Salidos de cuentas

Con dolor de mandíbula acabé saliendo del cine después de disfrutar a carcajada limpia de esta gran road movie protagonizada por Robert Downey Jr. y Zach Galifianakis. Y es que, aunque no venga a cuento de nada, el ambientillo que había en el cine me gustaba, y eso pese a que sea una chorrada, hace a veces que puedas disfrutar más de una película que si tienes al típico “gilipuertas” al lado.

La historia no tiene desperdicio, pues empezará mostrándonos como el azar es capaz de juntar a dos personas con personalidades totalmente distintas como son Peter Highman (Robert Downey Jr.), un hombre obsesivo que quiere llegar a tiempo para ver a su hija y Ethan Tremblay (Zach Galifianakis), un extravagante aspirante a actor. Ambos tendrán que viajar en coche juntos desde Atlanta hasta Los Angeles debido a que les han prohibido viajar en avión.

Porque lo que hace que esta película funcione de manera notable es la “anti-química” que hay entre los dos personajes. Ver que ninguno de ellos tiene nada en común y que aún así tendrán que aguantarse el uno al otro durante un largo viaje. lleno de situaciones cómicas que son la fórmula del éxito que consigue que literalmente en varios momentos te acabes riendo sin parar debido a la inverosimilitud de algunos hechos.

Creo que se conoce de sobra el talento de Robert Downey Jr. (Sherlock Holmes, 2008) y de sus capacidades extraordinarias como actor para meterse tanto en dramas como en comedias y de las que ha tenido la suerte que ha salido victorioso. Un gran actor que para mi gusto pertenece al grupo de los que yo llamo: Actores del siglo XXI, en el que, guste o no, están Brad Pitt, Russell Crowe, Matt Damon, etc. Tampoco hay que quitarle ni mucho menos, protagonismo a Zach Galifianakis, quien a pesar de conocer menos sobre su fotografía, ha sabido engancharme en todo momento con su brillante actuación. ¡Chapó! para él. Por cierto, ¿qué me dicen del otro gran protagonista de la película? Sí, sí, el compañero de viaje de ambos protagonistas y con el que también nos echaremos unas risas de lo mas graciosas. Me refiero a Sonny, el perro que viajará también con ellos.

Como en toda road movie en la que hay largos viajes, escucharemos una variada banda sonora creada por Christophe Beck que compone tres temas, mientras que el resto, que son nueve, están realizados por diversos artistas como Sam and Dave o Rod Stewart.

Poco más que decir de esta comedia que sabe revitalizar de manera notable dicho género aportando el toque de un director experimentado en es como Todd Phillips y su exitosa Resacón en Las Vegas (2009) que ha sabido ofrecer de una manera fresca y entretenida una buena road movie. ¿Sería mucho riesgo decir que es la mejor comedia del 2010? Quién sabe, quizás me equivoque o quizás no.

Peter Highman es un buen arquitecto. La vida le trata bien, pues además de tener cualquier bien material a su alcance, está enamorado de su mujer y espera a su primer hijo. Ésa es su mayor ilusión, llegar a Los Ángeles, dejando Atlanta, para ver nacer a su hijo. Sólo tiene que coger el avión, y estará listo para ser el hombre más feliz de la Tierra.

Problema: Ethan Chase se topará con él en las puertas del aeropuerto. A partir de ahí, el infierno. No es que lo confundieran con un terrorista y pasara a formar parte de una lista negra elaborada por los servicios de inteligencia estadounidenses, tampoco es que un paralítico veterano de guerra le propinara una brutal paliza, ni que Ethan se masturbará en su cara. Tampoco ir al peor garito de Phoenix a pillar hierba. Ni ser detenido en la frontera con México. O recibir un disparo de su compinche. No agrada que te haga dudar de tu mejor amigo, sospechoso de zumbarse a tu mujer y ser un potencial padre de tu futuro hijo. Ni que te confiese que ha guardado tu cartera, jodiéndote media vida, a propósito para que le acompañases en su viaje personal. Es, en definitiva, una prueba del destino tener que aguantar a un tipo que devora gofres a sabiendas de que es alérgico.

El caso es que ‘Due date’ es una comedia bien elaborada. No engaña a nadie, siendo su historia tan sencilla como el sustrato de un viaje. Pero un viaje peculiar, cargado de una interacción frenética, entre el ataque y la defensa de los dos protagonistas, que provoca la carcajada y la risa a placer. Por momentos, Todd Philips acaramela la velada con un poco de ternura, esa derivada de la estrambótica amistad desatada entre nuestros dos amigos. Sólo me queda una duda después de su visionado, ¿qué pinta aquí el perro? En fin, divertida.

