Prácticamente magia

Pues mira, como realmente esta película es una chorrada sin chispa y sin historia, ¿para qué entretenerse mucho en ella?

El envoltorio de la brujería está pésimamente desarrollado; las actrices son las que son pero podrían haber sido otras, porque sus personajes deambulan entre el incordio, la estupidez y la simpleza sin que se inmuten; el romance nos lo cuentan en unos veinte minutos aproximadamente, con lo cual nos haremos una idea de lo lamentable que es; y el misterio no despierta intriga, sino que harta, harta muchísimo, porque se lleva tres cuartas partes de la trama sin que nos interese en absoluto.

Así que mejor dejemos de lado todo esto y centrémonos un poquito, sólo un poquito, en uno de los actores protagonistas: Aidan Quinn, único motivo por el que es recomendable ver «Prácticamente magia», a pesar de que su aparición se retrasa hasta el momento justo en que ya la cosa se está volviendo insoportable. Entonces llega él, por fin, interpretando al hombre perfecto, cómo no. Tenía que ser él y no otro. El hombre de tus sueños, el hombre que no puede existir pero que se hizo realidad a través de un hechizo. Tenía que ser él y no otro.

Ni el Cine ni el tiempo lo han tratado bien pero ha sido, sin duda, uno de los mejores. Que sirva esta crítica como homenaje.

No es mala, es una linda historia con cosas sobrenaturales, tiene un algo que te hace querer verla, pero que tampoco ese digamos encanto logra sostener la película.
Las actuaciones están pésimas, creo que son las peores interpretaciones que he visto de estas dos actrices.
Trata de 2 hermanas que se enteran que son brujas y tratan de lidiar con ellos, después lo de siempre, meten en una olla un poco de melodrama, un poco de comedia dulzona, algunos diálogos que tratan de ser ocurrentes y se quedan en el intento, y bueno al final tenemos un mejunje con pretensiones de pócima, o lo que es igual un bodrio con pretensiones.

Bueno, a primera vista no es que sea una película muy buena.
Pero esa mezcla comedia, romance y brujería la convierten en una divertida historia para pasar el rato. Y,por otra parte, el comportamiento divertido y travieso de Nicole Kidman salva
mucho la calidad de la película.

Leo varias críticas negativas sobre esta película, refiriéndose a sus incoherencias, a su falta de ritmo, a unas malas actuaciones, su mal argumento... de todo, y me da la sensación de que nadie está siendo justo con ella. No pasará a la historia como una grandísima película, de hecho ni pasará a la historia del cine de ningún modo por esos múltiples errores que señalais, pero estoy segura de que si pasará a la historia en la memoria y en los corazones de muchos niños, que allí por finales de los años 90 la veían una vez tras otra deseando tener una hermana con la que llevarse tan bien como las protagonistas, deseando hacer magia como ellas y deseando encontrar a su hombre perfecto como Sandra Bullock en el film. Y es que, esta película está destinada a los más pequeños de la casa, quienes no entienden de grandes actuaciones, de incoherencias, de fotografía, de tramas, ni de nada más que no sea el disfrutar y soñar durante 102 minutos con que todo es posible.

Tengo la sensación de que a veces a la hora de ver una película pensamos demasiado. Deberíamos desconectar de vez en cuando y limitarnos a disfrutarla al margen de su calidad y de los errores que pueda tener, disfrutar mejor de los aciertos que si tiene, y olvidarnos de esos otros errores. Porque al ver películas como ésta sabemos a lo que nos enfrentamos, una película de magia (¿qué hay más incoherente que la magia en este mundo?) para niños de los años 90 y con no demasiado presupuesto. Está claro que no se trata de un "Harry Potter".

Por eso, si me lo permiten, les aconsejo que se la pongan a sus niños para que crean en la magia que a veces hay en el mundo, en el amor y en la amistad; y para que disfruten como lo hice yo con diez años con las cuatro brujas bebiendo margaritas y bailando y cantando alrededor de la mesa de la cocina, o para que se emocionen con el inocente y dulce hechizo que hace una niña sobre el hombre perfecto que no existe para no enamorarse y no morir de amor...

Esta es la historia de dos hermanas que pertenecen a una saga de brujas de más de trescientos años, Sally & Gillian Owens.

Basada en el libro de Alice Hoffman, "Practical magic", esta historia irá desgranando la verdadera magia de las brujas según la hermandad rozando con los dedos aquella unión de la antigua serie de "Embrujadas" (sí, la de Alyssa Milano, no su aberrante remake), por la caracterización de la magia de sangre y el amor entre hermanas, aquí no tanto su unión como sí el destino de cada una.

Y es que si para muchos la verdadera protagonista es Sandra Bullock, no es si no Gillian quien provoca todo el conflicto.

Nicole Kidman despliega toda su belleza de nuevo convertida en una especie de femme fatale solterona mientras le da la réplica a su formal hermana, quien se enamora y se casa teniendo dos hijas.

Lo interesante de esta película es ver en qué forma la magia estará potente en la vida de estas dos hermanas y de qué forma, provocada por qué y en que manera será mostrada.
Es básicamente una película de magia, aunque para entender esta habrá que pasar por la metáfora del drama y el romance, y observar valores importantes.

Es una historia que contiene muchas otras historias.

El reparto es muy bueno, con una Stockard Channing traída de vuelta tras ""Wong Foo" y Dianne Wiest de "Una jaula de grillos".

Aidan Quinn y Goran Visjic será la contraparte masculina, mientras las brujas desplegan su arsenal.

Nunca la olvidaré.