Headhunters

"Headhunters" es un claro ejemplo de lo que ocurre cuando quieres imitar el estilo blockbuster hollywoodiense y te sale igual de mal que a ellos. Esta producción noruega se desmarca de la estética gris y anodina de la mayoría de filmes escandinavos y adopta la estética típica de cualquier película americana. Cuando lo ves piensas: "parece que quieren reinventarse. Puede estar bien". Antes de continuar, deciros que la crítica contiene spoilers. Dicho esto, la primera mitad de la película es entretenida y engancha. La personalidad de nuestro protagonista y su ritmo de vida resulta atrayente. Sabemos que todo eso se va a ir al garete y estamos esperando el momento de la debacle. Pero todo se echa a perder entre los tópicos del género. Persecuciones infinitas a cuál más rocambolesca que la anterior, giros argumentales que dan más vueltas que una peonza y que solo hacen que la historia se vuelva cada vez más inverosímil y un protagonista que pasa de persona normal y corriente a soldado capaz de cargarse a cualquiera. Típico de muchas películas de acción americanas. Pero eso tiene un pase. Lo que chirría son los mil y un artilugios de Nikolaj Coster-Waldau, y este en plan Rambo, sus métodos cada vez más "expeditivos" (te puedes tragar lo de perseguirlo con GPS y geles de pelo, pero lo del camión es una ida de olla), la conspiración empresarial que había detrás y que englobaba hasta al Tato (lo de la amante es de vergüenza ajena) o que el malo caiga en una trampa tan burda para que el protagonista se salga con su plan cogido por pelos, y que este sea tan perfecto que le devuelva a su estilo de vida de antes sin apenas cambios. Y bueno, la conversión de frío y cínico a afectuoso y buen tío que vemos al final también huele a final edulcorado made in Hollywood. En conclusión, le pongo la nota que le pongo porque la primera mitad está muy bien y por el intento de renovar un cine que, en mi opinión, es demasiado frío, impersonal y aburrido, aunque opte por copiar el esquema típico de los blockbusteres americanos.

La película cuenta con los mismos productores de Millenium (‘Los hombres que no amaban a las mujeres’), y eso se palpa de lleno en cada escena; disfrutando de un thriller realista y cercano (lejos de las estrafalarias y multitudinarias persecuciones de Hollywood). La trama es buena, absorbente desde la primera escena (con voz en off donde el protagonista nos desvela que sólo mide 1,68 metros), aderezada con violentas y sangrientas escenas sumamente cuidadas en su crudeza y veracidad, así como esporádicos desnudos para todos los gustos.



El director dirige con audacia para poder presenciar cómo el protagonista es experto en sus dos trabajos; el legal, fichar directivos de talento. Y también en su otro trabajo, robar cuadros y sustituirlos por copias. Todo va bien hasta que conoce a Clas, no sabiendo a quién ha intentado robar, nada menos que a un exmiliar experto en localizar personas.

En cuanta a las interpretaciones, éstas son muy solventes, resaltando a su trío protagonista, con un Roger al que acabas cogiéndole cariño… Y asco en cierta escena que recuerda peligrosamente a ‘Slumdog millionaire’ (2008). La actriz que interpreta a su mujer lo hace bastante bien para ser su debut en una película, convenciendo en su papel de esposa desatendida. Y qué decir de Nikolaj, con esos gestos de seductor reconocidos en su papel como Jaime (aunque sin ser rubio esta vez), pero consiguiendo meterse plenamente en su papel de soldado retirado que no se cansará hasta cumplir su objetivo.

En resumen, sin querer revelar datos relevantes de la trama, nos encontramos ante un excelente thriller de acción, repleto de intrigas, violencia, alguna que otra escena inolvidable, y con una dosis saludable de humor. Pero, sobretodo, consta de algo imprescindible en todo thriller y novela negra digna de ser apreciada: unos giros de la trama buenos y creíbles que conseguirán mantenerte alerta durante toda la cinta.

Lo peor: El giro final está bastante cogido por los pelos (nunca mejor dicho), pero no arruina lo conseguido durante la película.

Lo mejor: Su crudeza, suciedad y realismo; convirtiéndola en una cinta imprescindible del género. Si el libro en el que se basa es al menos tan bueno… Habrá que leerlo.

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Cuando uno tiene clara las ideas y sabe lo que quiere, se consiguen resultados como Headhunters, un thriller intenso con unos buenos cambios de ritmo que consiguen que nadie se aburra, y es que la elementos cómico/acción/romance al mezclarse siempre funcionan, pero el problema radica en que hay que saber conjuntarlos en las medidas oportunas, y Tyldum lo hace de forma genial.

Recomendable al 100% para todo tipo de espectadores, menos el infantil.

Por fin una buena película, y ha de ser de manufactura Noruega, con todos los ingredientes clásicos del buen cine americano, pero sin su actual perversión por los grandes efectos especiales.
Aquí lo que podemos encontrar son buenas interpretaciones apoyadas por un guión trabajado para entretener y sobre todo crear continuas atmósferas de sorpresa.

No conozco el cine que se hace en Noruega, pero este buen ejemplo invita a disfrutarlo y bucear para descubrir, si las hubiera, otras hermosas joyitas.

UN 8

Headhunters llega a España a la chita callando, meses después de su estreno, para demostrar que sigue habiendo películas interesantes y desconocidas, pero agradables en su visionado. Y casi más que agradable en esta ocasión, una verdadera muestra de cómo un guión bien construido, sin demasiados aspavientos a su alrededor, ni grandes estrellas en el reparto, puede enganchar durante toda la película.

Desde el primer momento del filme, la manera en que se presenta el protagonista nos engancha. Así da gusto, claro, y aunque ese ritmo no es constante en el cien por cien del metraje, lo compensa a base de originalidad y de sorpresas al espectador. Según tengo entendido, suele ser a eso a lo que se tienen que dedicar las películas, entonces ¿por qué es tan escaso?

Roger Brown (Aksel Hennie) es un cazatalentos que, para mantener su altísimo nivel de vida y apariencias, lleva una vida alternativa como ladrón de obras de arte, las cuales vende en el mercado negro con la ayuda de su amigo Ove (Eivin Sander). Pero claro, quien tiene una vida así de arriesgada acaba pagando el pato y, casi sin verlas venir, se convierte en presa de un ambicioso ejecutivo holandés, Clas Greve, (Nikolaj Coster-Waldau) con un pasado oscuro casi negro repleto de vínculos paramilitares. A partir de este punto, la película deriva en un conjunto de sucesos y acciones a cada cual más sorprendente, de las que hacen pensar que todo es increíble y, a la vez, absorben la atención para ver cómo se termina resolviendo todo.

No será de extrañar que se anuncie su versión americana en los próximos meses. Aunque eso probablemente suponga una falta de frescura en su guión y narración, lo que es seguro es que para ésta, su original, será un buen empujón de publicidad. Un aplauso para las historias bien contadas y, sobre todo, que hacen al espectador disfrutar, como ésta.

http://diarioenred.com/2012/09/headhunters/