De-Lovely

Esta la vi en el Palacio de la Prensa, en Callao, que es un edificio que me encanta. Era la primera vez que entraba y la sala del cine me pareció muy fea y funcional (gran decepción arquitectónica). Con la película pasa lo mismo: uno piensa que va a ser muy chispeante y glamurosa y luego te encuentras con una castaña contada con desgana (aunque puede tener cierto encanto si uno no es muy exigente y le gusta la música vetusta).

Unas señoras repintadas y gordas que tenía en las butacas de al lado no pararon de hacer comentarios.

–Ésa ha dormido con las perlas –dijo una en una escena en la que los protagonistas están en la cama.

A María Galiana, que también estaba entre el público, le empezó a sonar el móvil. El espectador de atrás le increpó.

–¿Pero lo apagamos o qué? –gritó, muy grosero.

Yo creía que la iba a pegar un pescozón y todo.

Pobres artistas nacionales. Si le hubiera sonado a Julia Roberts seguro que el tipo se habría sonreído y habría pensado:

–Mírala, qué mona, se le ha olvidado desconectarlo. Ella es como nosotros, humana.

De vuelta a casa, el autobús municipal (fin del glamour) atravesaba la Gran Vía. Ya era de noche, los comercios, cines y teatros están llenos de luces. Este paisaje urbano le hubiera gustado a Cole Porter. A mí también me encanta.

Como buen amante de los musicales que soy, he disfrutado de esta película repleta de canciones bellísimas compuestas por el inigualable Cole Porter.
La película es otra historia, creo que Kevin Kline continúa en su línea de actuaciones, paralela a películas como "La casa de tu vida" o "In & Out". Le da ese toque irreprochable y seductor que tiene, ágil y vivaz a un personaje que evoca sentimientos contradictorios.
Es una elección correcta exceptuando por el pequeño detalle que Kevin Klline es bastante mayorcito para recrearnos a un jóven Porter con más pintura en el rostro que la que hay en la capilla sixtina.
Ashley Judd como la mujer a la sombra está estupenda, por otro lado.
Aunque entre los dos hacen una pareja ridícula, no existe la más mínima pasión ni credibilidad entre ellos. Se pasan todo el film en una constante admiración mutua que cuando llegan los momentos álgidos del film en los que se supone que el espectador se debería emocionar, sólo consiguen dejarnos indiferentes.

Sólo por la música y por el plantel de cantantes como Sheryl Crow, Alanis Morissette o Elvis Costello que aparecen vale la pena el visionado.

Otro punto a favor es cómo ha retratado ese lado gay que tenía el compositor, siendo más que presente a lo largo del film, aunque denotando ese lado frívolo y promiscuo que siempre se relaciona con el homosexual y más en la élite de los famosos.

Sinceramente, uno de los géneros que menos me gusta es el del biopic: se salvan muy pocos. La mayoría son falsos e impostados. Este también lo es. Lo son todos. ¿Os imagináis que un pollo que no os conoció quisiera contar vuestra vida en dos horas y encima hacerla agradable al espectador? A ver, todo el cine es puritito fraude, pero llevo mal el juego de muñeca rusa que se esconde bajo las expresiones: "La verdadera vida de..." o "Basada en hechos reales" o "Un hecho histórico que estuvo a punto de cambiar la Historia (?)", y cosas así. Sin embargo, este biopic tiene algo estupendo: la música de Porter, verdaderamente uno de los grandes compositores norteamericanos (con Ellington, por supuesto). La verdad es que hay casi una decena de buenos músicos yanquis, pero canciones como Nigth and Day o I´ve got you under my skin convierten a cualquiera en un clásico. A lo que iba, me han gustado mucho casi todos los arreglos musicales (excepto un par de excepciones), muy bien hechos (excelente Robbie Williams, muy valiente Sheryl Crow, excelentes arreglos para Alanis Morrissete, Elvis Costello en su línea, y su costilla la insufrible Diana Krall... en fin, esa mujer siempre ha sido un armario, y eso es lo que hay, hasta el musicalísimo y coral Blow Gabriel Blow). Si os gusta la música melódica de los 30-40 y el jazz suavito en general no os defraudará. Aunque es otro biopic más tiene algunos elementos que le hacen singular y le separen del resto (en primer lugar, es una película a medio camino entre la biografía tradicional y el musical con algunas sorpresas interesantes), aunque la interpretación de Kevin Kline, en general muy aplaudida, a mí no me gustó mucho.

