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Eyes Wide Shut

Drama. Intriga William Harford es un respetable médico neoyorquino cuya vida parece ir muy bien: está casado con una preciosa mujer, tiene una hija y un trabajo que le gusta. Pero, al día siguiente de asistir a una fiesta, su esposa Alice le habla de unas fantasías eróticas y de cómo estuvo a punto de romper su matrimonio por un desconocido. Abrumado por esta confesión, acaba entrando en un local, donde un antiguo compañero le habla de una ... [+]
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Críticas 232
Críticas ordenadas por utilidad
9 de octubre de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que gran película nos brindó el maestro Stanley Kubrick. Con esos dos pedazos de actores en estado de gracia, con una química brutal, como buen matrimonio que eran por áquel entonces y con un guión enrevesado, raro y cautivador.
Parece que hay muchas piezas que no encajan, la historia está marcada por un gran simbolismo, pero en realidad todo es más simple. La película trata sobre lo enfermizos que pueden ser los celos y como pueden llevar a un hombre a la más súbita de las locuras.
Nicole y Tom dan todo de sí, y demuestran lo grandes que son. Una película casi redonda, pero que se hace un poco larga.
Atención a ese fantástico robaescenas que es Todd Field, genial.

Mi nota: 8.8
I love Norton
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9 de octubre de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Eyes wide shut”

De Stanley Kubrick. Con Nicole Kidman, Tom Cruise.

Una obra maestra sobre la mujer, la psicología de la mujer, el sexo, el amor…
Hay un momento de comienzo desagarrador…en una conversación personal, ínitma, en la que el personaje de Nicole Kidman ( Alice ) le hace esta confesión a su enamorado esposo: “Pasó por nuestro lado. Sólo me miró. Y yo habría dejado todo, todo lo que tenemos, nuestra vida, nuestra familia con nuestra hija, todo…por una noche, una sola noche, un momento con él…” “Y, al mismo tiempo sentía que te quería más que nunca…pero lo que sentí era imposible de parar”.

Bien, después de esta confesión, toda una declaración de instintos, más que de principios, todo comentario podría sobrar. En contraposición hay otras películas, como la española "La Vida Mancha", de Enrique Urbizu, en la que la protagonista, sintiendo ese amor-atracción desgarrador, toma, sin embargo la opción de negar el encuentro, la aventura…así que no generalicemos. Pero si sepamos el terreno que juega la biología en esto del amor.

Ellas se rinden a la fuerza, a la personalidad. Y, aunque vean a los hombres como proyecto, su cuerpo les pide o no la entraga, fuera de toda razón. Aunque también, friamente, puedan utilizar el cuerpo como objeto de intercambio, como un bien a cotizar. No sólo es prostitución la que parece como tal en los bares de copas, los antiguamente llamados bares americanos y hoy se llaman de muchas otras formas.

Esta película es un recorrido sobre la pareja estable. Sobre la vida cotidiana y el amor burgués, sobre la necesidad de la aventura y sobre la realidad de la aceptación o no de la libertad o las limitaciones del compromiso personal o social, según lo establecido.

"Eyes wide shut" es una película, además, de denuncia. Y un gran retrato sobre un parte de la sociedad acomodada que parece que se rige por unos valores y, sin embargo, está hastíada de los mismos y los burla a base de violaciones de cualquier código ético aparente. También es una fábula crítica sobre el poder y el dinero. Es un sueño pero, al mismo tiempo, delimita y analiza la realidad más allá de ese sueño.

Nada se respeta en el transcurso del pensamiento y los sucesos, aunque lo acompañe durante un tiempo la ocultación y la mentira, sobre todo la masculina, y el dolor ante lo que no se comprende, incluso el sacrificio de una desconocida, desesperada en una especie de suicidio simbólico ( todo confuso, todo equivoco, en cualquier caso, como corresponde a todo elemento onírico) que salva la vida del protagonista.

Esta película es una obra maestra en todos los sentidos. Y, además, a pesar de la frase final del film, del acuerdo ante la vida y la aparente aceptación de la continuidad de la pareja después de la catarsis, contiene un argumento demoledor.

Emilio Porta
Port2010
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14 de marzo de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
William Harford (Tom Cruise) es uno de los médicos más prestigiosos de Nueva York. Con su bellísima mujer Alice (Nicole Kidman) son el matrimonio joven, ambicioso y perfecto que se han acomodado en un enorme apartamento y acuden algunas noches a las recepciones que organizan amigos de confianza como Victor Ziegler (Sydney Pollack) en que conocen a nuevos invitados y gente de estrafalaria apariencia en cuando a comportamiento, capaces de tomarse cualquier capricho dentro de la alta sociedad. Pero su matrimonio amenazará en tambalearse cuando Alice le cuenta, bajo los efectos de la marihuana, que le habría abandonado en cierta ocasión por otro. De repente, los remordimientos y la rabia acechan en la conciencia de William oscureciéndose y decide emprender un largo paseo por las calles nocturnas de la ciudad.

