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De-Lovely

Musical. Drama Biografía del legendario compositor americano Cole Porter, un icono de la música del siglo XX cuyo esplendor coincidió con la época dorada de Hollywood. En 1964, a punto de morir, toca al piano una melodía melancólica y familiar que lo lleva a evocar el pasado: recuerda las personas y los hechos más importantes de su vida, sobre todo, la profunda y compleja relación con su esposa y musa, Linda Lee Porter. (FILMAFFINITY)
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Críticas 16
Críticas ordenadas por utilidad
14 de febrero de 2007
57 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inspirado biopic del prolífico compositor estadounidense Cole Porter, mucho más realista que el realizado en 1946, que con el título "Night & Day", fuera dirigido por Michael Curtiz e interpretado por Cary Grant y Alexis Smith, film homenajeado en esta excelente versión, en la divertida escena en que los protagonistas asisten y comentan la proyección del mismo.

El film se debe a la iniciativa de la Cole Porter Fundation y a The Porter Legacy, interesados en dar a conocer a las jóvenes generaciones la música de este genial autor, a quien se deben algunos de los temas más populares y pegadizos de la música estadounidense del siglo XX.

En este sentido resulta determinante haber contratado a un elenco de las figuras más relevantes del rock, jazz y pop actuales, para interpretar los temas de Cole Porter. Entre todos destaca la interpretación de "De-Lovely" que hace Robbie Williams, la de "Let's Misbehave" por Elvis Costello, "Begin the Begine" por Sheryl Crow, "Just One of Those Things" por Diana Krall o "Every Time We Say Goodbay" por Natalie Cole.

El film se estructura en base a los recuerdos de su vida en forma de flash backs, que un anciano, inválido y vencido Cole Porter, va desgranando poco antes de su muerte, con la ayuda de un misterioso personaje, eficazmente interpretado por Jonathan Pryce, con un esquema parecido al que Bob Fosse utilizase para relatarnos su propia vida, en la magistral "All That Jazz" en 1979.

Kevin Kline compone uno de los mejores personajes de su carrera, plagado de matices, es romántico y apasionado, creativo y arrogante, sensible y excesivo, y además canta y baila aceptablemente los temas de Porter que le toca interpretar.

Ashley Judd está sublime en el difícil papel de Linda, musa, amiga, compañera, secretaria, conciencia y sufridora esposa de Porter, pero la actriz sabe amalgamar con sutileza, la admiración, fascinación y amor que le inspira el compositor, con la desaprobación y el desencanto que le causan sus frecuentes tentaciones y excesos homosexuales. Su interpretación refleja magistralmente la fortaleza y la vulnerabilidad que requiere el personaje.

Resulta paradógico que el compositor que cantara durante toda su vida al amor en todas sus formas, no supiera reconocerlo, sentado a su lado, durante casi toda su vida.
Maximillian
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3 de agosto de 2008
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Año 1964, un deteriorado Cole Porter (Kevin Kline) está sentado en soledad en su piso newyorkino arrancando las notas más tristes a un viejo piano que le transmite la melancolía de lo que ha sido su vida.

Un desconocido ( Jonathan Price) entra en escena y lleva a Porter a un teatro en el que ante él y como un espectador más ve pasar su vida convertida en un gran musical.

No sabemos si es un quiebro caprichoso de su conciencia - el recapitular de una vida llena de excesos y sobresaltos- o si estamos ante el túnel -musical- que parece ser, se ve ante ti cuando la muerte llama a tu puerta.

De un modo u otro y con un gran espectador de fondo, el director Irwin Winkler ("La casa de mi vida" 2001) nos abre una pequeña hendidura en la vida de Porter para que asistamos atónitos a sus andanzas a partir del año 1919, cuando conoce a la que más tarde sería su mujer Linda (Ashley Judd), su musa y la persona que con un gran estoicismo y un amor a prueba de infidelidades homosexuales, le acompañó a lo largo de toda su vida.

Afortunadamente para los amantes de la música, películas como "Chicago", "Ray", "Moulin Rouge", "En la cuerda floja" o "El fantasma de la ópera" ponen de nuevo en auge a un género algo denostado en las dos últimas décadas.

El concepto de "musical" muchas veces se ha visto olvidado en películas en las que solamente hay muchas canciones, pero que realmente no son merecedoras del legado de cintas como "Siete novias para siete hermanos" , "Fantasía" o "Sonrisas y lágrimas".

En el caso de "De Lovely" estamos ante un nuevo concepto que renueva el género, en el que la música es un actor más con una misión propia: poner música al guión y llevar al espectador tras sus notas a los sentimientos que afloran en los protagonistas.

