La habitación de Marvin

No es una película fácil de ver pues en ella la enfermedad, aunque no es lo más importante, tiene un peso fundamental por lo que dudo si "La habitación de Marvin" sería una recomendación completamente válida para toda la familia, aunque yo diría que sí. En todo caso, es un melodrama basado en la obra de teatro homónima de Scott McPherson, escrita y estrenada en 1990. Por cierto, que este dramaturgo, abiertamente homosexual, murió en plena juventud a los 33 años víctima del SIDA. La verdad es que pese al potente reparto pasó desapercibida por las taquillas con menos de 13 millones de dólares recaudados frente a los 23 gastados.

Como crítica, evidentemente Jerry Zaks, que rodó su primera y casi su única película, se muestra de lo más comedido. La historia es tópica, sencilla y fácil de adivinar pero a pesar de todo está muy bien construida gracias a sus personajes llenos de humanidad. Me recuerda a "Agosto" (2013), con reunión familiar después de un tiempo y trastos a la cabeza, pero sin la aparatosidad de ésta última. De hecho, la virtud de "La habitación de Marvin" está en su aire cotidiano impregnado de cierta dulzura y en unas grandes Meryl Streep y Diane Keaton. Bello relato de familias separadas, de enfermedad, responsabilidad y, sobre todo, de amor.

Es una película que promete muchísimo, por el reparto de actores. Todos ellos lo hicieron muy bien como era de esperar, incluso Robert De Niro en su diminuto papel, estuve toda la película deseando que apareciese de nuevo lo cuál resulto decepcionante.

El argumento en si, tampoco era muy sustancial, pero no era malo. Lo que como resultado final dejó la película hueca fue que no estuviesen bien atados los cabos.

Creo que se hubiese podido hacer algo mejor con esta película, pero hay que decir que el resultado no ha sido malo del todo. Es una película simplemente para pasar el rato.

Efectiva película en sus interpretaciones a cargo de un reparto estraordinario, donde Dicaprio despuntaba frente a grandes veteranos como la Streep, la Keaton y De Niro. Consiguen emocionar con una historia de reencuentros familiares con enfermedad de fondo gracias a los enfrentamientos actorales de todos los citados, aunque De Niro,(productor ejecutivo) tiene menos peso en la trama. Con otro director hubiera sido una joya.

Desconocía esta película hasta que me dio por verme la filmografía de DiCaprio y me encontré esta cinta, así que al ver su reparto no me planteé dos veces el verla y la verdad es que me ha gustado. Quizás me esperaba una película mas triste y profunda que un drama con algunos toques divertidos de los que me he encontrado. No es que sea una gran película ya que su aroma es mas bien de telefilm y su guión no es gran cosa, no tiene dialogos para la posteridad ni muy inteligentes pero si hay algo que destaca en la película son sus brillantes interpretaciones, sobretodo la de la nominada al oscar Diane Keaton, además de Meryl Streep y el revolucionario e infravalorado Leonardo DiCaprio. Quizás esperaba algo mas por parte del personaje de DeNiro que queda simplemente como el médico de turno que no aporta gran cosa.
La banda sonora destaca bastante escenas muy emotivas y tiernas aunque no lo suficientemente sentimentales como para derramar lágrimas. La fotografía es bastante acertada y como repito la historia se podría haber tratado mejor y de una forma mas dura ya que el tema de las enfermedades generalmente se trata con mas crudeza y realismo como por ejemplo Despertares de DeNiro. Una historia llena de estereotipos y tópicos, de personajes mas que trillados, de situaciones prescindibles como el énfasis que le dan a la puñetera telenovela que ve la abuelita o las situaciones comunes de la cinta como lo que sucede en Disney World que es mas que previsible.
En definitiva, una buena película dramática que ensalza las brillantes actuaciones que no muestra nada nuevo pero su historia aunque no apasiona, si entretiene y gusta y como dura solo 90 minutos se pasa rápido ya que el tema de las enfermedades casi siempre gusta en general y no por ello no me iba a gustar. Buena.

Una pena que La habitación de Marvin pierda un poco el paso y el ritmo en sus últimos veinte minutos (aunque incluso en esos momentos presenta una secuencia extraordinaria, como es toda la final entre las dos hermanas y con su padre en última instancia) y sobre todo que sea tan tópica y cuente una historia tan vista (¿cuántas películas hay sobre familias distanciadas que reconectan por la enfermedad de uno o más miembros?), porque la emoción que desprende su guión y la excelencia de su reparto merecían quizás un poquito más de riesgo. A pesar de ello, la película es realmente buena, un ejemplo de esa conjunción astral entre actores y diálogo que debería ser la esencia de todo el cine. Es emotiva, es entretenida, dura lo que tiene que durar para no hacerse larga y está interpretada por actores en estado de gracia. Desde Leonardo Di Caprio hasta una breve Margo Martindale pasando por Robert De Niro, todos están soberbios. De Meryl Streep ya no hay nada más que decir, pero nunca deja de asombrar su poderosísima mirada y su capacidad para humanizar todo tipo de personajes, incluso cuando no son muy agradables de inicio, como su Lee.
Pero por una vez en su carrera (una de las pocas veces, vaya), Streep no es el principal atractivo ni la actriz que mejor está en la cinta. La habitación de Marvin es Diane Keaton. Tal cual. La protagonista de Annie Hall realiza una de las mejores interpretaciones de su carrera en la piel de la servicial y sacrificada Bessie, provocando sonrisas y lágrimas a veces incluso al mismo tiempo en un arco dramático memorable.
Es la guinda de gran pastel

Lo mejor: El reparto.
Lo peor: Es enormemente convencional, la historia está ya muy vista y va de más a menos.