El día de la boda

La idea de partida no está mal y, de hecho, tiene algunos momentos en que se muestra bastante superior a otras comedias románticas por el estilo, pero el conjunto no termina de convencer. Hay momentos en que decae mucho el interés y el final no es nada brillante. No obstante, dentro de su género no es de lo peor. Se puede ver sin la sensación de estar perdiendo el tiempo.

Crítica de una persona común y corriente:
Estuvo buena, como siempre pasa con las "comedias románticas" de comedia no tienen mucho, pero como pelicula romántica está bien.
El argumento me pareció innovador, no es cliché, y más teniendo en cuenta el año.
Ambos desempeñan el papel excelentemente.
La recomiendo como película de romance.

Pero lo que se dice drama aparece más bien poco. Éste tipo de películas da lo que ofrece sin más, sin pretensiones de ganar Oscars, pero queriendo ganarse al público.
No destaca en nada, pero es que éste tipo de películas no lo pretenden. Las relaciones humanas ( y más tan morbosas) venden, y más que los efectos sin duda.
La historia se desarrolla y avanza según lo prometido, paso a paso con todos los tópicos del género. La química de los personajes es total, pero jugando con cierta ambigüedad.
Para una noche, una tarde, una sobremesa... para toda ocasión, para toda la familia sin duda. Agradará a los amantes del género y a los amantes del cine en general

Esta película intenta seguir el guión de otras obras de su genero de los 90, como 4 bodas y un funeral también película británica de 1994 o La boda de mi mejor amigo película americana de 1997.

Algo descafeinada, el guión bastante flojo como para terminar de encajar en el espectador. Resultando una comedia a ratos entretenida aunque aburridamente predecible, no sorprende ni arriesga.

Debra Messing hace un papel normalito, el de Dermont Mulroney me parece como en muchas otras actuaciones suyas sin expresión, sin alma, pone el cuerpo y el intento de ser el guaperas de la película.

Lo único resaltable de la película sería esta frase: Me he dado cuenta de que prefiero discutir contigo que hacer el amor con otra.

El concurrido y recurrente género de bodas, banquetes y gente guapa, por poco hace aguas con este pastelito de enredos amorosos, infidelidades y cliente que pasa a ser amante. Para verla sólo necesitamos 80 minutos de un día tonto.

El mejor pretexto para unir a la pareja protagonista es la celebración de una boda, que entre preparativos, despedidas y fiestas varias dura lo menos 3 días, ella, para no hacer el ridículo frente a su ex, se ve forzada a dejarse un riñon contratando a un gigoló, que no es otro que Dermot Mulroney, quien ya sabe bastante del género, dada su intervención de la película de bodas por excelencia de los 90 "La Boda de mi mejor amigo". Ella es Debra Messing, rostro televisiva de la serie "Will & Grace", y que parece una mezcla entre Jennifer Aniston y Sandra Bullock. Pareja con poco gancho y menos filón, pero por lo visto el presupuesto no estaba para tirar cohetes...

Poco tiene que aportar esta película, desde luego su nombre no pasará con letras doradas a la historia del cine, pero los productores saben que este tipo de películas siempre encuentra su público, dispuesto a ver lo mismo una y otra vez, aunque con distinta cara.

Lo mejor: no empalaga.
Lo peor: no arriesga nada.