The Wire (Bajo escucha) (Serie de TV)

He esperado a ver la última temporada completa de The Wire para poder escribir una crítica global y debo decir que es la serie mas grande que he visto jamás; una serie rápida, con ritmo, llena de buenos personajes, metódica, real, compleja y bueno bastante fascinante..
Donde cada capítulo es digno de admiración técnica y donde los personajes están reflejados de una forma tal en la que irreversiblemente congenias con ellos de alguna forma y es que el verdadero protagonista de esta serie es el ser humano.

Y es que una cosa que me ha sorprendido bastante es que en esta serie nadie es el protagonista: políticos, policías, gangsters, vagabundos, personas... todo el mundo tiene una historia para finalmente acabar de hilar el telar que es Baltimore.

Debe ser muy grande que hagan una serie así viviendo tú en dicha ciudad, diciendo verdades como puños y poniendo a las instituciones y en general a las personas como la mierda.

Imprescindible

Acabo de terminar el último episodio de la última temporada de esta obra maestra llamada "The Wire". Después de ir a ritmo de un episodio diario (sin excepciones) me veo en la obligación de escribir una crítica, pues el cuerpo y, sobre todo, la conciencia, así me lo pide.
A lo largo de estos 60 episodios he podido disfrutar de las peripecias de un joven detective alcohólico y mujeriego de ascendencia irlandesa, llamado Mcnulty, y dolor de cabeza para los "gángsters" de Baltimore; de las jergas de los chicos de las calles de Baltimore (la ciudad basura de América) ante el suministro y venta de narcóticos; de todo el entramado complejo que existe en este mundo a nivel político, educativo y periodístico; de la dificultad y dejadez que existe en el aprendizaje diario de las escuelas y así podría enumerar todas las cosas que me han fascinado de esta serie pero me cortarían la crítica por exceso como afirmo en el título de la misma. Además pienso que ya se ha dicho todo sobre esta jodida gran serie. En The Wire hasta los insultos y palabrotas son una obra maestra, en The Wire no sobra ni una puta escena, ni un puto diálogo ni una puta palabra.
¡Esto es una serie joder!

-Por McNulty y su "profesionalidad"
-Por Daniels y su oficio
-Por Greggs y sus huevos
-Por Pryzbylewski y su escuela
-Por Carver y su ascenso
-Por Herc y su cámara
-Por Freamon y su paciencia
-Por Pearlman y su tenacidad
-Por Bunk, por ser Bunk
-Por Bubbles y su colaboración
-Por Avon y sus esquinas
-Por DÁngelo y su oportunidad
-Por Wallace y su inocencia
-Por Omar y sus principios
-Por String y su ambición
-Por Frank y su sindicato
-Por Nick y su primo
-Por Colvin y Hamsterdam
-Por Cutty y su gimnasio
-Por Michael y su renacimineto
-Por Dukie
-Por Bodie y sus escupilajos
-Por Marlo y su frialdad
-Por Chris, Snoop y su pistola de clavos
-Por Joe y su serenidad
-Por Levy y sus defensas
-Por Carcetti y sus promesas
-Por The Baltimore Sun y sus periodistas
-Por HBO, por superar a Los Soprano
-Por la televisión de España, porque con la ínfima calidad de sus productos te fuerza a refugiarte en grandes series como esta
-Por los dobladores, nunca nadie elevó tanto el valor de la versión original como los de aquí
-Por Enrique y sus recomendaciones
-Por Raúl y Mora que me la pasaron
-Por mi, por darle una oportunidad

''All in the game yo, all in the game...''.


Siempre desconfié de las series de las que todo el mundo dice ''es la mejor serie de la historia, tienes que verla'' o ''nunca verás nada como esto''. Y aquí me hallo, petrificada y ojiplática, un mes y medio después de haber empezado la mastodóntica The Wire la he terminado. Después del shock al ver los créditos finales, me pregunto ¿pero qué maravilla es esta? ¿Cómo hacer una crítica de una serie así, en la que existen tantos matices que sería un logro captarlos todos en un primer visionado?.