Tras el gran éxito de Resacón en las Vegas, Todd Phillips vuelve a la carga con Salidos de cuentas, una hilarante comedia en clave de road movie, con influencias de Mejor solo que mal acompañado de John Hughes y evidentes reminiscencias del cine de Judd Apatow, como personajes con la enfermedad de Peter Pan o amistades masculinas un tanto peculiares.

Sin embargo, la principal referencia es Resacón en las Vegas. Por un lado, el póster guarda muchas similitudes y por otro, el actor Zach Galifianakis lleva a cabo un rol muy similar al de aquella película. Desde luego no seré yo quien critique a Phillips por tratar de sacar el máximo beneficio a aquella magnífica historia sobre una loca y desenfrenada despedida de soltero. Otros lo hacen con abominaciones como Paranormal Activity y se forran. Al menos Phillips nos hace partirnos de risa durante todo el metraje, algo muy de agradecer en esta época de crisis que actualmente nos asola.

En Salidos de cuentas no hay que buscar personajes profundos o grandes historias. La película tiene un único objetivo, que no es otro que lograr que el espectador ría a mandíbula batiente de principio a fin. Fiel a ese espíritu, veremos las peripecias de dos desconocidos que se ven obligados a recorrer los Estados Unidos en coche, situación que el guión aprovecha para recrearse con todo tipo de extravagantes ocurrencias, algunas al más puro estilo hermanos Farrelly, lo que unido a la gran inspiración en el desempeño de sus papeles del gran Robert Downey Jr. (Iron Man) y el ya mencionado Galifianakis, consigue, indefectiblemente, que el respetable lo pase en grande.

Algunos secundarios son de lujo, como Jamie Foxx (Un domingo cualquiera). Otros como Michelle Monaghan (La conspiración del pánico, Misión imposible 3) pasan bastante desapercibidos. También hay espacio para las sorpresas, como la aparición de Juliette Lewis (sobre todo porque anunció hace algún tiempo que dejaba la interpretación para dedicarse a la música) o la de ciertos personajes muy famosos por protagonizar una de las series cómicas del momento, cuyos nombres no desvelaré para no aguar la fiesta a nadie.

En resumidas cuentas, tenemos una comedia gamberra, alocada y desmadrada, que si bien no llega a la altura de Resacón en Las Vegas, ni tampoco destila, precisamente, originalidad, resulta un auténtico disfrute al conseguir que todo el mundo pase noventa minutos de puro desenfreno y carcajeo. No será una gran película desde el punto de vista del crítico (ni falta que hace) aunque hay que reconocer la buena mano en la filmación de Todd Phillips, además de la cuidada fotografía y la acertada banda sonora. El caso es que este tipo de films son muy necesarios, pues a pesar de no compartir nada con las películas de Clint Eastwood, son verdaderamente capaces de alegrarte el día.

Nueva cinta del director de tres joyas de la comedia americana reciente como "Old School", "Road Trip", y "The Hangover". Sin embargo, la cinta no está a la altura de las tres cintas antes citadas, lo que no quiere decir que sea mala, ya que la cinta entretiene, pero tiene muy poca chica para aguantar todo su metraje con una premisa tan simple. Si no fuera por sus dos actores principales, excelente como siempre Downey Jr. y excelente también Galifianakis (todo un monstruo de la comedia física), la cinta no llegaría a ningún sitio, ya que solo el carisma de los dos la aguanta. La cinta contiene tres o cuatro chistes brillantes (la doble masturbación en el coche), pero todo lo demás es rutinario y aburrido. Os la recomiendo, pero para distraerse un rato, no creáis que os váis a descojonar de lo lindo.

Lo mejor: Sus dos actores, y tres o cuatro bromas brillantes.
Lo peor: La sensación de que podría haber dado más, dado el talento de la gente implicada.

Una buena comedia, se agradece de vez en cuando y este caso que nos ocupa posee unos personajes que hablan por sí sólos. Son dos personajes geniales, muy bien escritos y tremendamente divertidos, que se complementan a la perfección y cuya carencia en la película le haría bajar muchísimos puntos. Pedazo actuación que se marca Robert Downey Jr., demostrando que es uno de los grandes de la interpretación actual.
Por otro lado tenemos a Jamie Foxx, un muy buen actor que resuelve con solvencia las escenas en las que participa, lástima que Michelle Monaghan sólo sirva para hacer de mujer florero.
Por otro lado, he de admitir que el guión se hace algo repetitivo, algunas situaciones son inverosímiles y otras se te antojan casi irrisorias, pero en conjunto es un film divertido, que eso es de lo que se trataba.

Mi nota: 6.2