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Amantes

Drama. Romance. Thriller Madrid, 1955. Paco, un joven que acaba de terminar el servicio militar, decide establecerse en la capital. Tiene planeado casarse con su novia Trini, pero otra mujer, una atractiva viuda llamada Luisa, a la que ha alquilado una habitación, se cruza en su camino. Obsesionado con su amante, Paco se alejará cada vez más de su novia, teniendo que elegir entre ambas. (FILMAFFINITY)
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Críticas 50
Críticas ordenadas por utilidad
31 de mayo de 2015
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
91/13(27/05/15) Este 26 de mayo de 2015 ha muerto en Madrid a los 88 años el director de cine barcelonés Vicente Aranda (nació el 9 de noviembre de 1926), realizador irregular con films populares como la bilogía “El Lute”, “La pasión turca” o “Juana la Loca”, pero donde tocó la cima del cine hispano fue en 1991 con la estremecedora en grado sumo “Amantes”, valga esta crítica a este maravillosa obra como un tributo a su persona.
El germen del film está en la serie del guionista, productor y director Pedro Costa Muste “La huella del crimen” (1985), recreaba en cada episodio autoconclusivo (con directores veteranos como Ricardo Franco, Pedro Olea, Juan Antonio Bardem, Imanol Uribe o Vicente Aranda) un crimen real de la España negra, esto en parte gracias a que Pedro Costa había trabajado en el periódico de sucesos “El Caso”, los capítulos trataban de fondo la problemática geosocial de su tiempo. Para su segunda temporada en 1991 Vicente Aranda iba a dirigir el que cerraba la temporada, pero ante el buen material del que se disponía se decidió fuera un largo que se estrenara en cines, siendo un éxito de taquilla y público, ganado el Goya de ese año al mejor film y al mejor director, además del Oso de Plata del Festival de Berlín a Victoria Abril. El crimen en el que se basa acaeció en Burgos en 1948, la acción se traslada a mediados de los 50, se conoció como “El Crimen de la Canal”.

Arranca en el escenario del Madrid de mediados de los 50, allí Paco (buen Jorge Sanz) es un joven de provincias que acaba de licenciarse de la mili, tiene por novia a Trini (gran Maribel Verdú), una remilgada e ingenua que es asistenta en casa en casa de un comandante (Enrique Cerro). Paco mientras busca trabajo en la ciudad se hospeda de alquiler en una habitación en la casa de una viuda, Luisa (gran Victoria Abril), y entre Paco y Luisa comienza una tórrida relación sexual.

El cine es provocarte emociones, está la sonrisa, la acción trepidante, el miedo, o como en este caso que te sobrecoja el corazón. La película es una radiografía gris de una España mustia, contado con un realismo que raya en el naturalismo, una a historia de perdedores, un retrato social mordaz, desarrollado con una crudeza que desgarra, te toca la fibra sensible sin ser sensiblera, relato de pasiones desatadas, de lujuria, de celos, de traiciones, de codicia, del despertar de la inocencia, enmarcado en un triángulo de amores descarnados, posesivos, obsesivos, con una interrelación entre los protagonistas que te sacude, te inquieta, te perturba. Acontece en la España anclada en la posguerra, angostada en sus miserias, en sus mojigaterías religiosas, en su doble moral, en su hipocresía, un lienzo sobre una época oscura, con tintes del mejor cine negro, un thriller enfermizo que te va punzando el corazón en un increscendo dramático sofocante, hasta llegar a su escalofriante final, una de las cumbres del cine patrio. Construye un relato dominado por las mujeres, dos leonas de diferentes caracteres luchando por su presa, por un lado Luisa, una mujer fatal, un experimentada en el sexo, independiente, una mujer sofisticada, lujuriosa, una timadora, y en el otro lado Trini, una criada timorata, muy religiosa, dócil , reprimida, virginal, y de amor puro, intenta ganarse al principio a Paco con la cocina, y en medio un títere de las dos, un chico voluble, ocioso, dominado por los bajos instintos, se convierte en un trozo de carne para las dos, donde el sexo es el arma de las dos, y en este escenario sórdido, asfixiante, cerrado, el amor desesperado, el irracional, el trágico. Edifica Aranda una tensión sexual fascinante, te crees sea un pelele Paco en manos de Luisa, ello con escenas de sexo nada gratuitas, ardientes y fogosos tramos necesarios para entender las motivaciones de los protagonistas, en una evolución de amor fatalista. La narración está imbuida de una intensidad tremebunda, que te arrastra, te remueve las entrañas, ello con una delineación de personajes tridimensionales, matizados, defectuosos, muy humanos con los que a pesar de sus taras morales empatizas. El ritmo es sereno y pétreo, mesurado, te absorbe, deja que los personajes exuden profundidad. Me recuerda en cierto modo a un cruce entre “Un lugar en el sol” (1951) y “Fuego en el cuerpo” (1981). Muy perverso el que la historia trágica acontezca en navidad, símbolo de la felicidad, aquí se le da la vuelta para exponernos que estas fechas de <Feliz Navidad!> son impostadas, artificiosas, estoy de acuerdo, no me gusta la mojigatería de cómo estamos en estas fiestas haya que estar con una sonrisa, en realidad el crimen sucedió el 15 de mayo de 1948.

