Terciopelo azul

Película inclasificable. Lo bueno es tan bueno y lo malo es tan malo que es de las pocas obras que veo motivos para valorarla de todos los modos posibles, toda interpretación tiene cabida en este batiburrillo...

La sordidez de los ambientes en contraposición con el pueblo idílico, las formas de entender el amor y el sexo a través de los personajes que interpretan Laura Dern e Isabella Rosellini, el análisis de los sentimientos con los que se va encontrando el protagonista a lo largo de la historia, el submundo descubierto... Todo ello hace que la película sea tan inquietante como adictiva, resultando imposible quedar indiferente ante la secuencia de imágenes, situaciones y personajes turbadores que se muestra en pantalla.

Por otra parte, el guión es más bien flojito, la trama es muy sencillita. Y sobre todo hay un montón de personajes que rozan el ridículo absoluto. El personaje encarnado por Dennis Hopper es absolutamente nefasto y esperpéntico. Da lástima verlo, no es creíble y no consigue nada más que provocarnos risa floja ante semejante tontería de personaje.

Todos los secundarios de la banda del villano son un despropósito absoluto, en especial Dean Stockwell haciendo un playback horroroso en un entorno que no viene a cuento y que no tiene ningún sentido. Las secuencias en las que aparecen estos personajes hacen que el espectador pierda la conexión con la película, son una distracción sin sentido que no aporta nada.

En una cinta que tiene partes tan interesantes y tan duras como el tratamiento de la sexualidad, el amor, la dominación o la venganza como ésta no debiera de tener cabida otra serie de tonterías que afean el resultado final.

Debo decir que no me considero un gran cinéfilo en absoluto y a Lynch solo lo conozco de oídas, pues es un director muy conocido. Por ello no juzgo la película enfocándome en cómo destaca o no dentro de la carrera del director (como leo en muchas críticas).

Un inicio interesante con unas actuaciones aceptables que te meten rápido en la trama. Nuestro protagonista tiene un afán por desentramar un misterio, un rasgo de su personalidad donde nunca se profundiza. Por un lado esto es positivo, veo bien que los personajes no sean predecibles y que no se mastique todo para el espectador (dejando más a nuestra imaginación), pero en esta película me sucede que cualquier mínimo interés que me despierten por el trasfondo de los personajes, se evapora rápidamente unos minutos después. No consigue causarme esa sensación de intriga.

El thriller avanza bien, es una película bastante interesante y claramente por encima de la media en muchos aspectos (véanse los ambientes, muy logrados) y escenas bastante impactantes que imagino se buscan en este género, con lo que según leo mucho por aquí, es el estilo personal del autor. Como mínimo lo que vemos se hace interesante, pero repito, algo no termina de culminar.

La actuación de nuestro villano, lejos de ser una mala actuación, es mediocre y nos deja un personaje plano. Reconozco que en algunas escenas de las "impactantes" no me he llegado a creer al personaje. Esto en el cine siempre es grave, pero supongo que mucho más en películas tan ambiciosas y con estas pretensiones. Hay otros actores que brillan por debajo de la media de la película, pero el caso más grave me parece el mencionado.

Cerca del final, en algunos momentos sentí bastante intriga de ver qué giro daría el director, pues se mantiene la trama hasta el último momento. Lamentablemente, el final se me hace muy convencional (de nuevo, para una película de estas pretensiones), y si bien es cierto que durante unos minutos me he quedado pensando en varias incógnitas que nos dejan abiertas, pues no como para ir a foros de internet y tratar de desvelar los misterios, pues como he dicho al principio de mi crítica, el interés que despierta y evoca esta película se evapora rápido.

Los pequeños destalles excéntricos de Lynch hacen que Terciopelo azul sea una gran película. "No se si es un pervertido o un detective" pero el protagonista, desorbitado por la curiosidad, trata de destapar un mundo extraño que gira entorno a la cantante de una sala de fiestas. La mecha queda encendida al aparacer una oreja cortada en medio del campo, disfrútenla.

Joya del cine, magnética, oscura, poética, perturbadora representación de la luz y la oscuridad del hombre en forma de magistral y peculiar thriller, técnicamente perfecta, de dirección, guión y ritmo absorbente, con un elenco genial, en el que sobresale Dern, de modo que se adueña de cada plano en exclusiva (las escenas donde cuenta su sueño en el coche, y escucha la advertencia del padre, deberían ser una asignatura en toda facultad de arte dramático), con un floreciente y abrumador talento sólo comparable a las divas del gran Hollywood clásico. La vida del cinéfilo es volver a ver una vez más pelis como ésta.

Le compadezco. Supongo que ha de ser increíblemente difícil de sobrellevar una existencia tan dura como la que carga a sus espaldas este maestro de la narrativa, este bardo moderno. Es algo para lo que nadie nace preparado, un ritual trufado de sacrificios. ¿Sacrificios? Sí. Pongámonos un momento en su piel. Véase:
-El levantarte cada día y saber que las musas del cinematógrafo de no ser por ti hacía ya tiempo que se hubieran colgado de una viga.
-La responsabilidad, que a veces eleva y otras tantas oprime.
-El reconocimiento, la envidia que a veces entrevees entre los ojos de tus competidores, en sus lenguas pozoñosas, cuando se acercan a ti de imprevisto en las galas en las que por supuesto eres el principal protagonista y te dicen al oído: David, tío, te superas.

Pero sabes que no es verdad. No hay superación, hay retroceso. Sabes que "Terciopelo Azul" no supone nada en tu carrera, nada para el que quiera atisbar algo de genialidad en el presunto genio. Mucho menos va a suponer un "cambio", siquiera una "muesca" en las incontables páginas de los anales de la Historia de este arte. Te ha valido el reconocimiento de hordas de fans y críticos ¿Y qué? A la gente le gusta, vaya, si no no tendría la nota que tiene en FilmAffinity -piensas, tratándote de persuadir-. Esa gente sabe lo que vota. ¿Sobrevalorada, quizás?

-Sudor frío-

En el fondo sabes que no vale ni para tomar por saco, pero te duele en el alma reconocerlo. Eres plenamente consciente del potencial que la obra tenía en su inicio. La trama era de escándalo, un diamante en bruto. Los actores, correctísimos. Pero la pifiaste, y de qué manera, en el desarrollo y posterior desenlace. El producto finalmente gestado es decepcionante, mediocre. Aunque preciosa, sí, es un espectáculo visual innegable, pues lleva tu firma al fin y al cabo, (tampoco vayamos a rasgarnos las vestiduras) como conjunto es ridícula. Una obra bastarda, una mancha en tu orgullo, una infidelidad en tu matrimonio con el 7º arte.

Ya no sabes si la gente te está tomando el pelo o es que de veras les ha encantado. Percibes sonrisas vacías en los halagos, muecas de burla a medio componer. El perfume de las cartas que te envían tus admiradores te huele a derrota. La realidad con la que juegas en tus películas se desgarra en jirones de terciopelo azul.

Dicho esto, les ruego un poco de empatía, caballeros y damiselas de esta página, con el bueno de David Lynch. No se lo tengan en cuenta. El traje del emperador es tan cómodo, y sienta tan bien... que en ocasiones duele quitárselo.