Cobardes

Corbacho ha demostrado que tiene dos vertientes creativas, la que conocemos de él a través de la televisión y la del cine, que dista mucho uno de otra. En televisión es todo un showman del humor y en la segunda que forma equipo con Juan Cruz, se mueve por terrenos más serios.

En su segundo trabajo, “Cobardes”, afronta el tema de los malos tratos en los centros educativos, pero ese es el punto de salida para presentarnos una serie de miedos de personas adultas, miedos a no cumplir expectativas, a que se rompa la familia, a la pérdida de poder o a no conocer a quienes te rodean.

Aunque trate muy seriamente este tema, que puede parecer oportunista, por cierto, se permite en ciertos momentos meter estridencias muy propias de su parte televisiva, bien justificadas.

El reparto compuesto principalmente por niños, que afrontan las situaciones con máxima naturalidad, hacen sombra a la mayoría de actores experimentados, creo que no están exprimidos al máximo Antonio de la Torre o Lluis Homar. Elvira Minguez si carga de profundidad a su personaje y sin embargo, Paz Padilla no resulta para nada creíble en un papel dramático.

Al fin y al cabo no es una película “de actores”, más bien nos lleva a reflexionar y a mirar todo lo que nos rodea, en ese sentido si consigue su cometido.

Cuando se junta un guión sacado de los artículos de periódico sensacionalista, todo topicazos, un grupo de actores de verdad mezclado con niños sin pajolera idea de actuar, y le añades un ritmo narrativo nulo, ahí tienes Cobardes.

Y qué decir del cásting: unos críos que espero que hayan sido elegidos entre hijos de amigos del director y los productores (porque de actuar, ni puta idea, niños), actores adultos que son de lo mejorcito de Cataluña, desaprovechados...
Qué lástima de Lluís Homar desaprovechado, que grande Antonio de la Torre, y nada más.

Ahora, si se trataba de hacer un telefilm cutre para adolescentes, probablemente a ellos les guste, porque aparecen móviles, y le pegan al tímido, y se ve el patio, y se envían sms en vez de hablar directamente...

Un poquito menos de topicazo, un poco más de historia creíble y darle a los actores de verdad los papeles principales (o buscar adolescentes que transmitan algo, que seguro que hay) y la cosa hubiese cambiado mucho.

Eso sí, los planos donde reconoces rincones del centro de Hospitalet, muy bien, ahí chapeau... lástima que si los reconoces, te das cuenta de que los niños primero corren hacia un sitio, cambia el plan y de repente están corriendo en dirección contraria, o han recorrido dos kilómetros en un chasquido de dedos... pero eso ya son detalles.

En resumen, una película con tantas pretensiones como mal acabada. Estuve a punto de levantarme a mitad e irme del cine, de puro aburrimiento. No lo hice porque había ido con más gente. Con el dinero que cuesta hacer una película en España (3,5 millones de euros) a lo mejor valdría la pena haberle dado una oportunidad a otra historia...

Creo que mi crítica, si tuviera que ser sucinta y resumida, sería que "Cobardes" han sido desde el director hasta los actores, pasando por productores, cámaras, guionistas, y cualquier persona que haya pasado por delante de este tele-film barato.

Sigo viendo cine español, aún cuando no me ofrecen ni un sólo atisbo de enmienda, y la conclusión es clara: en España no sabemos hacer cine. Por mucho que lo disfracemos, por mucho que lo intentemos y por más vueltas que le demos, no sabemos hacerlo. Lo supimos en algún momento, pero la época dorada finalizó y ahora no quedan ni tan sólo una mínima parte de lo que fuimos.

Películas como "Cobardes", "Todos estamos invitados" y demás basura cinematográfica han sido realizadas con el único motivo de la "gran medallita", la medallita que se quieren colgar de tíos comprometidos con la realidad, valientes en sus alegatos y profundos en sus opiniones... cuando realmente estamos ante un panfleto puro y duro, extraído de un libro de auto-ayuda del tipo: mírate fíjamente en el espejo y repítete a ti misma que lo puedes lograr. Con personajes caricaturizados bajo el espectro del prototipo psicológico que poco o nada aporta a un desarrollo lógico de la película.