Cabe destacar asimismo la impecable actuación de Kline, un Porter auténtico en constante equilibrio entre la perfección y el más absoluto de los caos; máximas que rigieron su vida y que; cuando los movimientos de la cámara se tornan excesivos e infructuosos; salvan de manera más que notable el metraje.

Una película realmente elegante, en la que no nos podemos olvidar de las actuaciones de profesionales de la canción que dotan aún de más fuerza - si esto fuera posible- a las letras de Porter: inolvidables actuaciones las de los disímiles Robbie Williams ("De-lovely"), Alanis Morissette ( Let´s do it - let´s fall in love- ), Lemar ("What is this thing called love?") o John Barrowman ("Night and day") entre otros.

"De- lovely" una película de-liciosa, que de-leita al espectador amante de la música y de-rrumba los antiguos clichés de los posibles de-tractores del género. De-finitivamente una película casi perfecta.
saudade
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23 de octubre de 2008
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
A fuerza de contraponer a la edulcorada imagen de Cole Porter, exhibiendo su elegante homosexualidad amparada socialmente por su bella esposa, De-lovely se queda a medias, tirando a pobre. Excelente producción en los aspectos musicales, pero muy pobre en todo lo demás: los actores no se creen estos personajes cuyos conflictos no resisten el menor análisis, pues todo no es más que desfile de modelos con máscaras inexpresivas. Por despilfarrar talentos que no quede: la siempre encantadora Ashley Judd parece que ha mandado a una amiga para que la reemplace y el admirable Jonathan Pryce no tiene papel...

Luego tiene extraordinarios aciertos al incluir a gente importantísima del teatro y la canción para ilustrar los temas grandiosos de la época, pero eso se parece más a un hinchado videoclip que a un musical serio, completo. Un tipo de un talento tan sorprendente como Cole Porter se merecía algo más que esta tontería a buen ritmo.
horacio
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4 de octubre de 2005
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Original y evocador biopic musical sobre el excelente músico Cole Porter. El protagonista, muy bien interpretado por Kevin Kline, se mueve entre dos amores: su música y su esposa. El guión narra la historia mediante un continuado flash-back, en una visión retrospectiva y como si de una gran pieza musical se tratase. La película es muy vistosa debido a las contínuas apariciones de cantantes de calidad del momento; destacar entre ellas la breve pero genial intervención del siempre carismático Robbie Williams. El relato está narrado de forma elegante, no perdiendo la compostura ni si quiera en momentos que podrían haberse considerado polémicos debido a la libertad sexual de Porter. Completamos lo dicho con un magnífico reparto y un cuidado absoluto de la estética y nos queda un film de muy buen gusto, que sirve de magnífico homenaje a este legendario y reconocido compositor norteamericano.
Edgar
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28 de enero de 2016
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una gozada para los sentidos, especialmente los oídos porque la música de Cole Porter es de lo mejor del s.XX. Un señor atrapado en su tiempo por su condición homosexual, pero que vivó intensamente y lo más importante para nosotros hizo una docena de canciones imperecederas: Night and day, I've got you under my skin, Anything goes, I get a kick out of you, etcétera, que han interpretado los mejores del pasado siglo -por nombrar a dos, Frank Sinatra y Ella Fitzgerald-.
Irwin Winkler, director de una interesante y a la par corta carrera de seis títulos -como productor tiene éxitos tremendos como Rocky y Uno de los nuestros, por citar algunos-, denota un amor evidente a la música de este genio que fue Porter cuidando con mimo todo lo que rodea a la música en esta película. Incluso en ciertos momentos donde parece que el almíbar va a invadir todo, sabe contraponer las aristas que toda biografía tiene: aquí, la incomprensión relativa por una persona que no escondía demasiado su condición sexual en una época y lugar difíciles para ello, su grave accidente ecuestre que le reportó enormes dolores, etcétera.
El personaje capital de la mujer de Porter en su vida está magníficamente interpretado por Ashley Judd, lo cual no resulta novedoso dada su habitual solvencia. Sostén del genio como tantos otros han tenido cerca en su vida a cambio de migajas afectivas; en este caso debido a la imposibilidad de corresponder "del todo" al amor que profesa Linda Lee Thomas por Cole Porter.
Es un biopic de corte digamos clásico, como no podía ser de otro modo tratándose de un personaje de creación tan instantáneamente clásica como fue el señor Porter. Gozosa de ver, y más si cabe de escuchar.
Ambos protagonistas, un Kline sublime y una Judd notable, fueron candidatos a los Globos de Oro de ese año 2005 y lo resalto para recomendar esta estupenda De-Lovely a todo amante de la buena música y los buenos biopics.
Like the beat beat beat of the tom-tom when the jungle shadows fall...
Nota: 7,25.
Feldon
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