateque” (The Party, 1968) (que precisamente guarda grandes parecidos), y “Una Cana al Aire” (Skin Deep, 1989). Pero la explotación, lo que hace que la película se sobrevalore (aunque su toque Edwards sigue patente y de eso se agradece bastante) es la presencia de una modelo de veintitrés años y afiliada al Partido Republicano Mary Cathleen Collins, más conocida como Bo Derek, cuyo apellido de famosa había adoptado al esposarse en 1976 con John Derek, un mediocre director que intentó consolidar el mito erótico que representaba su joven esposa con bodrios como “Tarzán, el Hombre Mono” (Tarzan, the Ape Man, 1981), Bolero (1984) y “Los Fantasmas… no pueden hacerlo” (Ghosts Can´t Do It, 1988).