El arte de volver

*Vuelta a casa

Muchos tomamos la decisión de irnos lejos de casa, ya sea por necesidad laboral, porque la “isla” en la que vivimos se nos queda pequeña, por estar con alguien, etcétera. Pero una vez lo hemos conseguido, puede que nos asalten las dudas: ¿He hecho bien? ¿Estoy mejor ahora que antes? ¿Supone una derrota querer regresar? Este confuso estado de ánimo tan característico del emigrante cobra forma de película en el debut cinematográfico de Pedro Collantes. El arte de volver se ambienta en las primeras 24 horas que pasa Noemí de vuelta a su Madrid natal tras haberse ido a Nueva York hace seis años en busca de mejores oportunidades para su carrera de actriz.

*Reencuentros y desencuentros

Si bien normalmente Madrid es el destino soñado, en El arte de volver ejerce de pueblo de provincias del que se huye pero que luego se recuerda con nostalgia. Hacer las Américas no le ha ido demasiado bien a Noemí, que vuelve a España con la excusa de presentarse a un casting para una serie con una temática que tiene mucho que ver con su actual estado emocional.

El arte de volver se puede dividir fácilmente en los diferentes encuentros que tiene Noemí con algunos de sus amigos y familiares. Son secuencias largas y bastante independientes entre sí que se toman su tiempo para exponer la relación de Noemí con esa persona en cuestión antes de que todas las emociones del reencuentro salgan a relucir: confesiones, reproches, revelaciones, acercamientos, distanciamientos… Esas 24 horas le van a servir a Noemí para darse cuenta de que tanto sus prioridades como las personas que creía conocer han cambiado, y ya no hay vuelta atrás.

*Macarena (y los demás)

Hay buenos diálogos y reflexiones en el guion de Pedro Collantes, pero en ocasiones también se le nota el artificio y el trazo forzado para conducir la narración hacia donde le interesa. A su favor tiene una interpretación estelar de Macarena García, que no había estado tan bien desde que la descubrimos en Blancanieves (2012). Capta y transmite muy bien el caos emocional en el que está inmerso su personaje, sin miedo a abrazar sus aristas menos amables; cuenta asimismo con una buena réplica por parte de Celso Bugallo, Ingrid García-Johnsson y Nacho Sánchez entre otros. El trabajo de García no es tan memorable como aquel con el que ganó el Goya a mejor actriz revelación, pero le sirve para demostrar que puede interpretar papeles más dramáticos y complejos que los que ha conseguido hasta la fecha.

*Conclusión

El arte de volver arrastra algunos tics y defectos propios de director debutante, pero tiene suficientes virtudes como para esperar grandes cosas del futuro profesional de Pedro Collantes. Su ópera prima aborda una temática que se remonta al monomito del viaje circular del héroe adaptado al punto de vista millennial. Al fin y al cabo, es una generación que ha sufrido de lleno dos crisis económicas, que conoce de primera mano el tener que marcharse del país en busca de trabajo y, en resumidas cuentas, las consecuencias del desarraigo. La película plantea preguntas y no todas son respondidas, porque cuando se trata de saber si se ha hecho bien en irse o volver, lo normal es que nunca se sepa si se ha hecho lo correcto.

Escrito por Jorge Blanch

El arte de volver.
El arte de quedarse, el arte de aguantar, de aprender.
El arte de caerse y levantarse.
El arte de vivir, de sentir, de elegir.
El arte de sonreír.
El arte de conseguir emocionarme tantísimo.

Película pequeña. Guión grande. Avanzada profundidad de argumento.
Creo que refleja una cantidad desmesurable de emociones con las que te sientes identificado sin duda ya que son emociones reales. Como la vida misma.
Las dudas sobre el futuro incierto se mezclan con la nostalgia del pasado.
Cada vez que tomamos una decision estamos eligiendo un camino con unas determinadas posibilidades a sabiendas que dejamos atrás muchas otras. El tiempo no vuelve y rara vez es posible volver vivir alguna de esas posibilidades pasadas. Por todo esto es algo tan complejo y a la vez tan simple; nos pasa a todos los seres humanos. Sin excepción.
Es nuestra propia naturaleza humana la que nos impulsa siempre a preguntarnos "que habría pasado si....?"
Habré hecho bien al marcharme...? Habrá sido lo correcto el quedarme...? Que es lo que quiero...?
Tal vez sea algo contra lo que no se pueda luchar, a pesar de todo.

Maravillosa interpretación de Macarena. Está estupenda.

Pd: efectivamente, suele ser preferible sentir nostalgia por las cosas que has hecho que por las que no has hecho.

Ayer tuve la suerte de asistir al preestreno en Madrid de esta pequeña y afilada opera prima de Pedro Collantes, que ha tenido la suerte y el talento de ser uno de los cuatro seleccionados anuales por Biennale College. La agencia cinematográfica financia con 150.000 euros tras ver el tratamiento y pasar algunos talleres, con la condición de no tener financiación externa alguna, no superar tal cantidad y rodar en menos de 10 meses para estrenar en el festival de Venecia.

Tengo que reconocer que tengo gran debilidad por las películas en las que el auténtico protagonista es el diálogo, dónde las interpretaciones con sutilezas están llenas de matices, dónde hay personajes que no necesitan aparecer para estar, dónde vas encajando piezas colocadas con mucho atino, dónde puedes quitar capas de lectura como si fuese una matryoshka y dónde te encuentras con la vida de bruces.

Además, es una película que sabe empezar, lo hace pronto y con paso firme; y sabe acabar en su momento justo. Entre tanto el viaje de quien vuelve, de quien vuelve a sentirse perdido a pesar de volver. Te da lo justo y necesario con unas conversaciones muy iluminadas que no caen en el subrayado y que hacen que la película tenga tal profundidad que te alcance para quedarse.

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Otro relato de hijo pródigo -perdón, hija- rastreando en su origen, regresando a casa o tratando de rellenar un vacío en su vida, intentando recuperar algo intangible pero indispensable para reordenar sus ideas y conocerse.
Para crear, definir y trazar la personalidad de Noemí -una actriz que vive en Nueva York y se traslada hasta Madrid para acudir a una importante audición- Macarena García tira de la vulnerabilidad de quien no ha terminado de descubrir por qué -o por quién- ha vuelto al punto de partida, ni qué lugar ocupa en la vida de los demás (y viceversa), para lo cual el libreto de Pedro Collantes y Daniel Remón prolonga la disección de su círculo de relaciones íntimas y sociales a 6 escenas repartidas en familia, amigos, relación sentimental, e incluso, desconocidos -dando pie aquí, por cierto, a un logrado episodio que no habría deslucido en absoluto en 'Noche en la tierra' (1991, Jim Jarmusch).
Si hay algo tan obvio en esta modalidad de historias como la factura minimalista en la dirección -novel, generalmente- y la puesta en escena, es la conveniencia de credibilizar el microuniverso íntimo de su protagonista complementando el axioma de una buena interpretación principal con una troupe de provechosos actores de reparto: Ingrid García-Jonsson -sacando brillo a su mejor personaje desde 'Ana de día' (2018, Andrea Jaurrieta), Lucía Juárez, Luka Peroš, Nacho Sánchez, Mireia Oriol y un extraordinario Celso Bugallo.
Si estás buscando un estreno reciente de la cartelera al que se pueda endosar justificadamente la condición de otra gran 'película de actores', es éste.
Un debut notorio.