En realidad, nunca estuviste aquí

Una película de "venganza" con una historia suficientemente vista en muchos de sus aspectos pero que es tratada de tal forma que no parece una película de este estilo. Planos largos, muy poco diálogo y sobre todo mucha importancia en lo visual, en como muestra el sufrimiento del personaje principal sin explicarlo con ninguna palabra. Es violenta pero a la misma vez no muestra a penas escenas de este estilo ya que es una película de acción y de venganza con asesinos y asesinados, realizada al más estilo manierista, diferente a muchas sendas que coge este tipo de cine.

Desarrollo de un personaje muy profundo y potente. La actuación de Joaquín Phoenix es expléndida acompañada de unas visuales artisticas, con una iluminación maravillosa. Mi calificación es baja debido al guión. Considero que es bastante llana la historia, y el personaje principal tampoco parece tener un proceso de aprendizaje.

Debería haber ganado Joaquín Phoenix el Oscar (o su primero) por En realidad nunca estuviste aquí
Ese veterano de guerra en busca de redención da escalofríos

La peli en si da frío y todo lo que se representa repulsión y asco

El guion es algo pretencioso y eso lastra todo el trabajo de Phoenix

Thriller vendido como el “Taxi Driver” del siglo XXI. No voy a negar que formalmente el trabajo de Lynne Ramsay es portentoso, técnicamente apabullante, como la brillantísima secuencia del lago, pero, (y ahí está la clave de que no me haya llegado a convencer), es que la forma en la que está narrada hace que resulte inexorablemente confusa. Tanta densidad en la narración, llega a resultar desesperante. Como espectador, espero que la película me vaya ofreciendo algo poco a poco, pero no tan poco a poco.

Hasta los 40 minutos sólo me ha ofrecido. una descripción, eso sí, cojonuda del mundo interior de Joaquin Phoenix, con su hastío, su sufrimiento, y su atormentada vida, sólo consolada por la compañía de su anciana madre. Y unos flashbacks desmenuzados en píldoras concienzudamente minúsculas y confusas.
Vale, pero ¿40 minutos para describirte a un personaje? Me parece excesivo, teniendo en cuenta que la peli dura 95 minutos.

Y luego hay un momento que me termina de chafar: dos hombres ensangrentados en el suelo, cogidos de la mano, cantando una melancólica canción mientras a uno de ellos le quedan segundos de vida: es el culmen de la pretenciosidad.

La alabadísima banda sonora de Jonny Greenwood, guitarrista de Radiohead, aparte de describir la propensión al suicidio de Joaquin Phoenix, debe tener un equilibrio entre eso y no aporrear la cabeza del espectador; hay momentos brillantes con otros estridentes, demasiado irregular. Lo mismo que el montaje, al principio a hachazos, luego, colosal.
Y por último, no me creo que con un solo martillo de 17 dólares, Phoenix haga todo lo que hace, aunque esto importe menos, y la verdad que esta parte, la final, es la que me emociona más, si llegas a creértela.

Por tanto, formalmente, indiscutible, logradísima. La interpretación de Joaquin Phoenix, impresionante, pero. un largometraje, aunque tengas al mejor actor del momento, debería ser algo más que un corto.

Dicen que cuando esta película terminó de verse en el festival de cine de Cannes hubo una enorme ovación del público que duró siete minutos, ni más ni menos. Cannes adoró esta película, llegando a nominar a su directora y guionista al mejor guión adaptado y a su protagonista casi absoluto, Joaquin Phoenix, a mejor actor.

La verdad es que no está mal, tiene un ritmo lento que hace que lo que se produce en pantalla se vaya cocinando a fuego lento y tiene a un Joaquin Phoenix entregado dando, una vez más, una enorme actuación, llevando sobre su espalda todo el peso de la película y dejando claro, por si no lo sabíamos de sobra ya, que es el actor ideal para meterse en la piel de un ser atormentado. Su Joe aquí es un ser solitario, infeliz, tremendamente miserable y desgraciado que cuida de su madre enferma y que se gana la vida de una manera bastante discutible. Phoenix hace que sientas pena por él.

Junto al hermano pequeño del difunto River Phoenix está la adolescente actriz y modelo de origen ruso, Ekaterina Samsonov, en un papel casi sin frases, dando vida a una chica que parece una pobre muñeca de porcelana y que da la réplica a Phoenix de manera muy discreta.
Interesante directora Lynne Ramsay a la que seguiré la pista.
Un saludo,
Tess