30 monedasSerie

A mi me parece que los tres primeros capítulos, o hasta el cuarto incluso, están... bien, a mi me han entretenido y he pasado un buen rato.

Lo que ocurre en el quinto NO ME LO TRAGO, lo que pasa con ese supuesto marido y cómo reacciona ella. No.

Dejando de lado este bache, y algunos más tiene, me parece que hablamos de una miniserie distraída, aunque De la Iglesia debe tener más cuidado con el diseño de cierto coloso en el último capítulo, lo digo por los efectos especiales. Canta mucho, la verdad

Eduard Fernández me ha encantado, como Montaner y Silvestre, y también el pobre chaval (el tonto del pueblo) que... sabe mucho más que el resto.

Y la mención especial, es para Cosimo Fusco. Un brillante secundario.

Nota: 6'5

Las actuaciones son buenas (Miguel Ángel Silvestre y Macarena Gómez están simpáticos, el primero en su inocencia e inoperancia y la segunda en su pragmatismo y visión empresarial del mundo) pero la trama, al ser estirada se vuelve inconsistente y pierde interés, lo que sucede de un capítulo a otro abarca más de mes y medio, y es como si lo sucedido en el anterior no tuviera importancia ni relación alguna, ahora es hora de centrarse en el suceso paranormal de turno. Casi como un procedimental, vamos. Me esperaba una única historia adictiva e intensa, narrada en ocho horas, no que el formato fuese el de una serie semanal de televisión en la que la mitad es relleno y al final de cada capítulo te revelan algo relacionado con la trama principal para que te quedes con ganas de más.

Varias personas que habían visto la serie me la pintaban como que los primeros capítulos eran muy buenos y a medida que avanzaba la trama se iba desinflando. A mi parecer, va totalmente al revés. Empieza tan fuerte que te deja descolocado y los dos o tres primeros capítulos se hacen largos. En cuanto a efectos especiales, hay veces que se nota que han invertido mucha pasta y otras veces son tan malos que te ries por no llorar. Me cuesta creer que vaya a haber otras dos temporadas.

Si algo no se le puede negar a Alex de la Iglesia es que prolífico es un término que se le queda corto. O no para ni para dormir, o tiene un equipo detrás que no duerme, o ambas cosas. Los amantes de su cine, encantados, y los que no están en su onda, encontrarán otras muchas películas.

Y dicho esto, creo que soy el único que está en un punto intermedio, he visto mucho suyo, y también me he perdido muchas obras; hay que ser muy apasionado para verlo todo. Es una opinión.

Sin terminar de ver la serie (lo escribo después de terminar todos los capítulos), ya me asaltan muchas dudas.
¿Estoy viendo el día de la bestia? ¿La versión americanizada de la película? ¿La versión de los grandes estudios comprando la película española?
Es que no soy capaz de ver la diferencia entre ambas. Y lo he intentado...

La misma historia. Las mismas cuestiones que se plantean al espectador. La misma presentación. Los mismos personajes principales y secundarios. Las mismas dudas existenciales sobre el bien y el mal, lo divino y el demonio, la fe y el anticristo, la curia y el pueblo, lo sobrehumano y lo carnal.
Fotocopias.

¿Bueno o malo?

Ni idea, que cada cual haga su propia valoración.

El día de la bestia es una película que marcó un estilo muy personal, un trabajo sin recursos, una explotación del ingenio para ofrecer una película admirable, y los inicios de un director que fue aplaudido por muchos (me incluyo).

30 monedas es una fotocopia, con formato americano, medios, y más medios, y todos los medios de la superproducción americana que dice lo mismo.

A Alex de la Iglesia le encantan las películas corales, y solo puedo felicitarlo porque el cine es espectáculo, y, casi siempre, los protagonismos matan el producto.

Una serie que sería "maravillosa" si no fuera una copia de sí mismo.

La primera temporada es digna de ver, esta muy bien llevada en general.
La segunda temporada ya no tiene nada que ver, esa magia que tenía la primera temporada ha desaparecido por completo. Es una temporada de transición, sin arriesgar nada en la trama, dejándose llevar por la inercia. Ves cada capítulo y te da la sensación que es puro trámite.

En la primera se veía un desenlace, que lo supieron tratar bien, en la segunda no hay nada de eso, capítulo tras capítulo parece más un relleno que un avance en la trama, una auténtica pena, la esperaba con ganas, pero me ha defraudado del todo.

Me paso lo mismo que con la serie From, una primera temporada de lujo, una segunda sin pies ni cabeza, con el margen que tienen y son capaces de que te duermas o dejes el capítulo a medio ver para mañana.

La primera de 8, la segunda de 4, en total un 6