Las actuaciones del trío son extraordinarias. Maribel Verdú jamás ha estado mejor, nunca ha emocionado tanto, emite bondad, ilusión, candidez, buenos sentimientos, dulzura, y cuando rompen su corazón su hastío te llega, te incomoda, te mimetiza con ella, soberbia, su tierna entonación te abruma, con una mirada que te enamora, con un amor que impresiona, con momentos tremebundos, toda una lección de interpretación contenida que te arrolla, siendo Colosal su última escena hace que los latidos de tu corazón se paren, Antológica. Victoria Abril está maravillosa, una viuda negra, una mantis religiosa, una depredadora sexual, su sensualidad y pasión te toca, su perfidia, su maldad, su arrogancia, su elegancia, la naturalidad con que se mueve, la lujuria con que fornica, su papel me recuerda al de Kathleen Turner en “Fuego en el cuerpo”, Colosal. Jorge Sanz tiene el problema de estar entre don actrices grandiosas en sus momentos cumbre, es un juguete roto que se mueve entre ellas, lo hace muy bien exhibiendo falta de carácter, fragilidad, sugestión, te crees es un títere, su desorientación es notoria, no sabe que es lo mejor para él. (continua en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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22 de enero de 2011
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad es que no me suele gustar mucho el cine español. No porque tenga prejuicios contra él, sino porque me parece que los cineastas españoles ofrecen pocas historias interesantes, únicamente sexo, sexo y más sexo (y mal gusto). Éste es uno de los pocos ejemplos que me ha sorprendido gratamente, porque cuenta una buena historia, repleta de celos y dramatismo. Tenemos un guión interesante, plagado de escenas eróticas pero que están muy bien traídas en la historia no sueltas porque sí en ella por el simple hecho de mostrar los desnudos de los actores, como en la mayoría del cine español. Aparte el film cuenta con unas interpretaciones muy buenas del trío protagonista (lo que también es difícil encontrarse en la mayoría del cine español), lo suficiente como para vivir su drama y que llegue a interesar. Todo dicho, una pequeña joya del cine español de las que cuesta encontrarse.
Tomi Roberts
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5 de marzo de 2012
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amantes es una peli terrible. Uno puede resaltar la enorme carga erótica que desprende la peli, buenas actuaciones, buena música en los momentos justos...un Aranda ya conocido, por lo menos para los que disfrutamos de su cine. La historia es sencilla: un soldado retirado se disputa el amor de dos mujeres de categorías distintas. Una es vieja araña de tela gruesa, hundida hasta los dientes en su propia mafia y más calentona que pava hirviendo. La otra es de clase humilde, pero no importa tanto la naturaleza de su clase sino como ésta repercute mentalmente en ella, y la decisión final que toma, algo que irá al spoiler.

Enfocada desde una sociedad machista y sin tapujos, Amantes es fría desde su tono, poco complaciente y no presenta una sola cara. Por un lado parecería que las estrellas de jerarquía las tuviera el prota y su pasado militante. Pero por otro lado son las mujeres, tan distintas entre sí, las que terminan por guiñarse el ojo mutuamente para negociar cada cual su propio destino, y con él en el medio. Una batalla desigual que encuentra sus motores en las raíces de cada una de ellas. Son precisamente estas raíces las que tornan turbulenta a la historia, porque Amantes no busca la redención, ni la concientización. Amantes se detiene y retrata una parte nefasta de una sociedad polarizada hasta la angustia.