Hay que irse acostumbrando al termino “BIOPIC”, resumen de Biographical Picture, lo que siempre se había llamado película biográfica. Un biopic aproxima normalmente a la peripecia de una persona, pero raramente la deja de traicionar. Por lo tanto, uno debe tomar el biopic como aproximación a algo, desconfiar de ese algo y buscarse de otros procedimientos de aproximación a la realidad.

De-lovely es un espléndido biopic. Como película tiene una buena dirección, unos protagonistas probablemente inmejorables, una ambientación correctísima. Y además, como el propio conductor de la película indica cumple las condiciones exigibles a un musical: ni empieza como una balada, ni termina como una balada. Es una promesa que se cumple y se incumple.

Cole Porter es su música, nada más. La película comienza con el “Night and Day“ de “La alegre divorciada (1932) y concluye con el “In the still of the night” de 1937. En esos años 30 culmina la carrera de Cole Porter que luego declina. El “Be a clown” de El Pirata (1947) aparece en la propia película como una claudicación ante Hollywood y efectivamente lo fue como una culminación o una consagración de un decadencia, aunque lo sea con la calidad Porter.

Pero volvamos a la idea del “biopic”. La música es necesaria, pero no es la protagonista real de la película, aunque sea su principal activo. La historia no es la historia de la música del compositor, sino la trayectoria del compositor mismo y su opción sexual.

No parece estar muy explícito en la película que Linda, mujer de Porter, tuviera 10 años más que él, ni que ella fuera una francesa millonaria, ni que el tipo de matrimonios con aceptación de la homosexualidad de la pareja fuera habitual es esos círculos. Más explícita es la promiscuidad homosexual de Porter, cuyo Night and Day estaba destinado al coreógrafo Nelson Barclift. La homosexualidad no deja de estar presente, pero en ningún momento es trágica para la pareja, sino simplemente incómoda. Y llega a presentarse de una forma inesperada en la asombrosa escena en la que Cole Porter enseña a cantar Night and Day en vísperas de su estreno, miarada y manos.

No obstante, el verdadero Cole Porter, con sus audacias armónicas, vivió en los treinta y la peripecia de su vida duró más. También eso pesa en la película.

Los actores, de nuevo hay que decirlo, espléndidos, más allá de las exigencias de los maquillajes de joven a viejo Tanto Kevin Kline, como Ashley Judd recrean verosímilmente sus personajes. La ambientación, justamente de los años 30, perfecta. La dirección, resultado y precedente de lo anterior. Un error probablmente impuesto por los intérpretes: muchas canciones están adaptadas o reinterpretadas con cánones modernos traidores a los arreglos de aquellos años, hasta el punto de hacer algunas canciones irreconocibles.

Pobre Cole Porter. Anything goes.

El film está basado en la vida del compositor musical Cole Albert Porter (1891-1964), autor de más de mil canciones y de numerosas comedias musicales. Estando en vida, ya se le había hecho una película Cole Porter, “Night and Day” (1946) con Cary Grant y Alexis Smith, trataba sobre sus días en Yale para el 1910 hasta sus éxitos para la década de los 40s. Su vida sexual y su relación con su esposa no entran en detalles.

“De-Lovely” (2004) no solamente narra la vida de Cole Porter (Kevin Kline) en forma musical, también abarca sus escarceos homosexuales y su relación con su sufrida esposa Linda Lee Thomas (Ashley Judd), que estuvo junto a él en las buenas y en las malas. Cole y Linda se separaron a principios de los 30s, ella falleció en el 1954. De su accidente en el 1937, Porter sufrió más de cuarenta operaciones en las piernas y padeció constantes dolores el resto de su vida.

El film destaca por sus números musicales, con nuevas versiones de algunos temas, con la participación de Sheryl Crow ("Begin the Beguine"), Robbie Williams ("It's De-Lovely"), Alanis Morrissette ("Let's Do It, Let's Fall In Love"), Elvis Costelo ("Let's Misbehave"), Diana Krall ("Just One of Those Things"), Natalie Cole ("Every Time You Say Goodbye") y Vivian Green ("Love For Sale") entre otros.

Las actuaciones de Kevin Kline y Ashley Judd están simple y sencillamente extraordinarias, tuvieron la química que se necesitaba como una compleja y difícil relación de pareja. La película tuvo un presupuesto de $20 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de $19 millones, además recibió once nominaciones a diferentes premios en festivales de cine, incluyendo dos a los “Golden Globe” como mejores actores para Kevin Kline y Ashley Judd.