La trama cobarde, la realización cobarde y los actores cobardes. Tan sólo una gran concatenación de tópicos-típicos que restan credibilidad a la obra.

También se ha comentado el fantástico debut cinematográfico en el género "serio" de Paz Padilla, supongo que no oís mis aplausos, básicamente porque no estoy aplaudiendo. Si abordar el campo de la interpretación desde otro punto de vista que no sea el humor, significa tener cara de ajo-porro toda la película con la misma expresión y tratando de vencer a duras penas el hablar sin acento de "caí", pues ¿qué queréis que os diga? más de lo mismo.

Que disfrutéis los que siempre disfrutáis con el cine Español, y que no la veáis el resto, no merece la pena.

Antes que nada debo decir que "Cobardes” no me gustó. La vi demasiado maniquea, padres muy malos en su papel paterno, con profesores quijotescos pero desencantados luchando solos contra la adversidad. Corbacho y Cruz presentan unos hijos absolutamente herméticos a sus padres y unos padres absolutamente ajenos a sus hijos, con multitud de situaciones inverosímiles, y rizando el rizo hasta convertir a la victima en el acosador y viceversa.

Las intenciones son buenas, pero se esquematiza tanto que se llega a la caricatura, se fija de antemano a donde se quiere llegar, pero se hace por el camino más fácil y manido. Tan sólo el final tiene interés, pero no deja de ser incongruente con la escena que le precede con la hermana del protagonista. En fin, que en cine las buenas intenciones no lo puede ser todo, sólo son el principio, y hace falta armarlas con un buen guión y unos personajes con carne.

Los actores tampoco brillan. Por contra, la película se ve sin mucho esfuerzo, más que nada gracias a un ritmo cinematográfico bastante ágil y un minutaje no excesivo; en todo caso, muy pobre bagaje para lo esperado.

Tenía un servidor muchas esperanzas en esta película. Tras su brillante debut con “Tapas”, el duo Corbacho-Cruz prometía otro acertado retrato social con el “bullyng” como tema de fondo en su nuevo proyecto, “Cobardes”. Lamentablemente las expectativas no se han cumplido y he salido muy decepcionado del cine tras presenciar una historia que patina de principio a fin. Y es que, incomprensiblemente, los directores caen en el peor de los errores que se pueden cometer al abordar un film de temática social. Este es el de no insuflar credibilidad en la historia ni en ninguno de sus personajes. Todo suena a falso en “Cobardes”. Todo está demasiado pulcro y ordenado. Desde los almuerzos y las comidas (sobran zumos de naranja, faltan “bollycaos”, bocatas y televisión con el volumen alto) hasta las habitaciones de los adolescentes (¿alguien se puede imaginar tanto orden en una real?) pasando por las aulas (en la vida real hay niñas gordas, inmigrantes, etc.). En resumen, falta realismo, todo es demasiado bonito, a pesar del drama. Es como un retrato hecho por encargo, en el cual el pintor cuida de disimular los defectos del retratado, aun con el riesgo de que el resultado final no se ajuste del todo a la realidad. Si a todo ello añadimos un cásting que no por las conocidas dificultades de trabajar con adolescentes deja de ser desacertado (y no solo por los actores juveniles, Paz Padilla parece tan preocupada por no dejar ir su vis cómica que termina echando a perder su personaje) y algún error de guión más que evidente (¿que pinta el hijo del concejal estudiando en el mismo colegio que el protagonista?) o alguna subtrama que no acaba de entenderse a qué obedece (la historia del pizzero concretamente), nos daremos cuenta que estamos ante una película que chirría por todos lados y en la que es díficil salvar algún aspecto. Ni siquiera la historia de amor que nos intentan colar (vaya diálogos de vergüenza ajena se marcan la nena y el nene) sirve para amenizar una película con muy buenos propósitos y pocos resultados. Una lástima que lo prometía tanto se haya acabado convirtiendo en algo parecido al capítulo piloto de algún serial juvenil.

P.D.: ¿Por qué Corbacho y Cruz no hacen ninguna refencia a L´Hospitalet de Llobregat a pesar de estar filmada en sus calles?

Lo mejor: el plano final.

Lo peor: esa canción a mitad de película, ¡qué horror!