El sexo puede ser cachondo, frígido y competitivo. Pero nunca hubo verdadera lucha. Ese desenlace pone las cosas en su, turbulento lugar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Juan Rúas
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27 de mayo de 2015
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ayer conocí la muerte del gran director Vicente Aranda, a pesar de su irregular obra, en mi opinión, sus películas han ilustrado la historia de España en distintas épocas – ver filmografía – y merece el recuerdo de todos los aficionados, aunque sea sólo por un puñado de películas entre las que se encuentra “Amantes”, según lo veo yo, la mejor de su carrera. El origen del film está en la serie de televisión “La huella del crimen”, producida por Pedro Costa, entre los que había el proyecto de uno titulado “Tuya” (basado en el caso de Tetuán de las Victorias), bajo la dirección de Aranda pero la envergadura del proyecto y el interés de las partes implicadas provocó que se convirtiera en el largometraje “Amantes”. Una historia de la España negra desarrollado ante todo en medio de un ambiente moral que corresponde al clima social de la época. Un conflicto amoroso dominado por la lujuria y el crimen.

Una historia real acontecida en Madrid a finales de los años cuarenta, que el cineasta traslada a los cincuenta para evitar que la miseria de la posguerra distrajese la atención del público, centrada en un triángulo amoroso y de fuerte carga erótica constituido por Paco (Jorge Sanz), el soldado recién licenciado, Trini (Maribel Verdú), su novia que trabaja de criada en casa del comandante del que éste fue asistente y Luisa (Victoria Abril), una atractiva y ardiente viuda que vive de los timos y estafas, que tiene como huésped en su casa a Paco. El joven pronto pasará a ser compañero íntimo de la viuda que le iniciará en los placeres del sexo. “Amantes” es un intenso y pasional drama de personajes, donde el director no sólo consigue una extraordinaria interpretación de los actores, sino que logra transmitirnos esa tensión entre los personajes, describiéndolos de forma precisa y diáfana: Luisa es una mujer que desprende morbo y lujuria, Trini es una chica tradicional, reprimida sexualmente por temor a pecar y Paco es un joven inexperto, un juguete poseído por la pasión desbordante de la viuda.

Tres seres de escasos recursos culturales, de comportamiento primario y sin apenas capacidad de reflexión. Tres figuras envueltas, casi arrastradas por sus propios impulsos, en situaciones que les desbordan, que rompen sus defensas y que les conducen hacia un callejón sin salida. Personajes poéticos a la busca de un lenguaje que no consiguen encontrar. Ese lenguaje sería el que hiciera compatible la pasión de los cuerpos y la racionalidad, las demandas amorosas en la coyuntura en la que viven. Un film “noir”, sórdido y desesperanzado en la España franquista con una esmerada ambientación, la fotografía y el vestuario son dignos de mención por su calidad. Todo ello a través del más depurado clasicismo narrativo de Aranda, de su gusto por manejar con solvencia la puesta en escena, su minuciosidad por los detalles captados en el encuadre que aprisiona a sus moradores, su tensión sexual que va construyendo una tela de araña de la que nadie puede escapar, una historia fatalista que no puede dejar de emocionarnos, convirtiéndose en una autentica joya, arrolladoramente expresiva para los amantes del buen cine.
Antonio Morales
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24 de septiembre de 2009
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vicente Aranda utiliza un hecho real para realizar en mi opinión uno de sus mejores trabajos.
Jorge Sanz interpreta a un chico que acaba de terminar el servicio militar, y decide instalarse en la capital para casarse con su novia Maribel Verdú que trabaja de criada en la casa de unos señores, pero el chico conoce a Victoria Abril una viuda que le alquila una habitación en su casa y con la que mantiene una relación, esto supondrá un problema para el joven que no sabrá con cual de las dos mujeres quedarse.
El reparto es sencacional, un trio muy acertado, el duelo entre Verdú y Abril es estremecedor (a pesar de que las alabanzas sólo se las llevó la Abril) y Jorge Sanz está en el que sin duda es su mejor papel (de hecho es la única vez que estuvo nominado al Goya al mejor actor, que no recuerdo bien quien se llevó).
La ambientación, el vestuario etcétera, también están mucho más que aceptables.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Isidoro
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