Xanadu

Si un ermitaño esquizofrénico ebrio toma una muestra de LSD y se pone a ver videos de Lady Gaga por una hora y media, tendría una experiencia similar a haber visto Xanadu; esas son las clases de declaraciones que se ha hecho de esta película llamándola una de las piezas mas bizarras en la historia de los musicales cinematográficos. Estas clases de declaraciones me parecen un poco injustas. No me malentiendan, esta película es muy mala y rara como un hipopótamo escupe-fuego pero en su propio punto de vista, es probablemente una obra maestra de la música bizarra de los ochenta.


La primera vez que escuche de este filme fue de mi madre que me dijo que ha sido la única película en la cual se salió a la mitad, y viendo la película entiendo por que. La mejor forma de describir este filme es como un gran video musical de los ochenta; y ni siquiera el estilizado y genial estilo a la Michael Jackson, sino de esos bizarros One-hit-wonders con luces y humo por tordas partes que grabaron personas que consumieron más éxtasis del que pudieron masticar. Pero lo mas bizarro del filme es que también tiene partes de coreografías al estilo de los cincuenta, cortesía de Gene Kelly en su ultima actuación en la gran pantalla (No es broma).


Para este punto empezaría a discutir la historia pero realmente es tan poco interesante y juega un papel tan pequeño que es lo menos interesante del filme; excepto en el final cuando torna un giro que explica la extraña escena inicial donde una mujer sale bailando de una pintura en la pared (Juro que no estoy inventando esto). Olivia Newton-John y Gene Kelly dan muy buenos momentos que entretienen en el filme, hay un tercer personaje que es el protagonista pero me pareció tan poco interesante que no vale la pena discutirlo.


Me gusta el espectáculo visual que, aunque bizarro, es sin duda creativo y muy entretenido, a pesar de que las canciones son un asco o por lo menos la mayoría. Pero hay tanto despliegue visual y coreografías creativas que van desde una secuencia a los cincuenta donde Kelly baila con un fantasma hasta una escena de una disco con ropas de los mas ridículas pasando por una secuencia animada de parte del renombrado trabajador Don Bluth (De nuevo, no estoy inventando esto). Xanadu es una película muy mala pero es tan encantadora y entretenida que aunque no la recomiendo, no negare que pase un excelente rato.

Parece ser que antes de trabajar en la Pegaso y de recibir 10 mil voltios y un transplante de microchip cerebral Carlos Jesus (aka Micaé y Cristophé) ya había dado muestros de su desequilibrio mental firmando el guión de este delirio lisérgico ochentero llamdo Xanadú.

Aunque quizá hablar de guión tampoco sea muy correcto porque en este caso no parece haberlo por ningún lado. En cambio lo que si hay es un torbellino de horterismo capaz de marear al más resistente de los espectadores.

Esto no es más que un horrendo y largo videoclip trufado de pelos de colores, trajes chillones, una rollerdisco digna de Lloret de Mar, purpurina, música insufrible, desvaríos en forma de dibujos animados y efectos especiales pintados con fluorescente amarillo. No contentos con esto la película ofrece la degradación absoluta de un mito como Gene Kelly al que sólo podemos compadecer por verle hacer el rídiculo de esa manera.

Lo que sin duda pretendía el film era hacer un alegato a los nuevos tiempos que llegaban, a lo naïf y bonito que resultaba luchar por tus sueños. Lo que consigue en cambio es crear un irrisorio torbellino kitsch que produce risa por lo patético de su puesta en escena. Puede que el film pretendiera ser abanderado de la modernidad, pero se adelantó demasiado a su época, ni los modernos de entonces la entendieron ni ahora la puedo entender yo.

Aunque no todo iba a ser malo, Xanadú ofrece respuestas inmediatas a la huelga de guionistas actual. Es la demostración que sin guinistas también se pueden seguir haciendo películas, con la ventaja que el remake nunca podra ser más espantoso que el original, simplemente porque no se peude hacer nada más malo que esto.

Lo mejor: La canción Xanadú, que es apestosa pero se engancha.
Lo peor: Ver languidecer a Gene Kelly.

Una vez más, nos encontramos con una película musical que jamás debería haberse realizado. Lo digo porque a menudo apreciables bandas sonoras se ocultan en productos cinematográficos de ínfima calidad. Es el caso. Escudada en una buena banda sonora, bien cantada por Olivia Newton-John, con acertadas composiciones de John Farrar y notables del extraordinario Jeff Lynne, esta película no puede, aún así, ser salvada del bochorno general. El guión es una chorrada y las interpretaciones de los protagonistas (especialmente de un Gene Kelly que parece recién salido de un geriátrico), son penosas y ridículas.
Desde aquí, recomiendo a los amantes de la buena música pop la adquisición del CD con la banda sonora. Adquirir el DVD me parecería una pérdida de tiempo y de dinero.

Este es uno de los mejores musicales que recuerdo de mi infancia.

Quizás los efectos especiales sean muy antiguos y puedan parecer cutres en la actuaidad, pero no obstante es compensada con creces con la simpatía de Olivia Newton John y Gene Kelly.

Es una historia cargada de inocencia, imaginación, con muy buena banda sonora que consigue una película de trama mágica, idealista y soñadora.

La he visto de adulta y lo cierto que me sigue gustando.

Esta película no cuenta con un gran argumento, una historia interesante, no. Es cierto. Pero eso no la hace necesariamente mala, solo diferente. Y el espectador debe ser consciente de esto antes de verla.

El verdadero potencial de esta película es su puesta en escena. Tiene una estética especial, en transición entre los años 70 y los 80. El cambio entre planos ya aquí citado, los colores, los vestuarios un tanto extravagantes... Y sobre todo, la música y los bailes. En algunos momentos se ven claros guiños al cine clásico de Hollywood.

En definitiva, es una película que se puede disfrutar con cierta amplitud de miras, y sin exigencias. Hay que saber qué se va a ver, y no aspirar a la mejor película de la historia.