Aquellas juergas universitarias

Interesante film, del siempre interesante Todd Phillips. Una película interesante, rápida y con un buen reparto y interesantes personajes (no como en su ópera prima "Road Trip").
Aquí nadie se come ratones ni hay guías rídiculos. Esto es la historia de tres tipos que quieren volver a la universidad y cuyas vidas en algunos casos están vacías.
Vince Vaughn y Will Ferrell están excelentes en sus papeles, Wilson está algo por debajo de ellos, pero sigue estando muy decente. También me eché unas risas con Jeremy Piven.
Una película algo ridícula pero mortalmente divertida.

Un poco sobrevalorada pero con un dejo de entretención indudable, “Old School” (2003) es la encarnación de la añoranza hollywoodense de poder revivir juergas adolescentes y ocio sin limites pero en plena adultez.

Luke Wilson, Will Ferrel y Vince Vaugh componen un trío dispar, muy del gusto estadounidense y sus seguidores -especialmente Ferrel y Vaugh- pero no del todo comprendido en otras latitudes, de ahí que incluso puede cuestionarse el don para la comedia que poseen o las cualidades escénicas que poseen.

“Old School” es una película referente de todas esas de rebeldía universitarias, de chicas curvilíneas, fraternidades y enconada rivalidad con la autoridad educacional de turno. A esta altura su mérito es contar con un elenco reconocido, buena banda sonora y sentar las bases que serían imitadas en el resto de la década.

En cuanto a su calidad, es impensadamente subjetivo emitir juicios ya que incluso algunos encuentran lecciones de vida en esta comedia, otros idolotran a Will Ferrel y unos desvalorizan su esencia.

Debido a esto verla puede dejar opiniones tan dispares como que está sobrevalorada, que es una pieza de colección o que aburre a más no poder. Se recomienda verla en versión original con buenos subtítulos y si me piden un veredicto, diré que tiene aciertos pero también una serie de remates que con suerte hacen levantar una ceja.

Mención para el gusto a poco que siempre deja ver a Elisha Cuthbert en un rol insignificante.

Recomendación:
Regular. Posee buenos ingredientes pero las lecturas que deja son demasiado dispares.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com

Algo me sorprendió muchísimo en esta película, su gusto musical es bueno, muy bueno, y todas las canciones que se podían escuchar eran de un altísimo nivel, pero para nada estaban acorde a lo que se estaba viendo, no me refiero al momento de proyectar dicha música, sino que esos sonidos no coincidían con la basura de película que es esta.
¿Comedia? No tiene ninguna gracia, ¿guión? sigue buscándolo, ¿mujeres guapas? contadas con los dedos de una mano, ¿entretenida? rotundamente no.

La verdad es que no entiendo la mayoría de las críticas, algunos le dan una puntuación totalmente hinchada y desorbitada, y otros la ponen por los suelos pero sin embargo le meten un 4 ó un 5, así tiene la nota tan alta...

A simple vista parece una comedia norteamericana corriente. Bueno, tiene mucho de eso, pero va un poco más allá.

El trasfondo de los protagonistas es la emergencia desde la adversidad. La fraternidad es una salida a los conflictos personales de cada personaje, incluso de los secundarios.

Desde el comienzo del filme se desarrolla cómo cada uno vive el sueño americano, esposa, hijos, trabajo en orden o exitoso. Y en pocos minutos se tira todo eso por la borda.

Y es ese el gran componente de esta película, que la verdad irrebatible, aun pintada de comedia, es que hay que seguir, y que los nuevos proyectos distraen de las frustraciones.

El elenco está formado por conocidos del género, muy efectivos en su papel.

Dos cosas para señalar: muy buena musicalización, y grandioso Will Ferrell.

Con este título que invita al cachondeo pero del que no se espera nada bueno, llega una comedia entre juvenil y romántica, típicamente norteamericana, que viene a ser una versión masculina de aquella tan mala en la que salía Emma Stone, la de "Una conejita en el campus" (2008). Ésta parece que va a ser más gamberra pero en realidad no lo es tanto. Como en los Estados Unidos lo flipan con las hermandades universitarias un trío de treintañeros en una especie de crisis de identidad decide montar una para volver a vivir los años mozos. Está el idiota, el cerebro pensante y el protagonista, que es un tipo normal, interpretados respectivamente por Will Ferrell, Vince Vaughn y Luke Wilson.

El caso es que sin ser desternillante si tiene alguna que otra secuencia con la que te ríes. Si no fuera por la recta final, hasta la hubiera aprobado. Sin embargo en los últimos 20 minutos, más o menos, se les va la olla. Por ejemplo, los créditos finales, de un pésimo gusto, con lo simpático que me caía el rector, ¿será por Jeremy Piven, más conocido últimamente como Mr. Selfridge? Más grave aún son las pruebas, en las que Todd Phillips nos toma por tontos. Ahora bien, lo que más me duele es ver a mi Elisha Cuthbert, una de las actrices más bellas, tan poco tiempo, cuatro míseras escenas, sólo una llega al minuto, encima haciendo de felpudo sexual de la que ni se acuerdan. Indignante.