El chico ideal

Divertido clásico de la comedia romántica, de la época que no daba tanto miedo ver una película de Adam Sandler junto a Drew Barrymore.

Repleta de clichés, pero divertida; y especialmente "cuca" con todo su toque ochentero casposo.

El motivo del título lo explicaré a continuación.
Por fin Adam Sandler hace una comedia que no da vergüenza ajena que, no está exageradísima y que por lo menos tiene algo de sentido común. Todo empieza con un montaje que te mete de lleno en la película, quien ya la vio sabe que ese viaje de diversión no acaba hasta la última escena.
Las actuaciones del filme son adecuadas y van de la mano del guion, cuyo guionista, (Tim Herligy) realizó con el propósito de una películas más moderada pero divertida y gustosa.
Adam Sandler hace un trabajo divertido, interpreta a un protagonista tierno, carismático y ágil músico, quien perfectamente podría el protagonista de una de esas clásicas comedias románticas de los ochentas, (como "Say Anything", "Dirty Dancing" o "Somewhere in Time"). A su vez, Drew Barrymore hace un papel coprotagónico de mucha calidad, demostrando que su carrera renacería nuevamente hacia la gloria, ("Jamas Besada", "Los Ángeles de Charlie").
Y es que la película es una fiesta gracias a varias cosas:
-Se la puedo tomar con un homenaje a los romances melosos y romanticistas de los ochentas, contando con toda esa dosis de cursilería que es simplemente irresistible, a la vez que tratan de parodiar de alguno u otra manera todo ese sentimentalismo, esta disyuntiva puede notarse mediante la diferencia clara que existe entre la primera y la segunda mitad de la cinta.
-El vestuario y diseño de producción están muy bien cuidados.
-La música, ya sea diegética o extradiegética, es muy buena y trae el recuerdo instantáneo de aquel tiempo. Aunque hubiesen progresado más si hubiesen empleado más música ochentera.
-También es una fiesta de la cantidad de dulce que hay; si bien el final es muy bonito, se nota claramente que la intención no era cambiar las cosas con algo original, sin embargo, la jugada genera un poco de empalago.
Los personajes secundarios están muy bien, la cinta saca muchas risas genuinas y es muy "Rewatchable", puesto que es muy entretenida, disfrutable y cómica.
Un problema que podría mencionar es la gran cantidad de exposición que puede llegar a sentirse forzada, pues nos dan información de una manera repentina y descarada, lo que puede llegar a parecer algo efectivista para el avance de la trama y como si estuvieran juzgando un poco tu inteligencia.

En definitiva: Una comedia romántica que, más allá de su sentimentalismo y su trama trivial, nos atrapa con su música, su electricidad cómica, su carisma y dos protagonistas hechos a la medida para los 80´s. Si lo que se quiere es pasar en un buen rato en las bodas, yo sólo me dejaría llevar.

Calificación: 8.0/10

Para poder disfrutar de esta película tienes que asumir desde el principio que todo lo que en ella ocurra es completamente inverosímil, infantil, empalagoso y traído por los pelos.

Sólo entonces pueden tener cierto sentido las actuaciones tan forzadas de todo el elenco. Así como el vestuario y el maquillaje tan cursi. Y los colores chillones de los decorados y hasta de los árboles de la calle.

El chico ideal, también conocida como The Wedding Singer, que es su título original y el título también del musical escénico que inspiró años después (de hecho, en España se representó como El rey de bodas), es lo que en inglés se conoce como un "crowd pleasure". Es decir, una película hecha y pensada al milímetro para gustar a los espectadores, incluso a quienes de inicio no atraigan las comedias románticas.
Y la verdad es que acierta en casi todo, por no decir en todo. Desde una duración agradecidamente ajustada, de apenas 90 minutos, a su impecable selección musical, pasando por lo entretenida que es y lo encantadora que resulta, la cinta es una fantástica opción para pasar un rato de lo más agradable, para escuchar muy buena música, para reírse y, sí, para volver a creer en el amor y los cuentos de hadas. Y Adam Sandler y Drew Barrymore, que no son precisamente los mejores actores de la historia del cine, están fantásticos, con una química maravillosa, muy simpáticos, románticos y divertidas (atención a la secuencia en el avión, previa al epílogo, que es lo que se viene a llamar un "momentazo").
Sencillamente encantadora.

Lo mejor: Sandler y Barrymore, la música y su enorme encanto y simpatía.
Lo peor: Nada, en realidad. Es lo que es.

Robbie Hart (Adam Sandler) es un músico con sueños de compositor que conoce a una atractiva camarera a punto de casarse.