He llegado a la conclusión de que la única forma de rendirle homenaje a The Wire es escribiendo sobre ella, despedirte de su ''magia'' disfrazada de crudo realismo americano. Su éxito radica en su complejidad, en un guión cosido al milímetro que impide cualquier atisbo de cabo suelto, en unos personajes reales como la vida misma, en unas actuaciones estelares, en la fidelidad con que se retratan las miserias humanas, en su ritmo narrativo, en la configuración de unos antihéroes que pasarán a la historia de la televisión y en la multiplicidad de mundos que nos ofrece. Porque sí, es la historia de Baltimore, pero también es la historia de una vida. Seres dependientes y esclavos de sus adicciones, traficantes que se aprovechan de los mismos para ganarse un poder simbólico que les dará un nombre y una esquina en el barrio, políticos corruptos, policías cansados de la maldad a la que se enfrentan día a día y que prefieren mirar para otro lado, niños que dejan de ser niños para siempre, estudiantes incomprendidos a los que nadie les otorga la oportunidad de mejorar ni un ápice su vida.

En definitiva, es una serie sobre las personas, sobre los seres humanos, sobre su integridad y nobleza así como su propia deshumanización. Un canto a la ciudad de Baltimore con reminiscencias 'shakesperianas', 'dickensianas' e inclusive 'fitzgeraldianas' en cada rincón, en cada esquina y en cada diálogo. Como expresa Emilio de Gorgot en la revista Jot Down: ''Mucha gente define esta primera temporada, con razón, como el argumento que Shakespeare hubiese escrito de haber nacido y crecido en el Baltimore del siglo XXI. No me parece exagerado''. Me gustaría reproducir otra cita del periodista que, para mí, corresponde al ciento por cien con la realidad:

''The Wire es una serie que consigue lo impensable: cuando ya se ha ganado al espectador con una fórmula, cambia de fórmula en la siguiente temporada y vuelve a intentar ganárselo casi, casi, desde cero. Así, cuatro veces. Esta valiente forma de tirarlo todo por la borda en cada nuevo año de emisión, arriesgándose a perder a sus antiguos fieles por el camino, es uno de los motivos por los que muchos la consideran la mejor serie de todos los tiempos. Es una obra tan compleja, con tantas facetas, niveles de interpretación, personajes, tramas y subtramas que podría escribirse toda una enciclopedia en torno a ella. Es una Obra Magna de la televisión y el mejor favor que puede hacerse un espectador que no la haya visto es ponerse a devorar sus cinco temporadas cuanto antes. Incluso aquellos que no terminen de sentirse capturados por los primeros episodios deberían seguir viéndola, porque tarde o temprano se convertirán en entusiastas'' (2011, Jot Down).

Porque la epicidad de esta serie no tiene límites, amarás y odiarás a los mismos personajes dependiendo de la temporada en la que te encuentres. Nombres como Omar, McNulty, Bunk, Bubbles, Kima, Lester, Pretz, los Sobotka, Rawls, Dee, Bodie, Wallace, Avon, Stringer, Marlo, Snoop, Michael, Duquan, Randy, Namond, Daniels, Carver, Colvin, Clay Davis, Carcetti formarán parte de ti y los recordarás con cariño, aunque algunos sean de la peor calaña que te puedas encontrar. Porque si la protagonista de The Wire es Baltimore, sus personajes son los que le dan vida.

En resumen, David Simon nos regala una serie que trata al espectador como un ser inteligente, te obliga a esforzarte y te recompensa por ello con uno de los mejores espectáculos que uno pueda ver en su vida. El vacío existencial que sientes al terminarla es de proporciones épicas, porque ninguna otra serie será nunca The Wire, nunca.

Ni siquiera me atrevo a escribir sobre "The Wire". Ni siquiera sabría definirla.

The Wire es la mayor obra maestra de la TV estadounidense jamás creada. Empieza de forma lenta, tranquila, no te "engancha" en el capitulo 1, ni en el 2... Pero cuando te das cuenta ya estás en una esquina, de una calle, de una ciudad llamada Baltimore.
Aquí no vamos a encontrar a policías que son heroes, es más, cada uno de ellos seguramente tiene muchos más defectos que virtudes, pero es jodidamente realista, jodidamente cruda y jodidamente especial.

Tened cuidado cuando empezéis a verla, correis el riesgo de que todo lo que se vea después, os parezca insustancial.