Y esa ciudad que es Nueva York, Stanley Kubrick la reconstruyó en los enormes estudios Pinewood, que tan buen provecho había sacado de ellos durante su residencia fija en Inglaterra. El director de “La Chaqueta Metálica” (1987) anterior film que había dirigido con doce años de diferencia, se dejó llevar nuevamente por su perfeccionismo (Nicole Kidman aseguró en una entrevista que con Kubrick era mejor no cuestionarlo, amén de las más de cien tomas repetidas que tuvo que soportar Tom Cruise para cruzar una puerta). El resultado quedó en una soberbia puesta en escena, acusada de un excesivo metraje, que el maestro Stanley probablemente dejó inconcluso el montaje final a raíz de su repentina muerte, meses antes del estreno mundial. Las visitas continuadas del personaje que interpreta Cruise por cafeterías y bares para desvelar el misterio de la experiencia vivida la noche anterior son un motivo más que suficiente para que más de un espectador se quede atontado por una historia que no pretende ir hacia la sorpresa pero que en su contenido puede llevar a la deriva, llegando a la conclusión de que el cineasta neoyorkino desvariava a otros cauces. No como le ocurrió en su montaje nortemaericano de “El Resplandor” (The Shining, 1980) cuya duración se prolongaba a dos horas y media.

“Eyes Wide Shut” se basa en una breve novela titulada “Relato Soñado” (Trasumnovelle en el original). Escrita a mediados de los años veinte del siglo pasado por el austríaco Arthur Schnitzler, la acción se ambientaba en una Viena oscura y silenciosa. Pero en su esquema argumental, Kubrick intachablemente la intencionalidad de su autor.
Natxo Borràs
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3 de marzo de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cuerpo ha perdido en la superficie de la capa social la posibilidad de gozo y disfrute. Michel Foucault, en "Historia de la sexualidad" explicará como la época victoriana estableció el recato y el modo de comportarse del ser social respecto a las demandas de la líbido, momento que ocasionó que el cuerpo y la sexualidad fueran condenados al silencio. El matrimonio cobró entonces un lugar de ascética, antes que de encuentro y de disfrute. Se entiende por qué desde sus primeras imágenes aparece una pareja de casados, cuyos cuerpos están ignorados y en medio de una casa llena de objetos.

A partir de ahí, se iniciará una sutil indagación de parte del protagonista sobre las vetas del placer sexual controladas por la estructura dominante y bajo la concepción Occidental de la sexualidad y del cuerpo como dos estamentos de lo abyecto. Por eso penetra capas sociales, descubriendo el fenómeno de la prostitución, la lascivia, la adolescencia como el estallido de la voluptuosidad y el interesante elemento de la máscara como símbolo de la persona y la divinidad. Y el descubrimiento de una mansión que convoca a hombres de mucho poder político y económico, quienes asisten a un misterioso ritual, místico y orgiástico.

Tratándose de uno de los mejores productores y directores cinematográficos de la historia, no vale la pena detenerme a analizar la actuación del reparto. La presencia de Kubrick basta para hacer de esta película un verdadero tesoro.
leonjebus
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10 de mayo de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Básicamente el film gira alrededor de la infidelidad en la pareja. Los protagonistas del films son el doctor William Hackford (Tom Cruise) y su mujer Alice (Nicole Kidman). La elección de los protagonistas no se me antoja casual, teniendo en cuenta quién estaba tras las cámaras. En la época que duró el rodaje, eran pareja real por lo que no se debería descartar ningún paralelismo.
El "leiv-motive" del largometraje es un sueño que tiene Alice en el que le es infiel a su marido. De alguna forma, esto despierta la conciencia dormida de William, cuyo itinerario seguirá una especie de recorrido por la infidelidad, que le llevará a conocer de forma insospechada lugares sórdidos y muy privados, no al alcance de cualquiera.
Fiel a su fama de director perfeccionista y obsesivo, Kubrik no deja ningún detalle al azar. Todos los elementos de la puesta en escena, desde los actores al "atrezzo", pasando por la fotografía y la posición de la cámara demuestran un cuidadoso estudio por parte de su realizador. Por otro lado, se sirve de un lenguaje visual fundamentalmente onírico sobre todo cuando quiere retratar el itinerario de William, de una forma que nunca termina de aclarar si se trata de un sueño o no. Por otro lado, mezcla con habilidad los géneros clásicos. Lo que parece un melodrama de pareja, se acaba transformando en un "thriller".
Con todo, no se trata de un film de fácil digestión. Además hay que tener en cuenta que el realizador murió poco después de realizar el primer montaje, por lo que ignoramos si realmente era así como él veía la historia que nos quiere contar. Kubrik es un realizador que siempre se ha esforzado poderosamente para transmitir mucho más a través de sus imágenes que no a través de sus diálogos. Y en este sentido, "Eyes wide shot" no es una excepción. La postura de Kubrik es meramente la de un observador, que sigue en la distancia a sus protagonistas, principalmente al personaje de Hackford. No sólo trata la infidelidad, o las relaciones de pareja en los albores del siglo XXI, sino que Kubrik pretende abarcar mucho más: la sociedad entera. Sólo así se explica la presencia del personaje de Sidney Pollack (al margen de ser impuesto por la productora para vigilar a Kubrik), que acaba siendo la voz que termina por despertar la conciencia dormida de Hackford.
El realizador supo arrancar un excelente registro de un Cruise de quién hasta entonces prácticamente no se le había valorado realmente como intérprete, y Kidman está excelente, con un papel mucho más breve pero con mucho peso y de quien el realizador supo transmitir su fuerza visual, y también su belleza.
Como todo film de Kubrik, tiene sus partidarios y sus detractores. Objetivamente, su intento de diseccionar a una pareja casada que al mismo tiempo intenta ser un reflejo de algo más general, chirría ligeramente, sobre todo por la excesiva distancia con que quiere mostrarla, lo que provoca cierta frialdad en general.
manulynk
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